La historia de la joven que obtuvo el 1er puesto en Medicina en la UNMSM tras estudiar 12 horas al día: “No creía que fuera posible”

A sus 17 años, Camila Alvarado se destaca como la principal ingresante a la carrera de Medicina en la Decana de América, una hazaña lograda gracias a su dedicación, sacrificios personales y el incondicional apoyo de su familia.

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Camila Alvarado alcanzó el primer lugar en el examen de Medicina de la UNMSM, superando sus propias expectativas y las de sus compañeros. (Composición: Infobae / Andina)
Camila Alvarado alcanzó el primer lugar en el examen de Medicina de la UNMSM, superando sus propias expectativas y las de sus compañeros. (Composición: Infobae / Andina)

Para muchos jóvenes, ingresar a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), especialmente a la Facultad de Medicina, representa un logro significativo en su vida. Este año, Camila Alvarado Risco, joven estudiante de 17 años, logró posicionarse en el primer lugar del examen de admisión para esta carrera. Su historia, llena de esfuerzo, dedicación y sorpresas, revela las claves que la llevaron a alcanzar esta meta en la universidad más antigua de América.

Camila conversó con Infobae Perú y recordó el momento en que descubrió su ingreso a la Decana de América. Recibió una captura de pantalla que confirmaba su admisión a la Facultad de Medicina, pero al principio no lo podía creer. Pensaba que sus compañeros de academia, quienes siempre destacaban, obtendrían las mejores posiciones. “No creía que fuera posible”, confesó al revivir ese instante. Su tutora, días antes del examen, le había asegurado con convicción: “Vas a alcanzar el cómputo”. Sin embargo, no fue hasta que verificó en el portal de admisión que se dio cuenta de que no solo había ingresado, sino que lo había hecho con el puntaje más alto: 1.527 puntos.

Un inicio inesperado

ecribir, anotar, resumir, memoria, exámenes, rendir, caderno de apuntes (Imagen Ilustrativa Infobae)
ecribir, anotar, resumir, memoria, exámenes, rendir, caderno de apuntes (Imagen Ilustrativa Infobae)

Al conversar sobre su logro, Camila reflexiona sobre los últimos años de preparación. A diferencia de lo que muchos podrían pensar, su camino no estuvo lleno de certezas. El año pasado, finalizó su educación secundaria, y fue entonces cuando comenzó a tomar en serio su objetivo de estudiar Medicina. “Mi preparación comenzó en quinto de secundaria. Estuve en un ciclo escolar al inicio, y luego pasé a una academia”, señaló.

El cambio de ambiente fue un desafío adicional. Durante su último año de colegio, asistía a una academia cercana a su hogar, pero al egresar tuvo que trasladarse a una más lejana, lo que implicaba largas horas de viaje. A pesar de esto, supo aprovechar al máximo cada momento: “Por la distancia, aprovechaba el tiempo repasando en el carro”.

Elegir una carrera no fue una tarea sencilla para Camila. Sin embargo, optó por Medicina, un campo que, según ella, ofrecía amplias oportunidades laborales y diversas especialidades en las que podría enfocarse en el futuro. “Es una carrera difícil y tiene una salida laboral bastante amplia. Hay muchas ramas en las que me podría especializar”, comentó.

El día del examen

La competencia fue intensa, con una proporción de 100 postulantes por cada vacante, lo que incrementó la tensión entre los jóvenes aspirantes. - Crédito: UNMSM
La competencia fue intensa, con una proporción de 100 postulantes por cada vacante, lo que incrementó la tensión entre los jóvenes aspirantes. - Crédito: UNMSM

El examen de admisión se acercaba y con ello, la tensión crecía. Al ser consultada sobre sus emociones en ese momento, Camila admite haber estado algo nerviosa. Sin embargo, a pesar de sus temores, mantuvo una rutina de estudio hasta el último día. “Pensaba que los demás se habían preparado más que yo, pero aun así estudié un día antes, repasando historia y letras”, relató.

