Pese a insistir en su inocencia en reiteradas oportunidades, Alejando Toledo, expresidente del Perú, fue sentenciado la tarde de este lunes 21 de octubre a 20 años y 6 meses de cárcel por colusión y lavado de activos en el Caso Odebrecht.
Esto lo convierte en el primer mandatario peruano en recibir una condena relacionada a los sobornos recibidos por la constructora brasileña. Dentro de las investigaciones también están señalados Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski y Alan García Pérez, quien se suicidó antes de ser detenido.
Mientras escuchaba la sentencia, Toledo Manrique se mostró tranquilo y calmado. Intercambiaba diálogos con uno de sus abogados, para luego esbozar pequeñas sonrisas. Cuando la jueza Ines Rojas Contreras dijo que iba a permanecer tras las rejas hasta el 22 de octubre del 2043, soltó una larga carcajada. Por último, se quedó inmóvil a esperar que terminara de hablar la magistrada.
Al finalizar la audiencia, el fiscal José Domingo Pérez acusó al expresidente de mirarlo y mentarle la madre. El incidente no llegó a mayores y Alejandro Toledo fue retirado de la sala sin mayores complicaciones.
“Qué raro que el fiscal mire a mi patrocinado justo cuando dictan la sentencia. Pido las cámaras para ver qué pasó. Me parece raro todo eso”, dijo en respuesta el abogado del exlíder de Perú Posible, Roberto Su.
Las pruebas que determinaron la condena a Toledo
El tribunal que preside Zaida Pérez, destacó en su fallo la participación de Alejandro Toledo Manrique en actos ilícitos relacionados con la licitación de la Carretera Interoceánica. Según el fallo, el exmandatario peruano convenció a su amigo, el fallecido empresario Josef Maiman, de actuar como intermediario y recibir, a través de sus empresas, el soborno de Odebrecht.
El veredicto señala que Toledo Manrique se coludió con la empresa brasileña para facilitar la adjudicación de los tramos 2 y 3 de la obra, recibiendo una coima de 35 millones de dólares, lo que generó un grave perjuicio al *Estado peruano*. Además, se comprobó una serie de irregularidades y la aceleración del proceso de licitación, evidenciando la injerencia de Toledo en el proceso.
Las declaraciones de Jorge Barata, exsuperintendente de Odebrecht en Perú, y el testimonio de Josef Maiman, respaldados por pruebas documentales como transferencias y pericias, fueron clave en la sentencia. Barata testificó que Toledo, aun después de dejar la presidencia, lo contactaba por teléfono para exigir que “se le pague su dinero”.
¿De qué se le acusa?
El exjefe de Estado cuenta con cargos de colusión y lavado de activos por recibir 35 millones de dólares de Odebrecht a cambio de ganar licitaciones, en el 2004, para construir dos tramos de la carretera Interoceánica Sur, que une Brasil con Perú.
Alejandro Toledo niega estos cargos desde que en el 2016 la empresa brasileña revelara ante el sistema de justicia de Estados Unidos, una red de corrupción que alcanzaba a funcionarios y políticos de toda la región de Latinoamérica.
Como se recuerda, la primera acusación que recayó sobre él fue por lavado de activos por la compra de dos inmuebles a nombre de su suegra, Eva Fernenbug. Estos predios tenían un valor de 4,5 millones de dólares. La Fiscalía plantea que la adquisición se habría hecho a través de una empresa fantasma creada en Costa Rica, con el nombre Ecoteva.
Precisamente, el Ministerio Público informó el último domingo 20 de octubre, a través de sus redes sociales, que el gobierno de Estados Unidos aceptó la solicitud de ampliación de extradición a Toledo Manrique, en el marco del Caso Ecoteva.