Según la Encuesta Nacional Demográfica y de Salud Familiar, en 2023, 8 de cada 100 niñas entre 15 y 19 años ya son madres o están embarazadas; esta cifra asciende a 17 de cada 100 en zonas rurales. Por otro lado, la violencia sexual y el acoso callejero son realidades durísimas que nuestras niñas enfrentan de manera desproporcionada. Adicionalmente, existen patrones culturales y roles de género que impactan la distribución del tiempo de las niñas. De acuerdo con la última Encuesta de Uso del Tiempo del año 2010[1], Freyre Valladolid y López Mendoza (2011) encontraron que, mientras los niños entre 12 y 19 años dedican 13 horas a la semana al trabajo del hogar no remunerado, las niñas de las mismas edades dedican 23 horas a la semana; superando las 20 horas a la semana que dedican los hombres de 60 años a más, el grupo etario masculino que dedica más horas a la semana a las mismas. Esta realidad no solo limita el tiempo disponible de las niñas para otras actividades, como estudiar o desarrollarse personalmente, sino que también normaliza en ellas la idea de que las mujeres deben dedicar más tiempo que los hombres a estas tareas, perpetuando así los roles de género.
A pesar de los grandes avances en igualdad de género en términos de acceso educativo y participación laboral, aún persisten brechas que se originan desde la niñez. Es un hecho que, en general, a las niñas les va mejor en pruebas de lenguaje que de matemáticas, y a los niños, al contrario. Este fenómeno se repite en diversos países y es importante estudiarlo, pues impacta en las trayectorias educativas y laborales posteriores. La pregunta clave es: ¿a qué se debe esta diferencia? ¿Será que el género influye en los gustos y habilidades innatas de los niños y las niñas?
Carlana (2019) encontró que existe una mayor brecha en las notas de matemáticas a favor de los niños en aquellos salones donde los docentes tienen mayores estereotipos de género y ciencia, es decir, que asocian más las ciencias con lo masculino. La implicancia de este estudio es potente: la brecha en las notas de matemáticas a favor de los niños se puede atribuir, en parte, a factores culturales de los docentes que influyen en la forma de enseñar y calificar. Además, estos sesgos podrían tener implicancias a largo plazo si los docentes orientan a los estudiantes en la elección de sus futuras carreras.
Para Perú, Martínez (2023) encontró resultados similares. Los profesores de matemáticas que tienen una fuerte asociación entre ciencias y lo masculino otorgan notas más altas a los niños en comparación con las que hubieran obtenido si se calificara de forma anónima. Además, esto reduce la probabilidad de graduación de secundaria de las niñas y, por el contrario, incrementa la probabilidad de graduación de los niños. Finalmente, en términos salariales, reduce el salario de las jóvenes entre 17 y 19 años, mientras que aumenta el salario de los jóvenes de la misma edad, contribuyendo a un incremento del 8% en la brecha salarial de género dos años después de terminar la secundaria.
En un estudio realizado junto con profesores de la Universidad del Pacífico y la Universidad de Toronto, Barron et al. (2024) encontramos que una intervención diseñada para reducir los estereotipos de género y ciencia entre estudiantes de 3ro a 5to de secundaria contribuyó a un mayor reconocimiento de las habilidades matemáticas de las niñas en el aula, reconociendo a alumnas con igual rendimiento que sus pares masculinos. El reconocimiento de los compañeros de clase puede tener consecuencias futuras en la identificación de las niñas con las ciencias y, por lo tanto, en su elección de carrera.
Aprovechemos este 11 de octubre para reflexionar sobre la agenda pendiente con las niñas del Perú, para que realmente puedan disfrutar su niñez y desarrollar todo su potencial, libres de estereotipos y creencias sobre los roles de género.
[1] Después de 14 años, este año se ha aplicado nuevamente la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo - ENUT 2024.
Referencias:
Barrón, M., Basurto, M.P., Castro, Juan F., Zárate, Román A. (2023). Gender Stereotypes and Peer Recognition. Unpublished manuscript.
Carlana, M. (2019). Implicit Stereotypes: Evidence from Teachers’ Gender Bias. The Quarterly Journal of Economics, 134(3):1163–1224.
Freyre Valladolid, Mayela y López Mendoza, Edgardo. (2011). Brechas de Género en la Distribución del Tiempo/. MIMDES. Lima 2011 https://www.mimp.gob.pe/files/direcciones/dgignd/publicaciones/Brechas-de-genero-en-el-Uso-del-Tiempo.pdf
Martinez, J. (2023). The Long-Term Effects of Teachers’ Gender Stereotypes. Technical report, UC Berkeley.