La dulcería más antigua del Perú: tiene 50 años y más de 30 variedades de productos caseros nacionales

En el corazón de Magdalena se esconde un rincón culinario que guarda una historia de sabor y tradición inigualable: la dulcería más antigua del Perú. Con medio siglo de existencia y un menú que incluye más de 30 variedades de productos caseros, este establecimiento ha capturado la esencia de los postres peruanos de antaño. Pero, ¿qué hace que largas colas se formen frente a su puerta cada día? El secreto no está solo en sus dulces, sino en una historia que ha cautivado a todos aquellos que cruzan su umbral.

Fundada por Rosa hace 56 años, esta dulcería comenzó como una pequeña empresa familiar en el salón de una casa, con recetas que prometían sabores memorables. Ahora, su hija Marina lleva la tradición al frente, sorprendiendo a los visitantes con delicias como “el Rampa”, una mezcla irresistible de pan frito, miel de chancaca, nueces y queso fresco. Los ecos del pasado resuenan en cada postre, mientras los secretos de la familia se entrelazan con la experiencia de aquellos que buscan redescubrir los sabores de su infancia. ¿Qué otras sorpresas nos esperan en este laboratorio de dulzura?

La historia de “Santa Rosa”, la dulcería más antigua del Perú mantiene viva la tradición desde 1968, en el distrito de Magdalena. Fue Rosa, una repostera apasionada, quien transformó el salón de su hogar en un acogedor refugio para los amantes de los postres tradicionales. La dulcería nació gracias a la habilidad culinaria de Rosa y su visión emprendedora. La inspiración surgió cuando los amigos de sus hermanos, encantados con sus delicias, le sugirieron: “Señora Rosa, ¿por qué no vende sus dulces? ¡Son exquisitos!”, comentó Marina Sheelje, hija de Rosa, en una entrevista con Willax.

Con este impulso, Rosa decidió dar vida a “Dulcería Santa Rosa” y transformó su hogar en un negocio familiar donde cada miembro desempeñaba un papel importante. La cocina se convertía en un taller de repostería bajo la dirección de Rosa, mientras sus hijas colaboraban en tareas sencillas como atender al público y mantener el servicio impecable.

Rosa, al frente, y Marina, quien asumió el legado, no solo se aseguraron de mantener la tradición intacta, sino también de fortalecer el sentido de comunidad entre sus fieles clientes. Lamentablemente, el 3 de septiembre de 2020, la matriarca del negocio falleció. Hasta entonces, Rosa trabajó en la cocina, llevó la batuta hasta los 90 años. Hoy en día, “Santa Rosa” sigue siendo un rincón donde se conjugan el sabor auténtico y una experiencia única que trascienden generaciones, bajo la dirección de Marina, quien continúa el legado de su madre.

En la dulcería Santa Rosa, un rincón que ha perdurado desde 1968, se mantienen vivas las tradiciones culinarias con una oferta de más de 30 tipos de dulces. Entre ellos se encuentran:

• Frijol colado
• Arroz zambito
• Champús
• Dulces de higo
• Dulces de membrillo
• Mazamorra
• Suspiro a la limeña

Además, destacan los clásicos de antaño como:

• Sanguito
• Ranfañote, que datan de hace más de 200 años

Ubicada en el distrito de Magdalena, la dulcería Santa Rosa es un punto de encuentro para los amantes de los postres tradicionales peruanos. Para llegar, puedes dirigirte a la cuatro cuadra del jirón Leoncio Prado, donde se encuentra este establecimiento histórico que ha mantenido su encanto a lo largo de las décadas.

La zona es accesible por transporte público y también ofrece opciones de estacionamiento cercano para quienes prefieren llegar en vehículo particular. Al llegar, te recibirán con la calidez que caracteriza al personal de Santa Rosa, quienes continúan el legado de Rosa con auténtico orgullo.