El Ministerio del Ambiente ha sido acusado de manipular la información climática proporcionada por el Servicio Nacional de Meteorología (Senamhi), según documentos difundidos este viernes por Hildebrandt en sus trece. La política del portafolio, bajo la dirección del ministro Juan Castro, parecería centrarse en compartir solo “buenas noticias” al ignorar advertencias sobre fenómenos climáticos adversos.
Informes internos citados por el semanario revelaron que el Senamhi alertó al ministro sobre la publicación inoportuna de pronósticos negativos para que la gestión tomara medidas. Sin embargo, Castro ignoró estas advertencias. Cuando los informes del clima empezaron a mostrar predicciones de mal tiempo en agosto y septiembre, las tensiones aumentaron.
Un informe que destacaba alertas sobre los niveles de los ríos Amazonas, Marañón y Huallaga en rojo, debido a la falta de agua, fue recibido con malestar en el Ejecutivo. Siempre según la revista, la publicación de estos datos irritó profundamente a los altos funcionarios, quienes ordenaron que todos los informes climáticos pasen por una revisión ministerial antes de su divulgación pública.
“El tema de fondo es la transgresión de la información técnica por réditos políticos para suavizar la crisis ambiental”, dijo un funcionario. El 20 de septiembre, un informe titulado “Primavera 2024: lluvias normales a inferiores en la costa y sierra norte del país” fue modificado por el ministerio. La advertencia sobre un escenario de pocas lluvias fue sustituida por un titular más positivo que insinuaba condiciones normales.
“(El reporte sobre el comienzo de la primavera) marca el inicio del periodo de las siembras en toda la costa andina. Son las primeras lluvias que llegan y si estas no suceden, la siembra se retrasa. Por eso hay que dar la información completa para enfrentar las contingencias”, dijo otro trabajador de la cartera ante lo ocurrido.
Especialistas, tanto dentro como fuera del organismo, expresaron su preocupación por esta censura. Un documento detallado de 40 páginas sobre las perspectivas hidrológicas para los Andes y la Amazonía fue ignorado, mientras que las preocupaciones sobre la sequía fueron descartadas, de acuerdo con el semanario.
La presidenta ejecutiva del servicio meteorológico, Gabriela Rosas, negó que el portafolio edite o matice los reportes del clima. “Toda la información que generamos tiene base técnica y eso se genera luego de un consenso entre nuestros especialistas, lo que incluye notas técnicas y de prensa. Se usa un lenguaje bastante técnico, por eso se tiene que buscar un mensaje amigable”, señaló.
La revista refirió que el organismo adquirió un dron por 849 mil soles para predecir lluvias extremas y el sentido del viendo cuando se producen catástrofes como las de los incendios forestales, cuyo uso se habría visto entorpecido por la burocracia y la falta de claridad en su implementación.
Fuentes citadas en el informe mencionaron que el ministro se habría enfocado en que la adquisición no genere escándalos, en lugar de exigir mayor celeridad para el uso del equipo. Recientemente, se ordenó una prueba del dron en el Círculo Militar, confirmada por la jefa del Senamhi como un requisito de la compañía de seguros.
A pesar de su capacidad para volar a 5,000 metros, las normas actuales limitan su uso a 200 y 300 metros, y aún no ha sido utilizado en misiones reales debido a la falta de adaptación normativa, lo que ha dejado sin responder por qué se compró un equipo que no se puede emplear bajo las normas vigentes, de acuerdo con la publicación.
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