San Juan de Lurigancho, el distrito más poblado de Lima, se ha convertido en un destino obligado para los amantes del buen pollo a la brasa. En sus calles más bulliciosas se encuentran joyas culinarias que prometen deleitar incluso a los paladares más exigentes. Pero, ¿cuáles son las pollerías que se destacan en este competitivo panorama gastronómico? Google Maps, con sus millones de reseñas, tiene la respuesta.
Desde opciones tradicionales que han perfeccionado la receta clásica hasta innovadores que añaden un giro a la sazón tradicional, la lista no solo destaca por el sabor, sino también por el ambiente y la atención que ofrecen estos locales. En este recorrido por las pollerías mejor valoradas, te revelaremos cuáles han logrado conquistar a los visitantes y qué las hace tan especiales. Prepárate para abrir el apetito y planear tu próxima visita para descubrir el sabor que le encanta a todo San Juan de Lurigancho.
Esta son las 5 mejores pollerías de San Juan de Lurigancho, según Google Maps
- Pollería El Carbonero Ubicada en la Av. Sta. Rosa de Lima 633-613, la Pollería El Carbonero se ha ganado un lugar especial en San Juan de Lurigancho por su pollo a la brasa sazonado con una mezcla única de especias. Los clientes destacan la jugosidad del pollo y la amabilidad del personal, convirtiendo este establecimiento en un lugar ideal para disfrutar en familia.
- Pollos a la Brasa El Gringo Situada en Av. Sta. Rosa de Lima 1713, Pollos a la Brasa El Gringo es conocida por el sabor auténtico de su pollo y sus crujientes papas fritas. Los visitantes valoran las porciones generosas y el servicio rápido, lo que hace de esta pollería una opción perfecta para una comida rápida pero deliciosa.
- Don Dono Pollos y Parrillas En la Av. San Martín 320 se encuentra Don Dono Pollos y Parrillas, donde la oferta va más allá del pollo a la brasa, incluyendo una variedad de parrillas para los amantes de la carne. Los comensales elogian el sabor robusto y la experiencia culinaria completa que ofrece este local.
- Pollería Don Leo Con una ubicación en Av. San Hilarión Este 172, Pollería Don Leo es célebre por su enfoque en la calidad y frescura de sus ingredientes. Ofrece un ambiente acogedor y un servicio atento, con las salsas caseras siendo especialmente populares entre los clientes habituales.
- Pollería Doña Brasa Localizada en una de las calles más conocidas del distrito, Pollería Doña Brasa es reconocida por sus recetas tradicionales y un toque casero. Sus platos ofrecen sabores ricos y equilibrados, con una atención especial a la preparación del pollo, garantiza siempre un resultado perfecto.
¿Cuántas pollerías hay en el Perú?
A través de una entrevista realizada por TV Perú, Enrique Gutiérrez Ochoa, especialista del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) confirmó que existen aproximadamente 13 mil pollerías distribuidas a lo largo de todo el territorio nacional. Estas se encuentran en las diversas regiones del país: costa, sierra y selva, a abarcar desde el norte hasta el sur.
El pollo a la brasa es un plato emblemático que trasciende fronteras regionales y se ha consolidado como favorito en las mesas peruanas, uniendo a familias y amigos en torno a su sabor inigualable. En una entrevista con TV Perú, un experto destacó cómo este tradicional plato ha logrado convertirse en un símbolo de reunión familiar y compañerismo en la cultura peruana.
El origen del pollo a la brasa
El pollo a la brasa, uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía peruana, tiene su origen en la célebre Granja Azul.
Este restaurante es ampliamente reconocido como la cuna de esta delicia culinaria. La historia de la Granja Azul comienza en 1949 en el distrito de Ate Vitarte, en la localidad de Santa Clara, gracias a Roger Schuler, un suizo que se desarrolló en Perú. Inicialmente, Schuler se dedicaba a criar pollos en su granja para comercializarlos, pero ante una crisis surgió una idea innovadora: vender los pollos ya cocinados.
Schuler no estaba solo en este emprendimiento. Franz Ulrich, su amigo y socio, fue crucial en la evolución del proceso de cocción, por lo que ideó el horno llamado “Retombo”, que permitía cocinar más de un pollo simultáneamente, y de manera uniforme y rápida.
El 5 de febrero de 1950, la Granja Azul abrió por primera vez sus puertas, bautizada así por el color predominante del recinto. Aquel lugar se convirtió rápidamente en un éxito, con su receta original de pollo a la brasa que inicialmente solo llevaba sal, pero que evolucionó al incorporar especias locales como el huacatay y el ají panca. Este plato siempre estuvo acompañado de papas fritas y una sencilla ensalada, así conformó un menú que conquistó a los peruanos y que continúa siendo un favorito infaltable, incluso para quienes están lejos del país.