Jorge Solis, presidente de la Federación Peruana de Cajas Municipales de Ahorro y Crédito, ha revelado que la modalidad de extorsión conocida como ‘gota a gota’ ha capturado a un millón de familias en Perú.
Esta actividad delictiva ha colocado 4 mil millones de soles en el mercado, una cifra que supera a la de algunas entidades financieras medianas o incluso grandes bancos, según informó a RPP Noticias.
El fenómeno del gota a gota se ha expandido significativamente en los últimos años, denunció el especialista. Para muestra, indicó que hace dos años la cifra era de mil millones de soles, revelando un crecimiento alarmante. En ese sentido, Solis destacó que esta práctica criminal está especialmente presente en Lima Norte, en distritos como San Martín de Porres y Carabayllo, aunque ya se ha extendido a todas las regiones del país.
La situación es crítica en ciertos distritos, donde la criminalidad controla el mercado financiero. Solis explicó que los asesores de negocios no pueden ingresar a estas zonas debido al dominio del ‘gota a gota’, que ha ganado clientes y maneja el mercado financiero local. “Hay distritos que son zonas libradas”, afirmó, refiriéndose a áreas donde la actividad criminal tiene el control total.
Además, Solis señaló que esta modalidad criminal no solo afecta a las familias, sino que también está ganando terreno en la economía al controlar quiénes pueden trabajar en diferentes sectores. Según indicó al mencionado medio, este dominio se ejerce a través de los llamados “cupos”, que son autorizaciones para operar en ciertos ámbitos económicos.
Línea 111 contra la extorsión
Actualmente, un empresario ferretero en Perú vive un calvario tras recibir amenazas de extorsionadores que le exigen un pago de 50 mil soles para no atentar contra su vida y la de su familia. Según un reportaje de Panorama, el empresario ha estado confinado en su hogar durante dos meses, incapaz de trabajar debido a las amenazas.
En su desesperación, decidió comunicarse con la Central 111, un servicio anunciado por la presidenta Dina Boluarte para denunciar actos de extorsión. Sin embargo, la respuesta que recibió no cumplió con sus expectativas.
El empresario ferretero, al llamar a la Central 111, fue instruido para acudir a la comisaría del sector a presentar una nueva denuncia. Se le prometió el envío de un patrullero para acompañarlo, pero la unidad nunca llegó debido a otra emergencia. Al llegar a la comisaría, su denuncia no fue recibida, y al intentar comunicarse nuevamente con la central, descubrió que su número había sido bloqueado. “Ahora me siento indignado porque hace rato volví a llamar y mi número está bloqueado, no me contestan”, declaró al programa dominical.
Según el jefe de la División de Investigación de Secuestros, el Cnel. PNP Jorge Del Carpio, la Línea 111, creada para combatir la extorsión, recibió más de 390 llamadas en su primera semana. La información recopilada se analiza por el Grupo Operativo de Respuesta Inmediata a la Extorsión (Gorex). A pesar de contar con 24 efectivos operando las 24 horas, las denuncias no siempre obtienen la respuesta esperada.
Este no es un caso aislado. Otro empresario, dueño de una pollería en la avenida Canadá, en el distrito de San Borja, también ha sido víctima de extorsión. A pesar de recibir amenazas por WhatsApp durante más de tres meses, su denuncia ante la comisaría fue desestimada con la recomendación de bloquear el número de los extorsionadores. Tras un atentado contra su negocio, intenó comunicarse con la Central 111 en tres ocasiones sin obtener respuesta, según registraron las cámaras de América Televisión.