A un día del paro convocado por diferentes gremios para pedir al gobierno de Dina Boluarte medidas efectivas contra ataques de sicarios y extorsionadores, una comerciante es víctima de la delincuencia. La madrugada del 24 de octubre, un incendio arrasó con una pequeña librería en el mercado Enrique Milla Ochoa, ubicado en el distrito de Los Olivos.
El siniestro fue captado por una cámara de seguridad, donde se puede observar cómo un hombre, aparentemente en pijama y con sandalias, rocía un líquido inflamable en la entrada del local antes de prenderle fuego. A pesar de que el sujeto estuvo a punto de ser alcanzado por las llamas, logró huir del lugar, con total impunidad, caminando tranquilamente, sin mostrar prisa o preocupación.
La dueña del establecimiento, visiblemente afectada, contó a Panamericana Televisión que la pérdida es incalculable. Todo lo que había logrado reunir a lo largo de los años para mantener a sus hijos quedó reducido a cenizas. Entre los productos que se perdieron en el incendio había una gran cantidad de útiles escolares, peluches y otros artículos, pues además de una librería, el negocio también funcionaba como un pequeño bazar.
“No tengo absolutamente nada. Todo quedó en cenizas. Necesito apoyo para poder seguir adelante”, dijo con la voz entrecortada. Además, señaló que nunca había tenido problemas con vecinos ni había recibido amenazas directas de extorsionadores, aunque sí mencionó haber recibido algunas llamadas que no contestó por venir de números desconocidos.
El mercado Enrique Milla Ochoa, donde se encuentra la librería, cerró el 23 de octubre en solidaridad con el paro nacional. Ironías del destino, un día después, este atentado contra el negocio de una de sus comerciantes conmocionó a los otros emprendedores. Aunque las autoridades aún investigan las causas y posibles responsables del ataque, la dueña del local no encuentra explicación para lo ocurrido. “No sé quién pudo haber hecho esto. No tengo problemas con nadie”, expresó.
Ataque dirigido
La mujer resaltó que el atentado estaba dirigido a su local, pues si los delincuentes habrían querido amenazar a todos los comerciantes del mercado, incendiaban la entrada principal.
En las cámaras de seguridad de la zona, se ve como el delincuente aprovechó la oscuridad de la madrugada para acercarse a la librería, rociar el líquido inflamable y prenderle fuego. Aunque los bomberos lograron controlar las llamas, el daño ya estaba hecho. Según los reportes, el fuego consumió rápidamente los productos del local, entre ellos cuadernos, material escolar y otros artículos altamente inflamables.
La mujer prefirió declarar de espaldas a las cámaras por temor a las represalias y pidió apoyo para seguir trabajando. Ella es una madre de familia, que enviudó y está a cargo de cinco hijos. Lamentó que todo el dinero que invirtió en su tienda se haya perdido. “No sé qué hacer. No sé por dónde empezar. Nosotros vivimos del día a día”, declaró.
Cifras
En Perú, la extorsión se ha convertido en un problema alarmante, con un promedio de 59 denuncias diarias, lo que equivale a un caso cada 24 minutos, según datos de la Policía Nacional del Perú (PNP) difundidos por el diario Correo. Entre enero y agosto de 2024, se registraron 14,220 denuncias de extorsión a nivel nacional, lo que representa un aumento respecto al mismo periodo del año anterior, cuando se reportaron 13,648 casos. Este incremento de 572 denuncias refleja una preocupante tendencia al alza en este tipo de delitos.
Las regiones más afectadas por este fenómeno son Lima, La Libertad y Piura, que concentran la mayoría de las denuncias. Lima encabeza la lista con 5,708 casos, seguida de La Libertad con 3,469 y Piura con 1,359. Estas tres regiones, junto con Lambayeque (553 denuncias), Callao (441) e Ica (413), suman un total de 11,943 denuncias, lo que representa el 84% del total nacional.
El delito de extorsión en Perú se caracteriza por la exigencia de dinero a cambio de no atentar contra la vida, la familia o los negocios de las víctimas. Este tipo de crimen no solo afecta la seguridad personal, sino que también tiene un impacto significativo en la economía y el bienestar de las comunidades afectadas.