El secuestro y asesinato de Marco Antonio Huaitán Silva, un trabajador de Serpost, empresa estatal peruana, dedicada al servicio de correspondencia y encomiendas nacionales e internacionales, ha conmocionado. El pasado jueves, el hombre de 52 años, fue secuestrado tras salir de su oficina en La Victoria, y al día siguiente fue encontrado sin vida cerca de un parque en el Callao. Los delincuentes exigieron un rescate de 35 mil soles, pero finalmente lo asesinaron a balazos.
Aquel día Huaitán Silva no regresó a su hogar en San Miguel. En la madrugada del viernes 18 de octubre, su madre recibió una llamada extorsiva solicitando el dinero para garantizar su seguridad. Ante la situación, la familia denunció su desaparición a las autoridades. Durante la investigación, se descubrió que se realizaron dos transferencias de tres mil soles cada una desde las tarjetas de Huaitán, además de compras en centros comerciales la noche del jueves, según el general Samuel Peralta, director de la Región Policial Callao.
Su hija, al revisar las transacciones, logró identificar al titular de la cuenta receptora del dinero y contactó a su familia. Sin embargo, la respuesta que recibió fue evasiva, ya que la madre del titular negó cualquier relación con el secuestro y colgó la llamada, informó Trome.
Mientras las autoridades continuaban con las investigaciones, el cuerpo de Huaitán fue hallado el viernes por la tarde, arrojado desde un vehículo en movimiento en el parque 2 de Julio y recibió seis disparos. Además, presentaba signos de haber sido golpeado y torturado, según informó el director de la Región Policial Callao, general Samuel Peralta.
El caso ha puesto de relieve la creciente problemática de la extorsión y el secuestro en el país, y las autoridades están trabajando para identificar y capturar a los responsables de este crimen. La comunidad espera que se haga justicia y se tomen medidas para prevenir futuros incidentes de este tipo.
Sospechas
La hija de Huaitán descubrió que se habían realizado dos transferencias de tres mil soles cada una desde las tarjetas de la víctima a una tercera persona. Además, se detectaron compras en dos centros comerciales entre las 9:50 y las 11 de la noche del jueves. Todo el dinero transferido provenía de los ahorros de Huaitán.
Con el nombre del titular de la cuenta receptora, la hija de Huaitán logró encontrar un número telefónico y llamó. La llamada fue atendida por una mujer que se identificó como la madre del titular de la cuenta. Su hija le pidió que liberara a su padre, ya que el dinero había sido transferido, pero la mujer respondió que se trataba de un error y colgó.
Durante la investigación, el titular de la cuenta bancaria reveló a los agentes del Depincri Bellavista que Antonella Zegarra, de 24 años, y Lucas Torres, de 20, hermanastros, le habían pedido prestada su cuenta para recibir el dinero. También mencionó que ya había transferido el dinero a Antonella.
Detienen en Chile a los presuntos criminales
Con esta información, la policía buscó a los sospechosos Antonela Cegarra Cegarra y Lucas Torres Panduro, en sus domicilios, pero no los encontró. Sin embargo, el sábado, Antonella publicó en sus redes sociales una foto de un boleto de avión con destino a Chile. La policía se dirigió al aeropuerto y descubrió que ya habían salido del país.
Notificaron entonces a la Policía de Investigaciones de Chile, quien logró retenerlos a su llegada, y el domingo fueron devueltos a Perú, lo que permitió su captura en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez.
Ministerio Público y el Poder Judicial, se dispuso la detención preliminar de los dos implicados por un período de 7 días para continuar con las investigaciones y capturar al resto de la banda criminal.
Ambos sospechosos enfrentan una orden de detención preliminar por siete días, emitida por el Poder Judicial, para esclarecer su grado de participación en el caso. Se supo que compraron los pasajes aéreos con el dinero transferido a Antonella y argumentaron que huyeron debido a amenazas de muerte por parte de terceros.