A pocas horas del paro anunciado por los gremios de transportistas para el 23 de octubre, la Policía Nacional del Perú (PNP) ajusta sus planes de acción frente a las manifestaciones. El comandante José Luis Solari, jefe de la Unidad de Control de Disturbios Centro, explicó en una entrevista con TVPerú cómo se estructuran las medidas de control para garantizar el orden durante las protestas.
El comandante aclaró que la PNP cuenta con una serie de técnicas y maniobras para el manejo de multitudes, reservando el uso de armas menos letales, como bombas lacrimógenas y postas de goma, como último recurso. “Tenemos otras técnicas de disuasión, mediación y persuasión. En las reuniones pacíficas, se sigue un tratamiento especial porque involucran a distintos grupos de personas, entre ellas, pueblos indígenas, mujeres, periodistas y defensores de derechos humanos”, puntualizó.
Fuerza razonable y legítima
El uso de la fuerza por parte de los efectivos de la PNP es un tema recurrente en el marco de las manifestaciones en el país. Solari detalló que los policías están capacitados para emplear la fuerza cuando sea absolutamente necesario, siguiendo principios de legitimidad, proporcionalidad y razonabilidad. “El mensaje que dio el ministro del Interior y el comandante general es claro: todo policía tiene la atribución de usar su fuerza de forma legítima. Pero esa fuerza debe emplearse con moderación y solo cuando las circunstancias lo requieran”, señaló.
Según el comandante, en situaciones donde las multitudes pacíficas se tornan violentas, el objetivo es detener a los responsables de actos ilícitos sin afectar a los demás participantes. “No se trata de dispersar a toda la reunión. Si se detecta un acto individual de violencia, el policía puede detener a esa persona en específico. Solo si la violencia se generaliza y afecta a los cuerpos de seguridad, es cuando se decide dispersar a la totalidad de los manifestantes”, explicó el efe de la Unidad de Control de Disturbios Centro.
El paro de transportistas y su impacto en Lima y Callao
El miércoles 23 de octubre, los gremios de transportistas de Lima y Callao han convocado a un paro, argumentando la falta de seguridad frente a la ola de criminalidad que afecta al sector. La medida es respaldada por diversas organizaciones, incluidas empresas de transporte urbano y gremios de comerciantes. Según estimaciones de los organizadores, más del 90% de las empresas de transporte público en Lima y Callao dejarán de operar durante la jornada.
Walter Carrera, presidente de la Asociación de Transportistas Nacional e Internacional (Asotrani), informó que, basados en las coordinaciones realizadas hasta ahora, se espera una participación masiva en el paro. “Creo que, como en ocasiones anteriores, la medida se cumplirá en su totalidad. Se está luchando por la vida y la paz, frente a las malas decisiones del Congreso. Estamos seguros de que más del 90 % de las empresas acatarán el paro”, declaró Carrera a medios locales.
Gremios que apoyan la medida
La protesta no involucra únicamente al sector de transporte. Según Julio Campos, dirigente de un gremio de transportistas, la convocatoria ha logrado unir a más de 230 gremios a nivel nacional. Entre ellos se encuentran gremios estudiantiles, vecinos de diversas zonas de Lima, mototaxistas, taxistas, bodegueros y empresarios del emporio comercial de Gamarra. Todos ellos forman parte de la Coordinadora Unitaria de Lucha Multiplataforma, la organización que lidera la convocatoria del paro.
Entre los gremios más visibles que han manifestado su adhesión al paro, destacan:
- Asociación Nacional de Integración de Transportistas (Anitra)
- Comité de Gremios de Transportistas del Perú
- Gremio estudiantil de la UNMSM
- Gremio de Mototaxistas y Taxistas
- Gremio de Bodegueros y Mercados
- Asociación de Familiares de las Víctimas de las Masacres del 2022 y 2023