El Índice de Progreso Social Regional del Perú (IPSRP) 2024, desarrollado por Centrum PUCP, en alianza con el Social Progress Imperative, revela que la inseguridad ciudadana es uno de los principales factores que frena el avance en la mayoría de regiones del país.
La seguridad ciudadana en el Perú ha registrado un alarmante retroceso entre los años 2016 y 2024, impulsado por la crisis política, la falta de reformas en políticas de seguridad y la planificación urbana deficiente. Lima Metropolitana, por ejemplo, ha experimentado una disminución del 30% en su seguridad debido al auge de delitos violentos y actividades delictivas organizadas. A nivel regional, la costa retrocedió un 11%, mientras que la sierra y la selva reportaron caídas aún más pronunciadas, con disminuciones del 15% y 14%, respectivamente, según se consigna en el informe del 2024. Este deterioro es especialmente preocupante en regiones como Madre de Dios, donde la seguridad personal cayó un 66%, vinculado al crecimiento de actividades ilegales como la minería informal.
Moquegua se mantiene en la primera posición del ranking con 66.4 puntos, posicionándose en el rango Medio Alto debido a su gestión en educación y al respeto de las libertades personales. En contraste, Puno continúa en la última posición con 51.3 puntos, a causa del descontento de su población respecto a sus derechos, lo que ha derivado en actos de violencia y criminalidad, limitando su capacidad para mejorar el bienestar de sus habitantes.
A pesar de que el IPSRP muestra que hay avances moderados en el progreso social —con un incremento promedio de 0.7 puntos desde 2021—, persisten marcadas desigualdades entre las regiones de la costa, sierra y selva. De las 25 regiones, 18 se ubican en el rango Medio Bajo y siete en el rango Bajo. Ninguna región ha alcanzado un nivel Alto de progreso, evidenciando los profundos retos estructurales que enfrenta el país.
Luis Del Carpio, director de la Maestría en Gerencia de Desarrollo Regional Competitivo en Centrum PUCP, señala que el crecimiento económico después de la pandemia no se ha traducido en progreso social para las regiones: “El bienestar de los hogares se ha visto amenazado por el aumento de indicadores clave como la desnutrición, la anemia y la inseguridad. Este fenómeno se debe, en parte, al alza de la inflación entre 2022 y 2023, pero también a la falta de políticas efectivas que funcionen incluso en tiempos donde el crecimiento económico es mediocre.”
Se reduce la brecha entre el Perú rural y urbano
Se aprecia un salto importante, 16 regiones saltan de nivel. Once de ellos pasan de un nivel Muy Bajo a Bajo y Pasco (puesto 1) pasa de un nivel Bajo a Medio alto. Por otro lado, Lima Metropolitana, Lima Provincias y el Callao ocupan los últimos lugares por su bajo desempeño en sus indicadores de sostenibilidad ambiental.
Este hecho importante se debe a que se ha registrado una mejora notable en el acceso a la Información y Telecomunicaciones. Con el objetivo de cerrar la brecha digital entre el Perú urbano y rural, el Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones (MTC), en colaboración con el sector privado, ha firmado contratos para ampliar el acceso a internet en más hogares rurales.
Según la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) de 2023, los hogares rurales con acceso a internet aumentaron un 383% en comparación con 2022. Este avance mejorará su bienestar al facilitarles el acceso a servicios esenciales, como la salud, y crear oportunidades de aprendizaje en línea, beneficiando especialmente a las escuelas rurales con recursos limitados.
Necesidades humanas básicas
En esta edición, Lima Metropolitana, Moquegua e Ica se mantienen en los primeros lugares. Por el contrario, Puno, Huancavelica y Ucayali ocupan las últimas posiciones. Los resultados señalan que el top 10, ocupado por las regiones de la costa, tuvo un retroceso en sus puntajes, siendo Arequipa y Tacna las que más retrocedieron en términos de bienestar.
