Al menos nueve detenidos en Lima tras disturbios durante el paro de transportistas

Este miércoles 23 de octubre, diversos gremios convocaron a un paro nacional, impulsado por la creciente inseguridad y la falta de respuesta del gobierno ante el aumento de la criminalidad, que incluye extorsiones y sicariato. El paro, que abarcó sectores de transporte y organizaciones sociales, tuvo un impacto visible en Lima y Callao, paralizando gran parte del transporte público. La demanda central de los manifestantes es la derogación de la Ley 32108 y la implementación de medidas más estrictas contra el crimen organizado.

Desde primeras horas del día, la Policía Nacional del Perú (PNP) desplegó efectivos en distintos puntos de la capital. Según el general Enrique Felipe, jefe de la Región Policial Lima, el operativo policial inició a las 4:00 a.m., con el objetivo de garantizar el orden público y la seguridad de los ciudadanos. En declaraciones con Latina, el general señaló que las fuerzas policiales han estado enfocadas en permitir que los manifestantes ejerzan su derecho a la protesta de manera pacífica, a la vez que se garantizan otras libertades como la de tránsito.

Hasta las 2:00 p.m., el reporte oficial indicaba que las manifestaciones habían transcurrido sin mayores incidentes. No obstante, el general Felipe informó que se registraron cuatro intervenciones policiales por disturbios en la mañana, de las cuales resultaron tres detenciones. Las personas detenidas intentaron prender llantas en la vía pública, lo que fue considerado una alteración del orden, y se les imputó el delito de disturbios. Según el general, se trató de actos aislados, ya que la mayoría de los manifestantes mantuvo una actitud pacífica.

En horas de la tarde, exactamente a las 6:00 p.m., la PNP informó a través de sus redes sociales sobre la detención de nueve personas durante el paro nacional en Lima. Según el comunicado, los detenidos estarían involucrados en la comisión del delito contra la tranquilidad pública, específicamente por disturbios registrados en diversos puntos de la capital. Las autoridades precisaron que las intervenciones se llevaron a cabo como parte de los operativos destinados a mantener el orden y evitar actos que puedan desvirtuar el desarrollo de la protesta.

Además, la PNP detalló que entre los delitos imputados se incluyen aquellos contra los medios de transporte, comunicación y otros servicios públicos, así como delitos contra el patrimonio. Estas acciones buscan salvaguardar tanto a los manifestantes como a los ciudadanos que no participan en la protesta, asegurando que las actividades esenciales continúen de manera segura.

En el dispositivo de seguridad se incorporaron 1 mil 500 agentes de la Unidad de Servicios Especiales (USE) para cubrir las áreas donde se esperaban mayores concentraciones de manifestantes. El general Felipe indicó que se organizaron relevos para mantener el control en distintas zonas a lo largo del día. En la avenida Abancay, uno de los puntos críticos de la movilización, se dispuso el cierre de tramos importantes como el jirón Ucayali y el puente Ricardo Palma. Las barreras humanas formadas por efectivos policiales fueron una medida preventiva para evitar que los manifestantes se acerquen a instalaciones del Congreso de la República.

En relación con la llegada de más manifestantes, el jefe de la Región Policial Lima explicó que la mayoría de las personas que participaron en la protesta ya se encontraban en el lugar desde tempranas horas. Sin embargo, un contingente de aproximadamente 1 mil 500 personas provenientes del Cono Norte de Lima continuaba su recorrido hacia el centro de la ciudad, acompañados también por agentes de la USE.

El paro nacional convocado para este día reunió a diversos sectores que manifestaron su descontento con la situación de inseguridad en el país. Gremios de transportistas lideraron la movilización, exigiendo la derogación de la Ley 32108, una norma que consideran perjudicial para su sector. Asimismo, comerciantes del emporio textil de Gamarra se sumaron a las protestas, marchando hacia el Centro de Lima en reclamo de mayor seguridad y medidas concretas contra el crimen organizado.

El transporte público fue uno de los sectores más afectados por la paralización, lo que provocó que varias instituciones educativas, tanto colegios como universidades, optaran por realizar clases virtuales. Por su parte, el gobierno implementó medidas de contingencia en el transporte urbano, pero no logró evitar el impacto generalizado en la ciudad.

Además de los gremios de transporte, otras organizaciones sociales aprovecharon la convocatoria del paro para hacer visibles sus propias demandas. En algunos puntos de la capital, se observaron caravanas con pancartas y figuras simbólicas. Un vehículo que transportaba la imagen de una rata, acompañada de mensajes contra la extorsión y la inacción de las autoridades, intentó ingresar a zonas cercanas al Congreso, pero fue bloqueado por las fuerzas de seguridad.