En medio de una crisis de inseguridad que se ha agudizado en el país, el sector de los bodegueros se encuentra al borde del colapso. Gisela La Cruz, gerente general de la Asociación de Bodegueros del Perú, destacó en una reciente entrevista que la extorsión y otros problemas de inseguridad no son novedades para este sector.
“Esta crisis no es de ahora, ha estado desde el año pasado y ha llevado al cierre de aproximadamente 3,000 bodegas en los últimos meses”, afirmó La Cruz en diálogo con Exitosa Noticias.La representante explicó que, a nivel nacional, hay alrededor de 53,000 bodegas, muchas de las cuales son emprendimientos familiares que buscan generar ingresos adicionales para sus hogares.
Durante una reunión con representantes del Poder Ejecutivo, La Cruz expuso las dificultades que enfrentan los bodegueros, quienes a menudo se sienten desprotegidos frente a las amenazas de extorsionadores. “Los bodegueros se rehusan a denunciar por miedo a represalias. ¿Quién nos apoya? No tenemos una protección concreta”, indicó.
A pesar de haber mantenido reuniones con el Ministerio del Interior desde el año pasado, la situación sigue empeorando. La Cruz criticó la falta de acciones efectivas y urgentes por parte del gobierno. “Hemos hecho una campaña para trabajar en paz, pero cada día hay más casos de extorsión”, aseguró.
En Lima Norte y Trujillo, las bodegas son las más afectadas por esta ola de delincuencia. La Cruz señaló que la confianza en la asociación de bodegueros es mayor que en la policía, lo que complica aún más la situación. “Los bodegueros se sienten desmotivados y frustrados, y temen tomar la justicia por sus propias manos (...) No podemos seguir viendo cómo la delincuencia se adueña de nuestros barrios y nuestras vidas. La seguridad de nuestros emprendedores y de sus familias es fundamental”, concluyó.
Tres atentados contra una bodega en Ate
Una comerciante se convirtió en la nueva víctima de una banda de extorsionadores tras sufrir una ráfaga de disparos el pasado 16 de octubre, lo que la obligó a cerrar su negocio. La mujer, que se niega a pagar los 30,000 soles exigidos por los delincuentes, ha estado viviendo en constante temor.
El violento hecho ocurrió cerca de las 3 a.m. cuando los criminales regresaron por tercera vez a su establecimiento y detonaron un artefacto explosivo, causando graves daños en el local. La explosión destruyó la parte inferior de la puerta de ingreso y rompió los vidrios, dejando el lugar en ruinas.
“Plata o plomo”, es el mensaje que dejaron los criminales, según la denuncia realizada por la víctima en la comidaría de Huaycan. Lamentablemente, la acción policial no fue suficiente y los ataques continuaron, lo que llevó a esta madre de familia, residente en la zona F de Huaycán, a abandonar su vivienda en busca de seguridad.
Los vecinos, sorprendidos por el ataque, expresaron su preocupación por la inseguridad que impera en la zona. “Es doloroso ver este tipo de cosas, pero lamentablemente vivimos en un país donde las autoridades no hacen nada por nuestra seguridad”, comentó uno de los residentes, quien pidió mantener su anonimato.
Una madre soltera, quien también reside en el área, manifestó su inquietud: “Todos estamos con miedo. Mis hijos tienen que salir a trabajar y corren riesgos. ¿Cómo se siente una madre al ver eso?”.