Un sujeto desató el caos este domingo por la madrugada al lanzar una granada y abrir fuego contra un local comunal ubicado en la cuadra 2 de la avenida Tarapacá, en el distrito del Rímac, donde se llevaba a cabo una celebración de cumpleaños. El evento fue abruptamente interrumpido cuando el perpetrador lanzó un artefacto explosivo dentro del recinto, lo que causó destrozos significativos y desató el pánico entre los asistentes.
Según un despacho de Buenos Días Perú, el explosivo destrozó parte del piso, dejó esquirlas que perforaron las paredes y ventanas del local, y alcanzó incluso las rejas de seguridad. El sujeto, tras detonar el explosivo, huyó de la escena realizando disparos para disuadir cualquier intento de persecución.
Los peritos de criminalística que se acercaron al lugar encontraron alrededor de 15 casquillos de bala no solo en la fachada del local, sino también extendidos hasta la cuadra 3 de la avenida Tarapacá. Afortunadamente, solo se registraron daños materiales.
Las autoridades policiales manejan dos hipótesis principales respecto a la motivación del ataque. Una de ellas sugiere que el atentado podría haber estado dirigido contra uno de los invitados al evento. Alternativamente, se especula que el local comunal podría ser objeto de extorsión. La investigación continúa, a pesar de que las cámaras de vigilancia de la municipalidad del Rímac no lograron captar el momento del ataque, pese a encontrarse operativas.
Vecinos del sector han manifestado su preocupación, especialmente debido al precario estado de un cercano puesto de auxilio rápido, que permanece abandonado. En respuesta al incidente, la Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX) acudió al lugar para garantizar la seguridad de los residentes y continuar con las pesquisas pertinentes.
Ocurre en un distrito donde hace dos meses el alcalde Néstor de la Rosa anunció la suspensión del servicio de Serenazgo por no poder pagar las remuneraciones y propuso una pollada ante la “insolvencia financiera o quiebra”. La autoridad indicó que, para superar la crisis, se necesitarían al menos 100 millones de soles como ‘salvavidas temporal’. Asimismo, explicó que la comuna recauda un presupuesto de 30 millones al año, monto que no alcanza para cubrir una planilla de cerca de 34 millones.
“Tenemos una pérdida de seis a ocho millones al año. Debemos siete millones en limpieza pública, es calamitoso lo que pasamos. De 10 vecinos, te tributan solo dos”, declaró entonces. De igual modo, solicitó al Ejecutivo declarar en emergencia la comuna y recibir el mismo presupuesto que otras jurisdicciones.
“Para los distritos que no tienen recaudación, el Gobierno apoya. Al Rímac le llega un Foncomun (Fondo de Compensación Municipal) de 10 millones y me retiene el 20% por deuda histórica y de décadas anteriores (...) cruzas al frente, en Cercado, donde está la Plaza de Armas, Barrios Altos, le dan 200 millones de Foncomun, y la población es similar a Rímac”, refirió.
Según datos oficiales, las denuncias por extorsión en el país aumentaron de 4,000 en 2021 a casi 20,000 en 2023. A fines del mes pasado, después de una protesta de transportistas que exigían más seguridad ante la extorsión y el sicariato que sufren, la administración de la presidenta Dina Boluarte declaró 13 de los 43 distritos de Lima y uno del Callao en estado de emergencia.
Esta ha sido una medida frecuente en los últimos años. En 2022, Lima y Callao en estado de emergencia durante 315 días, una medida que retomó el Gobierno de Dina Boluarte en septiembre de 2023, y se prolongó hasta el comienzo de 2024, para un sector de la capital.
A pesar de las críticas a la efectividad de estas medidas, el primer ministro Gustavo Adrianzén afirmó que la emergencia ha reducido las extorsiones a transportistas y alegó que quienes se unieron al paro son informales buscando concesiones de rutas y anulación de multas, lo que calificó como chantaje.
Sin embargo, la Asociación Nacional de Bodegueros denunció en septiembre que 3,000 de sus establecimientos habían cerrado debido a la extorsión, un problema que persiste en otros sectores, como los pequeños comerciantes.