Al preguntarle sobre su estrategia de preparación, compartió que su enfoque estuvo basado en un análisis de los temas más frecuentes en las pruebas anteriores. “Hicimos un mapeo de los temas más recurrentes y me guié por los exámenes de la semana anterior”. Este enfoque estructurado fue clave en su rendimiento final.

Desafíos durante la preparación y el apoyo familiar

El rol de su familia fue clave, desde la preparación de sus almuerzos hasta el acompañamiento constante a lo largo de su preparación. (Andina)
El rol de su familia fue clave, desde la preparación de sus almuerzos hasta el acompañamiento constante a lo largo de su preparación. (Andina)

La organización del tiempo y el cansancio fueron dos de los mayores retos para Camila. Durante su preparación, muchas veces no pudo cumplir con su cronograma de estudio al cien por ciento. “A veces no cumplía al 100% mi horario porque llegaba cansada o me extendía en algún curso”, reveló.

Su rutina diaria era intensa. Estudiaba más de 10 a 12 horas al día, contando las clases en la academia. Mantener este nivel de esfuerzo durante varios meses no fue sencillo, pero la joven supo encontrar el equilibrio necesario para continuar adelante. A pesar del cansancio, seguía adelante, siempre con la meta en mente.

Al llegar el día de los resultados, Camila fue recibida con una sorpresa. Su tutora le envió una captura de pantalla confirmando su ingreso. Al principio, pensó que se trataba de un mensaje para incentivarla. “Pensé que era algo motivacional, pero luego vi mi nombre y no sabía cómo sentirme”, recordó.

La noticia fue recibida con emoción en su hogar. “Mi mamá se emocionó mucho cuando le dije que ingresé en primer puesto”. Su padre, por su parte, quedó sorprendido y sin palabras, sin saber cómo reaccionar ante la noticia.

El papel de su familia durante todo este proceso fue fundamental. La cachimba destacó el apoyo que recibió tanto de sus padres como de sus hermanos. “Mi mamá se levantaba temprano para preparar mi almuerzo para la academia, y mi papá me llevaba al paradero”. La presencia constante de sus padres le permitió concentrarse en su preparación, sabiendo que contaba con el respaldo emocional y logístico de su familia.

El futuro en la universidad

Mirando hacia adelante, la joven es consciente de que su paso por la universidad será un desafío mayor. “Quiero ser una buena estudiante. Sé que será difícil y diferente al colegio, y tengo miedo de no ser suficiente”, confesó. Sin embargo, su determinación sigue siendo fuerte. Camila espera que, con el tiempo, pueda adaptarse a las exigencias de la Facultad de Medicina y cumplir con sus propias expectativas.

Entre sus objetivos a largo plazo, visualiza especializarse en cirugía. Aunque no hay un momento específico que haya inspirado esta decisión, ella siente una atracción especial por esta área. “Me gustaría especializarme en cirugía. No hay un hecho específico que me haya inspirado, pero me gusta lo dinámico y desafiante de esa especialidad”, explicó.

Recomendaciones para futuros postulantes

Camila también tuvo palabras de aliento para aquellos jóvenes que, como ella, se están preparando para rendir el examen de admisión. Su recomendación principal es mantener el “control de sus emociones, que confíen en todo lo que han estudiado y que, si no ingresan, no es el fin del mundo, hay más oportunidades”.

Su propia experiencia demuestra que el éxito en un examen de admisión no llega de la noche a la mañana, sino que es el resultado de meses de preparación constante y sacrificios. A pesar de los momentos de duda, la joven continuó trabajando con disciplina, enfocándose en su meta y, finalmente, logrando uno de los mayores logros de su vida académica.

En cuanto a su futuro en la carrera de Medicina, Camila espera adquirir los conocimientos y habilidades necesarios para especializarse en el futuro, e incluso considera la posibilidad de continuar sus estudios en el extranjero.

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