En las orillas del río Las Piedras, en Puerto Maldonado, un grupo de indígenas en situación de aislamiento, presumiblemente de la comunidad Mashco Piro, se acercó a la localidad de Boca Pariamarca para solicitar alimentos.
Este inusual evento ocurrió a cuatro horas de la capital de Madre de Dios, y ha generado preocupación debido a los riesgos que implica el contacto entre comunidades aisladas y la civilización.
Según detalló Radio Exitosa, los nativos se aproximaron a la comunidad en busca de alimentos como plátanos y caña de azúcar, que los lugareños les proporcionaron. Los comuneros, conscientes de la situación, enviaron los insumos en una balsa para que los nativos pudieran cruzar el río y recoger los víveres.
La disminución del caudal del río habría facilitado el desplazamiento en los bancos de arena, haciendo más accesible el cruce para los nativos.
El acercamiento de esta tribu a la comunidad se atribuye a la presión ejercida por extractores ilegales de madera en su territorio. Estos extractores, también conocidos como extractores forestales, están afectando el hábitat de los nativos, quienes viven en aislamiento voluntario en medio de la selva. La actividad de estos comerciantes de madera está coartando su estilo de vida tradicional.
Los comuneros señalaron que evitaron un contacto muy cercano con la mencionada tribu porque podrían existir riesgos inherentes al contacto entre personas de la civilización y comunidades aisladas.
Las enfermedades comunes para la población general podrían ser mortales para los nativos, cuyos sistemas inmunológicos no están preparados para enfrentarlas, argumentaron. Este tipo de interacción debe manejarse con extrema precaución para evitar consecuencias graves para las comunidades no contactadas, agregaron.
Hallan muerto a defensor ambiental
Gerardo Keimari, un destacado líder indígena matsigenka, fue encontrado muerto cerca de la comunidad nativa Shipetiari en la región de Madre de Dios, Perú, el 8 de octubre. Según informó TV Perú, el Ministerio Público ha iniciado una investigación para esclarecer las circunstancias de su fallecimiento, con la participación de la Fiscalía Penal Supraprovincial Especializada en Derechos Humanos e Interculturalidad y la Fiscalía Provincial Mixta de Manu.
El cuerpo de Keimari fue trasladado a la Unidad Médico Legal II de Cusco para realizar la necropsia, donde también se recogieron muestras y evidencias. Peritos del Subsistema de Derechos Humanos participaron en el proceso y entregaron el cuerpo a sus familiares. La Defensoría del Pueblo expresó su pesar por la muerte del líder indígena y solicitó a la Policía Nacional del Perú (PNP) y al Ministerio Público una investigación exhaustiva y rápida para determinar responsabilidades y proteger a la familia de Keimari.
La organización regional Ejecutor del Contrato de Administración de la Reserva Comunal Amarakaeri destacó que Keimari estaba activamente involucrado en la defensa de su territorio ancestral. En un comunicado citado por la agencia EFE, señalaron que su muerte ocurrió en un contexto de amenazas y ataques armados contra miembros de la comunidad, relacionados con la expansión de su territorio comunal. A pesar de haber informado al Mecanismo Intersectorial para la protección de defensoras de derechos humanos del Ministerio de Justicia (Minjus), el asesinato de Keimari sugiere una falta de protección efectiva.
La Defensoría del Pueblo también instó al Ministerio del Interior y a la PNP a aumentar la presencia policial en Shipetiari y áreas cercanas para garantizar la seguridad de las comunidades nativas.
¿Por qué se encuentran en un estado de vulnerabilidad?
La Amazonía peruana es hogar de diversos pueblos indígenas, algunos de los cuales enfrentan situaciones de aislamiento o contacto inicial con la sociedad. Estos grupos se encuentran en un estado de vulnerabilidad significativa debido a su interacción limitada con el exterior, lo que los expone a riesgos sanitarios, territoriales, socioculturales y demográficos.
Los pueblos en aislamiento no han desarrollado relaciones sostenidas con el resto de la sociedad peruana, o bien han decidido interrumpirlas. Por ello, se encuentran en una situación de fragilidad que puede resultar peligrosa al estar expuesto.