Un misterioso hallazgo en el norte de Perú desafía las concepciones históricas sobre el papel de las mujeres en civilizaciones preincaicas. En el emblemático sitio de Pañamarca, los arqueólogos han desenterrado evidencias intrigantes de que una figura femenina de notable poder dejó su huella en la antigua cultura mochica, conocida por su compleja estructura política y religiosa. La presencia de un trono ornamental y murales vibrantes sugiere que esta enigmática mujer pudo haber ocupado un rol de liderazgo, una revelación que abre nuevos capítulos sobre la historia desconocida de esta región costera antes del dominio incaico.
El descubrimiento tuvo lugar en la ‘Sala del Imaginario Moche’, una zona del sitio que ha sido objeto de exploración desde 2022. Aunque las excavaciones se vieron interrumpidas en 2023 por cuestiones de conservación, este año el equipo logró completar el trabajo. En julio, arqueólogos del Proyecto de Investigación Arqueológica Paisajes de Pañamarca desenterraron un trono de adobe acompañado de murales que muestran escenas relacionadas con una figura femenina, posiblemente una sacerdotisa de alto rango.
Este descubrimiento inusual no solo modifica la narrativa de una sociedad dominada por guerreros y líderes masculinos, sino que también invita a cuestionarse cuán extendido pudo haber sido el liderazgo femenino entre las culturas prehispánicas de América del Sur. A medida que los arqueólogos exploran los secretos de estos murales y estructuras, surgen preguntas sobre quién era esta poderosa mujer y qué impacto podría haber tenido en su tiempo. ¿Podría este ser solo el principio de una serie de descubrimientos que redefinan nuestro entendimiento del pasado peruano?
Revelaciones sobre el gobierno femenino en la antigua cultura Mochica
El reciente descubrimiento en Pañamarca ha sacado a la luz evidencias que desafían las viejas percepciones sobre el liderazgo en las culturas preincaicas. En un sitio adornado con murales y un trono de adobe, los arqueólogos han encontrado indicios de que una figura femenina pudo haber tenido un papel central en la gobernanza mochica. Este hallazgo resalta la posibilidad de que las mujeres, como la representada en estos murales, ejerzan poder político y espiritual.
“Las pruebas físicas del trono, incluida la erosión de su respaldo y la recuperación de cuentas de piedra verde, hilos finos e incluso cabello humano, dejan claro que fue ocupado por una persona viva real, y todas las pruebas apuntan a una mujer líder de Pañamarca en el siglo VII”, aseguró la jefa del proyecto para la Agencia Andina.
Estos descubrimientos sugieren que el poder en las culturas prehispánicas podría haber estado más equitativamente distribuido de lo que se creía anteriormente. Las imágenes encontradas muestran a la mujer rodeada de símbolos de autoridad y acompañada por figuras masculinas que portan ofrendas. “Esta representación es un recordatorio de que la historia subestimó el lugar de las mujeres en el liderazgo”, menciona Lisa Trever, investigadora principal del proyecto, a una entrevista realizada por el medio The New York Times.
El significado simbólico de los murales en Pañamarca
Los murales descubiertos en Pañamarca no son meras decoraciones; poseen un profundo simbolismo que revela aspectos de la vida religiosa y social de los mochicas. Las escenas detalladas muestran a la mujer en un trono, asociadas con símbolos como la luna y el mar, lo que podría indicar un vínculo con una deidad o un estatus sacerdotal. Esta iconografía sugiere que la figura femenina celebrada en este sitio era vista como un puente entre lo terrenal y lo divino.
Según información proporcionada por el medio ya mencionado, la presencia de iconografía compleja refuerza la idea de un sistema de creencias donde las mujeres podrían asumir posiciones de alta autoridad. Gabriel Prieto, otro experto consultado, opina que “estos murales reconfiguran nuestra comprensión del arte mochica, indicando que las ceremonias y el poder espiritual estaban íntimamente ligados al liderazgo femenino”.
¿Qué relevancia tiene Pañamarca en la historia mochica?
En el norte de Perú, Pañamarca se erige como un punto emblemático de la civilización mochica que prosperó entre los años 350 y 850 dC. Desde la década de 1950, este lugar ha sido famoso por sus murales, los cuales representan escenas de rituales, conflictos y seres mitológicos. Sin embargo, el reciente hallazgo de un trono asociado a una figura femenina es un descubrimiento sin igual en la historia de Pañamarca y del antiguo Perú.
Jessica Ortiz Zevallos subraya que este descubrimiento acentúa la relevancia de este sitio arqueológico en la investigación de la cultura mochica, ampliamente reconocida por su arquitectura imponente, complejos rituales y arte minucioso.
Situada en una colina granítica, Pañamarca sobresale por sus majestuosas construcciones de adobe, incluyendo una plataforma escalonada y una plaza cercada, así como los murales que embellecen sus áreas ceremoniales. Los hallazgos en la recién descubierta sala, junto a la figura femenina en el trono, brindan un entendimiento más profundo acerca del rol crucial que las mujeres pudieron desempeñar en la estructura social y religiosa mochica.
Impacto arqueológico en el entendimiento de género preincaico
El hallazgo en Pañamarca invita a reconsiderar cómo entendemos la estructura de poder en las culturas preincaicas. En lugar de sociedades dominadas exclusivamente por hombres, emerge la evidencia de roles prominentes para las mujeres, enalteciendo su lugar en la política y la religión mochica. Esto ofrece una nueva narrativa que cambia el enfoque histórico convencional.
Jessica Ortiz Zevallos destaca que “estos descubrimientos nos aconsejan reevaluar las dinámicas sociales y políticas de los antiguos peruanos, permitiéndonos ver a las mujeres como figuras tan influyentes como sus contrapartes masculinas”. La valiosa información obtenida en Pañamarca abre la puerta para nuevas investigaciones que podrían revelar aún más sobre estas fascinantes estructuras de poder preincaicas.