Ceviche peruano alcanzó la estratósfera: un proyecto inédito que llevó el plato bandera a 30 mil metros de altura

Uno de los platos principales de la gastronomía peruana, el ceviche, conquistó hace unas semanas alturas insospechadas. El influencer Mauricio Velarde sorprendió al lanzar este platillo a la estratósfera, en una hazaña inédita. A través de su cuenta de Instagram, Limaalplato, compartió con sus seguidores cada paso de esta singular aventura culinaria y su sorprendente resultado.

Velarde explicó que el propósito detrás de este proyecto no solo era destacar la versatilidad y simbolismo del ceviche, sino llevarlo a un nivel nunca antes visto. A través de un video difundido en sus redes sociales, narró cómo surgió la idea de lanzar el manjar peruano a más de 30 mil metros sobre el nivel del mar. “Nuestro ceviche es increíble y, aunque ha llegado a todos lados, quería llevarlo más allá, a un lugar alto e inalcanzable, como lo es Perú”, señaló en la descripción del video.

El proyecto comenzó en las primeras horas del día. Velarde y su equipo partieron rumbo a Ica, un destino clave para este lanzamiento debido a las condiciones geográficas y climáticas. A lo largo del viaje, estuvieron en constante comunicación con el equipo de control aéreo. Los involucrados en esta etapa fueron Iván Sergo, Eizhel Rimache, Julio Cesar Tineo y Octavio Chon, quienes supervisaron la logística técnica y la seguridad del lanzamiento.

El equipo escogió un lugar específico en el desierto de Ocucaje, conocido por su amplitud y baja interferencia humana, ideal para la misión. Tras analizar las condiciones del viento y preparar los dispositivos necesarios, comenzó el inflado del globo estratosférico. Este globo, lleno de helio, fue el encargado de elevar el plato bandera del Perú a una altitud impresionante, donde las imágenes captadas mostraron al ceviche flotando en medio de un cielo azul.

A medida que el globo ascendía, el influencer y su equipo siguieron la trayectoria a través de una antena instalada en una camioneta. Mantuvieron una comunicación constante para estimar la ubicación exacta del ceviche en su viaje. Una vez que alcanzó una altitud de aproximadamente 29 kilómetros, el equipo se movilizó al desierto, siguiendo las coordenadas proporcionadas por el sistema de rastreo, con la esperanza de recuperar el ceviche tras su aterrizaje.

El rastreo no fue sencillo. Se necesitó un arduo seguimiento por radio, ajustando las coordenadas a medida que el globo se desplazaba por la estratósfera y luego descendía de nuevo a la Tierra. Las imágenes compartidas en redes sociales mostraron cómo el equipo, liderado por Velarde, recorrió el desierto de Ocucaje en busca de los restos del ceviche.

Este plato, que protagonizó una de las hazañas más curiosas de los últimos tiempos, tiene un origen que se remonta a épocas preincaicas. La cultura Mochica, asentada en la costa norte del Perú, preparaba un plato basado en pescado fresco marinado con el jugo de una fruta cítrica conocida como “tumbo”. Esta preparación era acompañada de hierbas locales y se considera una de las primeras versiones del ceviche.

Con la expansión del imperio incaico, la receta del ceviche fue modificada. Los incas introdujeron el uso de chicha de jora para macerar el pescado y añadieron otros ingredientes como sal y ají. La llegada de los españoles al continente trajo nuevos cambios a la receta, como la inclusión de cebolla y jugo de naranjas agrias. A mediados del siglo XX, el jugo de limón reemplazó al de naranja agria, dando al ceviche su sabor característico.

A lo largo de los años, el ceviche ha atravesado varias transformaciones. En la década de 1860, se conocía como “seviche” y se preparaba con cualquier tipo de pescado, marinado con naranja agria, ají y sal. En la ciudad de Lima, este platillo experimentó una variación importante siete años después, cuando se comenzaron a emplear pescados específicos como la corvina, la lisa o el pejerrey. A estos se les añadía cebolla, tomate, ají verde, pimienta y orégano, creando una combinación de sabores única.

Para 1890, el uso de la corvina se consolidó como el ingrediente principal del seviche, y en 1928, se introdujo el limón como reemplazo de la naranja agria. Este cambio en la receta marcó una nueva etapa en la evolución del ceviche, que empezó a ser servido con acompañamientos como maíz tostado y choclo.

La preparación moderna del ceviche, que incluye el corte en dados del pescado, se consolidó a mediados del siglo XX. Los ingredientes esenciales de este platillo, como el limón, ají amarillo y cebolla, han permanecido desde entonces, aunque la presentación y los acompañamientos vienen evolucionando según las tendencias gastronómicas.