Graves consecuencias. El Consejo Departamental de Lima del Colegio de Ingenieros del Perú (CIP) ha revelado que las reservas probadas de petróleo y gas en el Perú solo alcanzarían para cubrir la demanda local durante unos 15 años, siempre y cuando el crecimiento de la economía no supere el 4%.
De acuerdo al ente colegiado, el Perú enfrenta un desafío energético significativo debido a la disminución de sus reservas de hidrocarburos.
Actualmente, el país gasta entre US$10.000 y US$11.000 millones anuales en la importación de petróleo y sus derivados, a pesar de contar con recursos naturales que podrían reducir esta dependencia.
Vale precisar que, actualmente, el Perú ya es deficitario de petróleo y sus derivados. Produce alrededor de 40.000 de los 250.000 barriles que consume a diario, por lo que el CIP se refiere en realidad a la reposición de las reservas de gas natural, en manos de Camisea. Incluso el 80% del GLP que se consume en Perú se fabrica localmente con este energético, aunque se vende a precio internacional.
Esta situación se agrava por la falta de inversión en proyectos de exploración de gas y petróleo, lo que ha llevado a una disminución de las reservas probadas, según el CIP.
Así, la industria de hidrocarburos en Perú ha visto una caída en la inversión exploratoria en las últimas décadas, lo que compromete la sostenibilidad de la producción de estos recursos estratégicos.
También es necesario mencionar que el fin de las reservas probadas no significa que el Perú se queda sin petróleo o gas. Todavía nos quedan otro tipo de reservas, como las contingentes o prospectivas, por ejemplo.
Según estimaciones de la institución, sin nuevos pozos exploratorios ni yacimientos, “el país podría enfrentar un déficit energético en los próximos 15 o 16 años, siempre que el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) no supere el 4%”.
De lo contrario, el déficit podría presentarse antes, obligando a Perú a aumentar sus importaciones de petróleo y gas, lo que impactaría negativamente en la economía al elevar los costos energéticos.
¿Por qué no se explora en el Perú?
El Instituto Peruano de Ingenieros de Gas, Petróleo y Energía (IPIGPE), a través de su presidente, el ingeniero Freddy Morales, ha advertido sobre el riesgo de que Perú se convierta en un importador neto de petróleo y gas natural hacia finales de la próxima década.
Morales enfatizó que, sin medidas inmediatas para destrabar las inversiones en exploración, la infraestructura actual de transporte y distribución de hidrocarburos podría perder su valor económico.
Sin embargo, debe tomarse en cuenta que la inversión en hidrocarburos en el Perú depende, angularmente, de dos grandes verticales: que se puedan flexibilizar los requisitos medioambientales y de carácter privado en el sector (regalías, facilidades para contratar con services, etc) y, por otro lado, que exista una demanda que justifique la inversión.
En el caso del petróleo, tenemos lotes que representan una verdadera carga para el Estado peruano, pues generán más pérdidas que ingresos en la selva peruana debido a contingencias medioambientales derivadas de anteriores operadores.
Aunque siempre se ha hablado de que la estatal Petroperú representa un escollo para las inversiones privadas en la cuenca petrolera del norte, lo cierto es que su refinería de Talara es la única que justifica la existencia de esos lotes, pues les compra el crudo a precio internacional.
Por el otro lado, tenemos el proyecto de Camisea, que reinyecta el gas que no logra utilizar del Lote 88, destinado para el mercado peruano a precio regulado. El producto de los otros dos lotes, el 57 y y el 56, se va para afuera. El Lote 58 de la china CNPC operará desde 2025.
Para que Camisea pueda invertir en reponer reservas, primero tiene que asegurarse de dónde las va a colocar. Sin petroquímica, masificación ni mayor capacidad en el gasoducto de TGP (entre otros factores) no tendría sentido que lo haga.
Pero el tema es que las reservas de gas natural -como se mencionó antes- no tienen para más de 15 años, por lo que ahora todos apuntan a ingresar al hermano de Camisea: el Candamo, donde la regulación peruana medioambiental bloquea el negocio hidrocarburífero.
CIP organiza el I Congreso Peruano de Gas y Petróleo
El I Congreso Peruano de Gas y Petróleo, organizado por el Consejo Departamental de Lima del Colegio de Ingenieros del Perú (CIP) y el Instituto Peruano de Ingenieros de Gas, Petróleo y Energía (IPIGPE), busca abordar estos desafíos y ser un foro abierto de reflexión y diálogo para identificar alternativas de mejora que estimule las actividades exploratorias para asegurar la producción de hidrocarburos y evitar una mayor dependencia de las importaciones de petróleo y sus derivados.
El evento que se realizará el 21, 22 y 23 de octubre, será también un espacio de encuentro de académicos, funcionarios y expertos del sector de hidrocarburos como el ingeniero Eleodoro Mayorga, exministro del Minem; el exministro de Economía Luis Miguel Castilla; el doctor Daniel Olcese, catedrático de la UNI; y Carlos Garibaldi, secretario ejecutivo de la Asociación de Empresas de Petróleo, Gas y Energía Renovable de América Latina y el Caribe -ARPEL, entre otros.
Se abordarán temas como los permisos ambientales y cómo vamos en la exploración y producción de petróleo y gas natural en el Perú y en América Latina; las buenas prácticas de la industria Oil&Gas en las Áreas Naturales Protegidas-ANP; Régimen fiscal en el país en comparación con otros países de la región; la viabilidad de una planta petroquímica en el país, entre otros temas.
El congreso se realizará en la sede del Consejo Departamental de Lima de la CIP, localizado en la calle Barcelona 290, en el distrito de San Isidro.