El contrabando tomó posesión de una parte de la zona fronteriza entre Perú y Bolivia, por donde circulan a diario vehículos repletos de ropa, combustible, cigarros y balones de gas boliviano. Así lo expuso el dominical Cuarto Poder en un reciente reportaje que alerta de toda esta situación.
De acuerdo al informe, la llamada ruta del contrabando se ubica en la localidad de Tilali, en la región Puno, al sur del Perú. En este punto hay presencia de las autoridades, pero todo parece pasar a vista y paciencia de estas.
“Este desvío nos hace evitar la Policía, Aduanas, Senasa”, dice uno de los reporteros, tras conversar con un hombre que lleva un chaleco de Aduanas Sunat.
La ruta del contrabando es una trocha que está cerca a un puesto de vigilancia fronterizo que no cuenta con la presencia de policías.
“Ls fronteras del país son territorios liberados. Hemos perdido el control territorial de nuestras fronteras. Los puestos fronterizos son nominales, básicamente cumplen una formalidad”, dijo el exministro del Interior, Ruben Vargas, al dominical.
En su paso por esta zona, también se develó que varios de los contrabandistas están construyendo sus casas de varios pisos que financian con dinero de esta economía criminal.
Por ejemplo, el gas boliviano lo comercializa el contrabando a través de varias minivan que se estacionan en este lugar.
“En la frontera de Perú con Bolivia se ha perdido totalmente en control y esto es usado precisamente para las economías criminales”, indicó el exministro Vargas.
A kilómetros de esa ruta se encuentra un centro poblado que sirve de punto de comercio del contrabando. Todos los miércoles, según el informe, se llena de mucha gente en busca de ropa, combustible y otros insumos. Algunos pobladres la conocen como la Feria.
“Ya en este punto, las organizaciones que están detrás del contrabando han logrado tener niveles de sofisticación que hace que tengan una cada de distribición impresionante”, alertó Claudia Linares, presidenta de la Comisión de Luchas contra el Comercio Ilícito.
Se estima que el Perú pierde al año 600 millones de dólares solo por contrabando, una cifra que sería engañosa, pues el monto sería mucho más, remarcó Cuarto Poder.
Bolivia refuerza la frontera con Perú
El presidente de Bolivia, Luis Arce, ordenó el pasado 07 de octubre el despliegue de militares en la frontera con el Perú para detener el contrabando de alimentos hacia el lado peruano. No obstante, esta medida, que se realizaba únicamente dos veces por semana, fue catalogada como insuficiente por las familias y comerciantes bolivianos que experimentaron que la situación de escasez de productos de la canasta básica se agudizaba.
Debido a ello, la presencia militar en la línea fronteriza, que se daba únicamente en los días que se desarrolla la feria en la ciudad de Desaguadero, Puno, Perú: martes y viernes, se amplió. El pasado 23 de octubre, las Fuerzas Armadas de Bolivia establecieron una presencia permanente en el puente internacional que conecta peatonalmente a ambos países, así como en el río Desaguadero, donde se ha detectado el traslado de productos alimenticios bolivianos en botes.
De acuerdo a la información dada por las autoridades policiales de Bolivia, en las últimas semanas, se han incautado cabezas de ganado, quinua, azúcar, arroz, huevo y otros productos que los productores y ganaderos bolivianos pretendían vender a los comerciantes peruanos. La razón de que esto suceda fue explicado hace algunas semanas:
“El tema es que el boliviano quiere el sol peruano. La moneda boliviana se ha devaluado de tal manera que ellos no pueden comprar dólares con sus bolivianos, entonces tienen que comprar soles para que puedan comprar dólares”, señaló Alex Jerí, representante de la Asociación de Avicultores del Sur del Perú, quien añadió que el contrabando proveniente de Bolivia perjudica al productor peruano creando una competencia desleal debido a que estos productos ingresan sin control sanitario y con precio extremadamente bajos debido a que son subvencionados.