Lima y Callao se desangran: al menos siete fallecidos en menos de 12 horas por sicariato y nuevos casos de extorsión en pleno estado de emergencia

En menos de 12 horas, al menos siete personas fueron asesinadas por sicarios en diferentes distritos de la capital, algunos de los cuales están declarados en estado de emergencia. Pese a que el gobierno de Dina Boluarte aseguró que combate la ola de criminalidad que sufre el país, a más de una semana desde que se oficializó la declaratoria de emergencia, los asesinatos por encargo y las extorsiones contra empresas de transporte continúan.

Tanto el ministro del Interior, como el jefe de la Región Policial Lima, señalaron que los resultados del estado de emergencia no serán inmediatos y que aún se reportarán algunos incidentes delictivos. Sin embargo, pese al anunciado incremento del patrullaje policial en los 14 distritos de Lima y Callao, algo cotidiano, como usar el transporte público, se ha convertido en una actividad de alto riesgo.

Ate, El Callao, San Juan de Lurigancho y Puente Piedra son los distritos donde se reportaron estos hechos delictivos.

Además del asesinato de cuatro personas en una unidad de transporte público registrado esta madrugada, se perpetró otro crimen por encargo en el distrito del Callao. La víctima fue un mototaxista de 31 años, identificado como Daniel Rojas Palacios.

El hecho ocurrió en la urbanización Santa Rosa, frente a la parroquia Juan XXIII, en el parque Las Rosas, a donde Rojas acudió para jugar un partido de fútbol con sus compañeros. Según narraron testigos, tras compartir un rato, recibió una llamada, por lo que se alejó del grupo para atenderla. Fue en ese momento cuando un sujeto con una polera blanca se le acercó y lo apuntó con un arma.

“No me mates mano”, fue lo último que dijo el joven mototaxista antes que su atacante iniciara con la ráfaga de disparos que terminó con su vida. Los vecinos del lugar quedaron impactos con la violencia del ataque. Lamentablemente, el sicario no logró ser identificado, pues huyó raudamente a bordo de una moto lineal.

Las autoridades ya iniciaron con las investigaciones, la primera hipótesis que se maneja es que se trataría de un ajuste de cuentas. Por su parte, los familiares piden justicia para Daniel, quien deja dos menores en orfandad.

Un joven fue asesinado la madrugada del martes 8 de octubre en la calle Mariano Necochea, frente a la institución educativa Juan Velasco Alvarado, en San Juan de Lurigancho. Pese a que el distrito se encuentra en estado de emergencia, se registró este nuevo hecho de violencia que evidencia la grave crisis de seguridad que afronta el gobierno. La víctima, cuya identidad no ha sido revelada, fue interceptada por dos sujetos a bordo de una moto lineal, quienes le dispararon en cinco ocasiones.

El ataque ocurrió poco después de la medianoche, dejando al joven gravemente herido en el suelo. Personal de serenazgo que patrullaba la zona acudió de inmediato para socorrerlo y lo trasladaron de urgencia al hospital de Canto Grande. Pese a los esfuerzos médicos, el joven falleció debido a la gravedad de las heridas.

La organización criminal “Los Elegantes del Norte” ha sembrado el temor entre los trabajadores de la empresa de transportes ‘Ramón Castilla’ en Puente Piedra, quienes se vieron obligados a detener sus operaciones el fin de semana pasado tras recibir un mensaje intimidatorio el 1 de octubre. Los extorsionadores exigieron el monto de S/. 5000 para que puedan trabajar sin sufrir ningún atentado.

Ante esta situación, los trabajadores organizaron una colecta para poder reunir el monto solicitado, o por lo menos la mitad, y propusieron que los dueños de la empresa paguen el saldo restante. Sin embargo, los directivos no solo se negaron a dar el dinero a los extorsionadores, sino que obligaron a los trabajadores a firmar un documento que los exime de responsabilidad si es que son atacados durante su jornada laboral.

“La empresa ha firmado un documento en el que no se hace responsable de cualquier problema en la ruta, dejándonos prácticamente en el aire”, relató uno de los trabajadores que prefirió mantener su identidad en reserva.