Esta dimensión ha mostrado una evolución negativa desde el 2021. Los resultados señalan que el nivel de satisfacción de las necesidades básicas se asemeja al 2017. Es decir, que en ocho años no hay avances y hay indicios alarmantes de estar estancados en este aspecto. Sumado a esto, los resultados siguen mostrando una alta desigualdad entre las regiones.
La pandemia expuso los problemas estructurales del país, y poco o nada se ha hecho para mejorar el bienestar desde entonces. Los subsidios y políticas diseñadas para contrarrestar la inflación no lograron mejorar las condiciones de bienestar de los hogares. A pesar del crecimiento económico, los niveles de desnutrición y anemia aumentaron debido a la inflación. Además, el alarmante incremento de la inseguridad ciudadana ha agravado aún más esta situación.
Finalmente, esta dimensión refleja la profunda brecha entre las regiones de la costa, sierra y selva, donde el acceso a servicios esenciales como agua y saneamiento sigue siendo sumamente precario. Esto resalta las enormes disparidades que aún persisten en el país y que limitan el bienestar de gran parte de la población.
Oportunidades
Moquegua, Arequipa e Ica mantienen los primeros lugares en la dimensión de Oportunidades desde el 2017. Sin embargo, se debe resaltar que, si bien Moquegua mantiene el primer puesto, pasó de tener 74.3 puntos en el 2017 a 68.9 puntos en el 2024; Arequipa (2o puesto) repite el puntaje del 2017 y, finalmente, Ica (puesto 3) con 63.4 puntos disminuye un punto respecto al 2017. En la parte final del ranking, se encuentran Loreto, Huánuco y Puno.
Esta dimensión presenta una pequeña caída, que es explicada por el incremento moderado de los indicadores de discriminación. La exposición de la población extranjera vinculada a hechos delictivos más el incremento de la percepción de inseguridad han ocasionado que el peruano promedio se vuelva más intolerante.
Aunque se aprecian ciertas mejoras en el acceso a la educación superior, la brecha de las oportunidades entre las regiones vuelve a ampliarse. Esta posible tendencia, a largo plazo, solo obstaculizaría las perspectivas de crecimiento y desarrollo económico de dichas regiones. Estas siguen enfrentando grandes dificultades para garantizar derechos fundamentales y ofrecer acceso a una educación superior de calidad, lo que es una barrera para que sus ciudadanos puedan prosperar plenamente.
El IPSRP 2024 confirma que, a pesar de algunos avances, el progreso social en el Perú sigue siendo desigual, con muchas regiones que no han recuperado los niveles de desarrollo previos a la pandemia, especialmente en la dimensión de Necesidades Humanas Básicas. Del Carpio concluyó que es esencial implementar políticas más focalizadas y estrategias adaptadas a las necesidades específicas de cada región. “Si queremos alcanzar alguno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030, debemos actuar ahora, fortaleciendo la seguridad, mejorando el acceso a telecomunicaciones y educación, y promoviendo un desarrollo más equitativo y sostenible en todo el país”.
Sobre el índice de Progreso Social Regional del Perú
El IPSRP forma parte de las investigaciones que elabora Centrum PUCP, con el fin de conocer la situación del país y profundizar en el análisis de los puntos clave que fomenten un mayor progreso social, aplicado desde una perspectiva regional.
Este estudio, en su edición 2024, revela con mayor precisión la realidad post pandemia, enfocándose principalmente en el periodo que comienza en 2021. Este índice es elaborado a partir de una investigación exhaustiva basada en un modelo holístico, que incluye 52 indicadores sociales y ambientales, y permite medir los aspectos más importantes para la calidad de vida de las personas en tres dimensiones: (a) Necesidades básicas humanas, b) Fundamentos del bienestar y (c) Oportunidades.
Por ello, el Índice del Progreso Social Regional del Perú se convierte en una herramienta fundamental para la toma de decisiones, tanto para el sector privado como público. Asimismo, promueve el desarrollo de acciones vinculadas con la inversión pública e implementación de políticas que tengan como finalidad el incremento del progreso social de los peruanos en las 26 regiones del Perú.