Carabayllo, un distrito en las periferias de Lima, ha sido escenario de un ataque que ha conmocionado a los vecinos. Un albergue que refugia a más de 120 perros y gatos fue blanco de un atentado con veneno, dejando un perro muerto y otro gravemente afectado. Este incidente ocurrió después de que los encargados del refugio se negaran a pagar extorsiones a cambio de “seguridad” en la zona.
Los responsables del albergue relataron que días antes del ataque, individuos se acercaron al lugar con un tono aparentemente amable, solicitando una “propina” para garantizar la seguridad del área. Según los testimonios, los extorsionadores pidieron entre 50 y 100 soles, pero los encargados del refugio decidieron no ceder a estas demandas.
“Pasaron así, como si nada. Como si fuera una persona común y corriente y nos dice: Señora, no nos da nuestra propina, unos cincuenta, cien solcitos. Algo pe’, acá para cuidar el barrio, para ver cómo está. Para verlos pues señito. Ya sabemos que usted tiene sus perritos, para que no pase nada”, comentó una de las encargadas, según detalló Radio Exitosa.
El ataque se descubrió cuando los encargados llegaron al albergue y encontraron a uno de los perros muerto, mostrando signos claros de envenenamiento. Otro perro, aunque aún con vida, presentaba síntomas de haber vomitado, lo que indicaba que también había sido afectado por el veneno.
“Aproximadamente unos dos días por ahí, entramos normalmente al albergue y nos percatamos que había una perrita que estaba tirada y la vimos bien y estaba muerta. Y, en lo que estamos revisando bien, había otro perrito que estaba convulsionando que era Bronco. Entonces ahí nos dimos cuenta de que habían sido envenenados porque también habían vomitado”, relató una de las afectadas.
Viven del día a día
El refugio, que depende de donaciones y vive al día, no cuenta con materiales costosos que pudieran haber motivado el ataque por razones económicas. Los encargados enfatizaron que su labor es mantener a salvo a los animales que cuidan, y que el ataque ha sido un golpe devastador para su misión.
“El albergue se debe al día a día, de las donaciones de las personas, del apoyo que todos nos brindan. De lo poquito que nos brindan, con ese poquito vamos juntando para que ellos tengan su día de comida. Acá no hay nada de valor, lo único de valor son los perritos”, argumentó lamentándose.
Línea 111 contra la extorsión no tiene protocolo
Raúl Miranda, adjunto de Seguridad Ciudadana de la Defensoría del Pueblo, ha revelado que la Línea 111, creada para combatir la extorsión en el Perú, carece de un protocolo adecuado para la recepción de denuncias. Esta línea, implementada bajo el gobierno de la presidenta Dina Boluarte, no está operativa al 100%, según informó Miranda en una entrevista con Canal N.
Durante una visita inopinada realizada el 15 de octubre a la sede central de la Línea 111, que depende del Ministerio del Interior (Mininter) y del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), se constató que el servicio solo ofrece orientación y, en casos urgentes, remite la información a la comisaría del distrito correspondiente para que se envíe una patrulla a la vivienda de la víctima.
Miranda destacó que, aunque la línea fue creada con tres objetivos principales —brindar orientación, recibir denuncias de extorsión e iniciar acciones de investigación—, la falta de un protocolo de recepción de denuncias impide que se cumpla plenamente su propósito. Según el funcionario, la normativa que dio origen a la Línea 111, establecida mediante una resolución ministerial del MTC, contempla que las denuncias pueden realizarse por cualquier medio, conforme al Código Procesal Penal.