Esta es la zona de Lima que simboliza el criollismo, es cuna de la jarana y celebra de manera peculiar el Día de la Canción Criolla

El 31 de octubre, los históricos barrios del Cercado de Lima cautivan a peruanos de distintas partes del Perú, ya que en cada esquina se respira el auténtico espíritu del criollismo

Esta locación se caracteriza por ser una tradicional cantera de la música criolla. (Composición Infobae: Andina/Símbolos Patrios/El Peruano)

Barrios Altos, enclavado en el corazón del Centro Histórico de Lima, resguarda un conjunto de edificaciones antiguas que permanecen intactas y brindan una atmósfera peculiar, como si el tiempo hubiera hecho una pausa en sus calles. Al caminar por sus rincones, se pueden descubrir joyas arquitectónicas como la enigmática Quinta Heeren, el monasterio de la Concepción, la Plaza Italia y el Hospital Santo Toribio de Mogrovejo, entre otras estructuras que merecen ser exploradas y admiradas por su valor histórico y cultural.

En el Día de la Canción Criolla, los históricos barrios del Cercado de Lima cautivan a peruanos de distintas partes del Perú, puesto que encarnan, con un genuino aire popular, el espíritu del criollismo en cada esquina. Sobran motivos para sostener esta afirmación: en Barrios Altos nació Felipe Pinglo Alva y la inolvidable voz de Lucha Reyes deleitó a los moradores.

Las canciones de estos y otros artistas de la música criolla se escuchan con mayor frecuencia y a todo volumen el 31 de octubre en esta icónica locación de la capital, la cual ostenta historias dignas de ser contadas.

Las canciones de Felipe Pinglo, Lucha Reyes, Lucho Barrios y otros destacados artistas de la música criolla se escuchan con mayor frecuencia y a todo volumen el 31 de octubre. (Andina)

Barrios Altos simboliza el criollismo y es la cuna de la jarana

Cuando los conquistadores españoles establecieron la ‘Ciudad de los Reyes’ en enero de 1535, eligieron un lugar estratégico en el valle del Rímac, a escasa distancia de un antiguo oráculo que daba nombre a la región. Con el paso de los años, la urbe comenzó a expandirse, integrando las áreas circundantes. A mediados del siglo XVI, este oráculo fue arrasado, dando paso a la construcción de una iglesia dedicada a Santa Ana.

En el diseño urbano de la zona, algunos vestigios de la época prehispánica perduraron, como el río Huatica, que en su momento sirvió como un canal de riego. Hoy, este antiguo cauce corresponde a lo que se conoce como los jirones Amazonas y Jauja. Con el crecimiento del sector este de la ciudad, alrededor de la iglesia construida en honor a Santa Ana, se consolidó el Barrio de Santa Ana, que más tarde se convertiría en la esencia del actual Barrios Altos.

Barrios Altos, situado en una de las áreas más elevadas del Centro Histórico de Lima, presenta un aspecto particular. Gonzalo Torres del Pino, al escribir un libro sobre esta importante zona del Cercado de Lima, destacó más de una característica que concita la atención de los peruanos.

Mapa de Barrios Altos y sus construcciones históricas. (Libro “Los Barrios Altos. Un recorrido histórico”)
“Barrios Altos tiene barrios dentro de barrios, ‘microzonas’ con características propias. (...) Son precisamente un conglomerado de distintos barrios que fueron apareciendo uno tras otro conforme el lugar se iba urbanizando de acuerdo, sobre todo, al establecimiento de edificios de carácter religioso”, señaló el investigador en su libro “Los Barrios Altos. Un recorrido histórico”.

Más allá de los datos históricos, es menester resaltar que esta locación se caracteriza por ser una tradicional cantera de la música criolla. Como se mencionó en párrafos anteriores, allí nació el destacado artista Felipe Pinglo Alva.

Otros peruanos que hicieron historia en la música criolla no nacieron en el Cercado de Lima, pero sí vivieron en él. Tal es el caso de Luis Barrios Rojas, conocido como ‘Lucho Barrios’, quien residió en esta zona desde los nueve años.

