Si algo he aprendido a lo largo de mi camino es que la libertad financiera no llega de la noche a la mañana. Detrás de los números, los seguidores y los libros, hay muchas lecciones, errores y, sobre todo, un compromiso constante con la educación y el crecimiento personal. Mi historia no es diferente a la de muchos: comencé desde abajo, con dudas y sin tener claro cómo dar el primer paso.
Mi primer contacto con el mundo de los negocios fue a los 16 años, cuando quería comprarme un PlayStation. Recuerdo que mis padres me dijeron: “Si lo quieres, consíguelo tú”. Así que empecé a vender pulseras. Lo que parecía un objetivo trivial, me enseñó algo clave: si tienes un deseo claro, es posible alcanzarlo a través del esfuerzo y la disciplina.
A los 19 años mi vida cambió cuando asistí a una conferencia de Warren Buffet. Fue un momento revelador. Comprendí que, si no aprendía a hacer que mi dinero trabajara por mí, estaría condenado a trabajar por dinero toda mi vida. Así comencé a invertir, pero lo hice sin conocimiento, lo que me llevó a perder más dinero del que ganaba durante los primeros dos años. Fue frustrante, pero esa frustración me hizo querer aprender.
Hoy, a mis 30 años, vivo de mis inversiones, que están diversificadas en diferentes sectores como la bolsa, bienes raíces, criptomonedas y startups. Pero si algo he aprendido es que la primera y más importante inversión debe ser en uno mismo. Si no entiendes cómo funciona un mercado o un sector, no deberías poner tu dinero ahí. Hay que leer, escuchar podcasts, ver videos, estudiar antes de invertir.
La coherencia ha sido mi mantra. Siempre he tratado de alinear mis palabras con mis acciones, ya sea en mis conferencias, mis redes sociales o en mis libros. Esto me ha permitido conectar con una audiencia de cerca de 3 millones de personas.
He escrito cuatro libros, y cada uno representa una etapa importante de mi vida. Desde “Código Dinero”, que fue mi primer paso formal hacia compartir mi conocimiento, hasta mi último volumen “Cómo hacer que tu dinero trabaje por ti”, he intentado reflejar lo que yo mismo he vivido y aprendido.
El dinero es solo una herramienta. Lo verdaderamente valioso es lo que haces con tu tiempo, y hoy puedo decir con orgullo que me dedico a lo que más me apasiona: educar a las personas sobre finanzas y ayudarlas a alcanzar su libertad. Esa es la lección más importante de todas: hacer que tu vida, no solo tu dinero, trabaje para ti.