Alonso Segura, exministro de Economía y Finanzas y actual presidente del Consejo Fiscal, asegura que un déficit de 4% a septiembre del 2024 impedirá que se cierre el año por debajo del 3,3%, bastante por encima del 2,8% que, de por sí, ya había renegociado el MEF con el Congreso hace algunos meses.
En el marco del IX Foro Internacional de Retail, organizado por la Cámara de Comercio de Lima (CCL), Segura también consideró que un crecimiento cercano al 3% del PBI para el presente ejercicio no significará una reducción significativa de la pobreza, por lo que tendríamos un ‘estancamiento’ en el mejor de los casos.
El Consejo Fiscal ha acusado, recientemente, una ‘incapacidad’ del MEF para detener las iniciativas de gasto del Congreso y al interior del propio Ejecutivo.
La posición del Consejo Fiscal está en blanco y negro en el último comunicado. Estamos muy preocupados porque vemos deslices de política fiscal importantes, y este año se van a incumplir las reglas nuevamente. No hay siquiera el pretexto o la excusa para decir que, por culpa de la recesión, tenemos que hacer política contracíclica. El gasto viene creciendo muy fuerte. Si bien debían mejorar en el último trimestre, la recuperación de los ingresos recién se dará el próximo año.
Y eso lo sabe el MEF. Sin embargo, no ha tomado las previsiones para adoptar, en un contexto de crecimiento, las precauciones para cumplir con una trayectoria fiscal responsable. Entonces, enfrentamos este año un cumplimiento reglas, no solo de déficit, sino de gastos y eso probablemente comprometa el cumplimiento y la meta en 2025. Pero también nos enfrentamos a un riesgo de incumplimiento en múltiples años. Entonces, es algo lamentable y es una combinación de factores, pero finalmente los responsables de eso son el ministro Arista y el Ejecutivo.
Incluso mencionan que el MEF ha inventado una partida para el Presupuesto Público 2025.
Sí, eso es algo que tiene que aclarar el MEF. Lamentablemente, esta fue una señal de la debilidad del MEF al interior, incluso, del Ejecutivo. El Consejo de Ministros no le aprobó el presupuesto al ministro Arista inicialmente y, dos o tres días después, les aprobaron un presupuesto por casi S/8.000 millones más.
Cuando uno analiza de dónde sale la plata, descubre que incorporan una partida que nunca ha existido, que es resolución de controversias del Tribunal Fiscal. Pero vamos, el Tribunal Fiscal es un ente imparcial que resuelve dirimencias tributarias entre la Sunat y los contribuyentes, y uno no puede hacer una proyección de cuánto voy a recaudar y mucho menos con eso. No puede ser fuente de financiamiento. Son situaciones que generan precedentes peligrosos, pero surgen de un MEF que no puede contener la línea ni siquiera al interior del Ejecutivo. Es bastante complicado, ¿no?
Perú parece ser un infierno a nivel fiscal en este momento.
Y no es lo único, pues están estas normas de PCA (Programación de Compromisos Anual). El MEF sale y dice ‘voy a restringir la capacidad de los todos los pliegos de gastar para congelar gasto’. Pero luego salen los gobiernos regionales y municipales a decir ‘no, esto no es aceptable, queremos seguir gastando’, y Palacio de Gobierno manda al MEF y el MEF deroga la directiva. Ahora, ha salido otra aún más expansiva para el 2024, entonces no hay manera de llegar a la meta de 2,8% que el propio ministro propuso.
¿Con cuánto déficit cerraríamos el año?
El Consejo Fiscal no hace proyecciones, pero hay un consenso entre los analistas que dicen 3,3%, medio punto más quizá. Pero con el déficit de 4% que tenemos a septiembre es posible que terminemos muy por encima de eso, es bastante probable en realidad.
Su predecesor, el economista Carlos Oliva, dijo a inicios de año que era posible preservar la estabilidad fiscal del país si el MEF ‘no tiraba la toalla’. Ahora, le pregunto a usted, ¿Ya podríamos decir que el MEF se rindió?
Bueno, si uno lo ve por las acciones, es una manera de decirlo. Ni siquiera el Ejecutivo respeta el Presupuesto 2025, ni las normas para poder contener gastos. Básicamente, las modifica y después voluntariamente saca otras en que mete más gasto todavía. Tenemos un problema, pues, de gasto, que está básicamente te diría fuera de control. El cielo es el límite para 2024 y 2025.