Felipe Pinglo Alva y 'Lucho Barrios’, ilustres cantantes de la música criolla. (Composición Infobae: El Peruano / Difusión)

En un blog de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Marco Gamarra Galindo dio a conocer detalles de la vida del artista. “Los estrechos jirones vieron su caminar. Las paredes de adobe y quincha oyeron su voz. De las jaranas fue su presencia asidua concurrente. Los Barrios Altos de Lima fueron silenciosos testigos de cómo el joven Luis Barrios Rojas, ‘Lucho’ Barrios, fue haciéndose reconocido en el ambiente artístico peruano”, contó.

En sus inicios, se dedicó a la música andina, pero su pasión lo llevó a explorar el criollismo. A finales de los años 50, logró establecerse firmemente en la escena musical como un reconocido bolerista.

La música criolla se expresaba en lugares insospechados. Por ejemplo, los cines se convertían en escenarios donde los cantantes desplegaban su talento. Es preciso señalar que en la década de 1910, Barrios Altos concentró numerosas salas de cine.

“La mayoría de los cines fungían también de teatros para espectáculos de carácter popular como vodeviles, zarzuelas o recitales de la emergente música criolla, con lo que siempre se aseguraban público a todas horas; es más, muchos de estos espacios fueron primero teatros, adaptándose para funciones mixtas y terminar siendo exclusivamente cines”, relató Torres del Pino.
Así luce la Plaza Italia, que guarda relación con Antonio Raimondi. (Andina)

De la variedad de cines que existieron, uno sobresale por haber sido el escenario donde brillaron talentosos artistas peruanos. Se trata del Cine Francisco Pizarro, que se encontraba a pocos metros de la Plaza Italia. Aunque hoy ya no opera, su legado permanece en la memoria cultural de los vecinos.

Sobre este recinto de entretenimiento, el autor del libro “Los Barrios Altos. Un recorrido histórico” escribió lo siguiente: “Pero por su escenario también pasaron estrellas nacionales como Nicomedes Santa Cruz en el mismo año o, años después, Lucha Reyes, que gracias a sus actuaciones impresionantes en el local fue presentada a Augusto Ferrando, el conocido conductor del programa televisivo ‘Trampolín a la fama’”.

Finalmente, no se puede ignorar que existen relatos transmitidos de generación en generación, aunque carecen de sustento histórico. Se dice, por ejemplo, que al Callejón del Buque acudía Felipe Pinglo y, más tarde, Lucha Reyes, donde las jaranas duraban días enteros. Esta es una de las tantas maneras de revivir la tradición criolla.

El Callejón del Buque antes del incendio del 2012. (Libro “Los Barrios Altos. Un recorrido histórico”)

Barrios Altos y su peculiar celebración en el Día de la Canción Criolla

De un tiempo a esta parte, Barrios Altos se ha convertido en el corazón de la celebración del Día de la Canción Criolla. Cuando llega el 31 de octubre, el ambiente se llena de festividad, y los habitantes del barrio se preparan para disfrutar de jaranas que celebran la música criolla y su tradición.

En 2023, el Ministerio de Cultura organizó una serie de actividades para conmemorar el Día de la Canción Criolla. El evento principal, titulado “Nacer en esta tierra: Conmemoración por el Día de la Canción Criolla”, se llevó a cabo el martes 31 de octubre a la 1:00 p.m. en la Plazuela Buenos Aires. El reconocido cantante Manuel Donayre fue el artista estelar de la jornada, quien regresó al país para ofrecer una emocionante actuación junto a su banda.

El festival también reunió a diversas organizaciones de cultura viva comunitaria, artistas y cultores locales, creando un ambiente festivo y gratuito en un espacio público. Además, se instaló una feria gastronómica que puso en valor la tradición de la comida criolla.

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Origen de la Plaza Italia

Uno de los lugares icónicos de Barrios Altos es la Plaza Italia, situada en la cuadra 7 del jirón Huanta, entre los jirones Junín y Huallaga. Este espacio público, antes conocido como Santa Ana, llevaba ese nombre por el hospital dedicado a los indígenas que allí se encontraba.

Sobre la génesis de la Plaza Italia, el investigador Torres del Pino señaló lo siguiente: “Este espacio abierto se hace plaza cuando aparece este hospital (Santa Ana), que ya desapareció, pero es su capilla (luego iglesia) la que ha quedado hasta el día de hoy. Hay evidencias de que la plaza ya existía en 1548 por las informaciones que aparecen en un acta del ayuntamiento de ese año”.