El Ministerio de Salud (Minsa), a través del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC Perú) emitió una alerta epidemiológica en respuesta al riesgo de introducción de casos importados de sarampión en el Perú. El comunicado tiene como objetivo “alertar a los establecimientos de salud públicos y privados a nivel nacional ante el riesgo de introducción de casos importados, con la finalidad de intensificar las actividades de vacunación y de la vigilancia epidemiológica de sarampión-rubéola (SR) a través de la identificación de todo febril eruptivo”, especialmente ante el aumento de casos confirmados en países vecinos como Argentina y Bolivia.
El CDC Perú hizo un llamado a los padres y madres de familia con hijos e hijas de entre 1 y 6 años, para que aseguren que sus hijos reciban una dosis adicional de la vacuna contra el sarampión.
Esta medida forma parte de una campaña nacional de vacunación iniciada el 15 de septiembre, que se extenderá hasta el 27 de octubre. El objetivo principal es reducir la susceptibilidad de la población infantil ante esta enfermedad, dada la circulación del virus en países cercanos y el creciente tránsito internacional de personas.
Campaña de vacunación y cobertura nacional
El Ministerio de Salud (Minsa) ha implementado una campaña de vacunación para proteger a más de 2.8 millones de menores de edad en todo el territorio nacional. El objetivo es alcanzar una cobertura de vacunación superior al 95%, considerada la cifra ideal para evitar brotes significativos.
Además, instó a los centros de salud a intensificar sus esfuerzos en la identificación de casos febriles eruptivos, ya que estos síntomas pueden ser indicativos de sarampión. La vigilancia epidemiológica es clave en la estrategia para prevenir la aparición de nuevos brotes en el país, puesto que permite una rápida intervención en caso de detectarse casos sospechosos o confirmados.
Así va la enfermedad a nivel mundial, según el Minsa
A nivel mundial, entre febrero y julio de 2024, varios países reportaron brotes de sarampión, incluidos Irak, Etiopía, Kazajistán, Pakistán, Yemen, India, Rusia, Kirguistán, Rumanía y Azerbaiyán. En la región de las Américas, en lo que va de 2024, se han confirmado 365 casos de sarampión en ocho países. Esta cifra supera a la del año anterior, en el que solo se reportaron casos en tres países. Entre los lugares con más casos confirmados se encuentran Estados Unidos, con 264 casos, y Canadá, con 82.
En América del Sur, Argentina y Bolivia también registraron casos confirmados, lo que ha generado preocupación en el Perú debido a la cercanía geográfica y la posibilidad de importación de casos. Hasta el momento, Perú solo confirmó dos casos de sarampión en el transcurso del año, específicamente en las semanas epidemiológicas 06 y 08. No obstante, no se ha detectado relación entre los casos investigados, lo que resalta la importancia de mantener una vigilancia estricta y constante.
Sarampión en el Perú y medidas de control
En lo que va del año, el sistema de salud peruano registró 492 casos sospechosos de sarampión, lo que equivale a una tasa de 1.44 casos sospechosos por cada 100 mil habitantes. Aunque esta cifra es superior a la de años anteriores, las autoridades indican que aún no se logra una cobertura homogénea a nivel nacional.
Desde el año 2000, el Perú no ha registrado casos autóctonos de sarampión, siendo el último caso documentado en el distrito de Ventanilla, en la región Callao.
Recomendaciones del Minsa
Entre las acciones sugeridas del CDC Perú, se encuentra la intensificación de las actividades de vacunación y la vigilancia epidemiológica. Además, se enfatiza la necesidad de notificar cualquier caso de fiebre eruptiva, uno de los principales síntomas del sarampión, para poder actuar de manera rápida y eficaz.
El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa que se transmite a través de la tos y los estornudos, o mediante el contacto directo con secreciones respiratorias de una persona infectada. Los niños pequeños son particularmente vulnerables a complicaciones como infecciones de oído, neumonía, ceguera, y en casos más graves, encefalitis, que puede derivar en la muerte.