Las bandas criminales y organizaciones extorsivas han encontrado un nuevo blanco: los colegios. Este espacio, que debería ser un refugio seguro para niños y adolescentes, se ha convertido en un lugar de temor debido al incremento de amenazas de extorsión. Solo la semana pasada, un sicario asesinó a un profesor dentro de su institución educativa en Ate. El violento crimen ocurrió en frente de los estudiantes.
Al menos 172 colegios privados en Perú han denunciado ser víctimas de extorsión, con exigencias que oscilan entre los 10,000 y 200,000 soles. La pregunta que muchos padres y docentes se hacen es: ¿cuánto más tiene que esperar el gobierno de Dina Boluarte para tomar medidas efectivas contra este problema?
El miedo y la preocupación entre los padres de familia aumentan a medida que crece la inseguridad. “Imagínese que vengo con mis dos hijos al colegio y me encuentro con un artefacto explosivo. Es un riesgo que no deberíamos correr”, lamentó una madre.
El fiscal Jorge Chávez Cotrina, Coordinador de la Fiscalía contra el Crimen Organizado, explicó que los extorsionadores no discriminan entre víctimas; atacan a cualquier entidad que consideren vulnerable, y los colegios privados son un blanco atractivo.
“Los delincuentes identifican a las empresas o emprendedores más débiles, los que tienen menos protección, y aprovechan para extorsionarlos”, explicó. Este problema, según el fiscal, no es nuevo. Incluso antes de la pandemia, algunas instituciones educativas privadas ya habían sido blanco de extorsiones
Pero la extorsión no afecta únicamente a los colegios privados. Según Edgar Trejo, presidente de la Coordinadora Nacional de Padres y Apafas del Perú, más de 24 colegios públicos también han reportado ser víctimas de estos delitos.
“Tenemos más de dos docenas de quejas y denuncias de padres que temen que algo le ocurra a sus hijos en una institución pública”, señaló.
Ante este panorama, los padres de familia se están organizando para convocar una asamblea nacional y, de ser necesario, movilizarse en las calles para exigir mayor seguridad en los colegios. “Estamos a punto de salir a las calles”, advirtió Trejo.
Patrullaje insuficiente
En respuesta a la ola de extorsiones, Chávez Cotrina señaló que una forma de disuadir a los delincuentes es incrementar la presencia policial en las inmediaciones de los colegios. Sin embargo, la Policía Nacional del Perú no tiene la capacidad para desplegar suficientes efectivos en todas las instituciones afectadas.
“Lamentablemente, cuando se ha dicho que vayan a hacer estas denuncia a la Policía, les han dicho que ellos no tienen la capacidad para poder atender estas denuncias y dar las garantías del caso”, lamentó Trejo.
Los distritos más afectados por estas extorsiones son San Juan de Lurigancho, Ate, Lima Norte y Trujillo, zonas donde la presencia de bandas criminales ha crecido de manera significativa en los últimos años.
La otra cifra
Giannina Miranda, representante del colectivo Educar con Libertad y presidenta de la Asociación de Promotores de Educación Escolar Inicial del Perú (APEIP), advirtió que la cifra real de colegios extorsionados supera los 200, ya que muchos empresarios temen denunciar.
“Nosotros, desde las asociaciones, manejamos lo que llamamos la ‘cifra negra’. Son aquellos que directamente nos dicen: ‘Tenemos miedo, no vamos a denunciar’. Hasta el momento, calculamos que son al menos 250 colegios los afectados”, declaró en una entrevista con RPP.
Miranda explicó que el modus operandi de los delincuentes suele comenzar con el envío de una carta a los dueños de los colegios, advirtiendo que ya están en la zona. Luego, inician las amenazas y el reglaje, que culminan con atentados contra la infraestructura de las instituciones educativas si no se cumple con el pago exigido.
La presidenta de la APEIP lamentó profundamente que la situación haya llegado al punto de que los delincuentes ataquen instituciones educativas.
“Antes era imposible que por nuestra mente pasara, que un extorsionador podría estar tocando las puertas de los colegios”, comentó.