La pobreza urbana en el Perú aumentó en comparación con años anteriores. De acuerdo con un estudio del Instituto Peruano de Economía (IPE) y el Banco Mundial, la brecha de pobreza en Lima Metropolitana se multiplicó 2.8 veces entre el 2019 y el 2023. Las regiones de Tumbes, Ucayali, Callao y Tacna también registraron incrementos en la pobreza de hasta 15 puntos.
El estudio titulado “Revirtiendo la pobreza en el Perú: desafíos y oportunidades pospandemia” evaluó el aumento de la pobreza en diversas regiones del país, destacando los casos de ocho de ellas, entre las que se encuentran Áncash, Tacna, Tumbes y Ucayali, donde la pobreza urbana incluso se duplicó.
De acuerdo con las instituciones, la recesión del 2023 y la alta inflación han erosionado el poder adquisitivo de las familias y limitaron la generación de empleos.
Pobreza urbana de Lima y Callao
De acuerdo con el estudio, en los últimos años las condiciones de vida en las zonas urbanas han sufrido un importante deterioro, de tal manera que la pobreza aumentó del 14.6% en el 2019 al 26,4% en el 2023. Por otro lado, la pobreza rural disminuyó de 40,8% a 39,8%. Así, las ciudades han pasado de albergar el 57% de la población en condición de pobreza en el 2019 al 73% en el 2023.
“Las zonas urbanas han pasado de albergar a la mitad de los pobres, a casi 3/4 partes, 3,3 millones más que antes de la pandemia”, puntualizó el economista Alonso Macedo en diálogo con Buenos Días Perú.
Solo en Lima Metropolitana, la brecha de pobreza, diferencia entre los gastos de una persona promedio en situación de pobreza y una que se encuentra en la línea de pobreza, alcanzó el 7,2% en el 2023. En el país, esta brecha aumentó de 4,5% a 7,5% entre el 2019 y 2023.
En esa línea, en Lima y Callao, a pesar del crecimiento de sus economías en 0.9% en promedio 2022 y 2023, la tasa de empleo adecuado se redujo del 68.9% al 61.8% desde 2019. Además, la pobreza en la capital se duplicó del 14,2% al 28,7% entre el 2019 y 2023, reflejando un retroceso a cifras del 2007.
“Hay una diferencia abismal. Antes vivíamos con un sueldo todavía aceptable que nos alcanza siquiera para comer, hoy no nos alcanza para absolutamente nada. Cada vez estamos peor. Cada día estamos más perjudicados”, señaló un jubilado al programa de Panamericana.
Otra problemática es que la brecha de competitividad impide una protección adecuada para la población en condición de vulnerabilidad, dejándola expuesta al riesgo de retornar a condiciones de pobreza y limitando el aprovechamiento del potencial productivo de las regiones en actividades económicas.
Perú mantendría altas tasas de pobreza
Para el Instituto Peruano de Economía (IPE), uno de los retos cruciales para retomar la lucha contra la pobreza es el menor dinamismo de la inversión privada, que crecería un 1,6% este año, en comparación con los avances de doble dígito de hace más de diez años. La corrupción, la alta rotación de funcionarios en gobiernos subnacionales y la falta de capacidades técnicas también estarían limitando la efectividad del gasto de sus recursos para cerrar las brechas de desarrollo.
Banco Mundial estima que Perú sería uno de los pocos países de la región que, en 2026, aún mantendría tasas de pobreza superiores a las registradas antes de la pandemia.
Sin embargo, el panorama podría cambiar para nuestro país a través de la adjudicación de proyectos de inversión, el aumento de los precios de minerales, la mayor demanda de agroexportaciones y la recuperación del turismo.
Para las instituciones, recuperar la senda de reducción de la pobreza es responsabilidad de las autoridades, quienes deben implementar políticas focalizadas que aborden las causas específicas de la pobreza en cada región.