Pero eso, básicamente, te compromete todo. Los ingresos al final en los decretos legislativos [por las facultades concedidas por el Congreso en julio pasado] te van a dar relativamente poca recaudación. Lo que va a venir en el siguiente año es una recaudación con un crecimiento importante por los buenos precios de materias primas, pero en la regularización va a venir una reducción muy, muy fuerte, y ya ni siquiera eso te va a salvar porque estás tan desviado de tu meta este año que el siguiente ya no vas a poder llegar tampoco.
Este año no solo se volvería a romper el techo fiscal por segundo año consecutivo en el Perú, sino que también se rompera la regla de gasto y déficit por primera vez en su historia. ¿Esto qué significa?
Hay un conjunto de reglas fiscales. Hay una regla de déficit, una de nivel de deuda -que tiene mucha excepción ahora-, y una de crecimiento del gasto. En realidad, las reglas de crecimiento de gasto en años pasados se hubiesen incumplido, lo que ocurre es que, como mide crecimiento solamente, es una regla imperfecta. Y como has venido de una pandemia con un montón de gastos temporales, no le incumplías porque retirabas gastos temporales y metías otros.
Entonces, parecía que estabas reduciendo el gasto, pero lo redujiste menos de lo que hubieras debido. Sin embargo, ya eso ni siquiera los ayuda ahora. Este año es muy probable que incumplan por un efecto inverso: como están metiendo gasto para ayudar a Petroperú, entonces eso los va a tirar al otro lado. Y ya estaban jugando en el borde de la raya. No había ninguna razón porque tenías que meter tanto gasto público, pero ahora con el con el mayor gasto que representa la empresa se van a ir por encima del nivel esperado.
Consejo Fiscal: 3% no alcanza para reducir la pobreza
¿El milagro económico de Perú ya pasó a la historia?
La política fiscal del MEF no se condice con el grado de inversión y con un país cuya calificación crediticia se apoya, en gran medida, se apoya en esa extraordinaria fortaleza macroeconómica, incluida la fiscal. Vemos una erosión y depende de con quién te compares. Si te comparas con otros países de América Latina -la mayoría, en realidad- te dicen ‘bueno, tu foto todavía se ve bien’. El problema será cuando veas la película completa y dirás ‘esto ya no es lo que lo que lo que solía ser’.
¿Con un crecimiento de 3% este año, se podrá reducir la pobreza de 30% registrada en 2023?
Es muy difícil que con este nivel de crecimiento la pobreza se reduzca sostenidamente. Como velocidad crucero, el 3% de este año no te va a hacer mella significativa sobre la pobreza, no debería. Ojalá me equivoque, pero es peor aún porque el crecimiento potencial de Perú, medido por quien tú quieras, está más más por debajo del 3%, en torno al 2,5%. Crecer a esas tasas no te va a generar una reducción significativa del tipo de pobreza, es complicado porque nos podemos quedar con una pobreza más pegada al 30% y no regresar al 20% que teníamos antes de la pandemia.
La pobreza no se soluciona, simplemente, con políticas de demanda y con meter más gasto público. Y la política monetaria no tiene tracción sobre eso. Sí es cierto que tener inflación baja y estabilidad económica para favorecer la inversión te ayuda, pero digamos, pasa por otro tipo de condiciones. Tener mayor capacidad de crecimiento pasa por tener mayor inversión, mejores reglas de juego, etcétera. Es complicado porque eso es lo que en este momento no tenemos.
¿Cómo repercute este crecimiento moderado de la economía sobre el mercado laboral?
Si uno ve indicadores de migración, en los últimos 24 meses se ha dado un flujo muy grande de salida de peruanos. Eso refleja la perspectiva, la creencia, de que las personas y, sobre todo, los jóvenes, tienen falta de oportunidades en el mediano plazo en el Perú. Es lamentable, porque hablamos de un drenaje de capital humano para el país.
Pero, de nuevo, esto responde, probablemnte, a la realidad política, a la realidad de seguridad, a la realidad económica de decir ‘bueno, la economía va más o menos un año más, un año menos’, pero pero no es suficiente. El mercado laboral es relativamente débil todavía, no se generan oportunidades. Muchos padres optan por mandar a sus hijos a estudiar fuera, y muchos peruanos buscan trabajar en otro país. Es lamentable, pero las estadísticas están mostrando eso.
No parecen haber buenas noticias para el último trimestre del año, y lo que viene en 2025.
Es una lectura, podemos discutir si correcta o incorrecta, de que no hay predictibilidad sobre el futuro. Pero creo que hay muchas cosas que tenemos que pensar más allá de si este año se crece 3% ó 3,2%. Lo que debe capturar nuestra atención es qué tipo de condiciones estamos generando para el Perú y el futuro,de sus ciudadanos. Y ahí la clase política tiene una gran responsabilidad que no está cumpliendo.