A altas horas de la noche del último lunes, en la calle Los Diamantes de la provincia constitucional del Callao, se desató una violenta balacera dentro de una combi que dejó cuatro personas muertas, entre ellas un policía en condición de retiro. Según su familia, él no portaba un arma, a pesar de lo que indicaron los primeros reportes.
La investigación preliminar sugería que Luis César Felipe Vidal, el policía retirado que perdió la vida, habría intentado enfrentarse al delincuente utilizando su arma de fuego. Sin embargo, Marita Felipe Ramírez, hija del fallecido, desmintió esta versión.
En diálogo con Exitosa, la joven explicó que la familia se retiraba del velorio de un pariente y, al salir, cada uno tomó caminos diferentes. De acuerdo con lo que explicó, su padre subió a un taxi que aparentemente se negó a llevarlo a su domicilio y terminó en la combi en la que perdió la vida.
“Mi papá se quedó en el taxi para que lo lleve a su hogar. Suponemos que el taxi no lo quiso llevar hasta allá (Callao). Cuando estábamos cada uno en su casa, llama un familiar para decirnos que lo habían baleado”, indicó.
Tanto la hija como la sobrina de Felipe Vidal aclararon que el fallecido no portaba un arma, ya que esta había sido empeñada.
“Mi papá portaba su armamento cuando estaba en actividad, pero ahora es retirado desde hace cinco años. Él trabajaba cuidando un mercado y tengo entendido que empeñó el armamento. Justo hablé con él hace dos semanas y no ha estado con el armamento en las manos”, precisó Marita Felipe.
Investigan posible vínculo con extorsión
El ataque ocurrió a las 23:00 horas del lunes, cuando un sujeto subió a una combi con la intención de asesinar al chofer, quien, según la hipótesis policial, se habría negado a pagar cupo tras ser extorsionado. Como resultado de la balacera, cuatro personas fallecieron, entre ellas el conductor, una mujer, el cobrador y un policía retirado. Otras tres resultaron heridas y fueron trasladadas al centro de salud más cercano.
Tras el tiroteo, el sicario escapó en una motocicleta junto a su cómplice, y a pocos metros, un vehículo negro los esperaba para facilitar su huida. En la escena se hallaron al menos 20 casquillos de bala. Dada la brutalidad del ataque, la Policía Nacional del Perú (PNP) investiga un posible vínculo con la extorsión.
Por su parte, el Ministerio del Interior señaló que el hecho podría ser un ajuste de cuentas, ya que dos de las víctimas estarían relacionadas con la organización criminal ‘Los Vílchez’. La Defensoría del Pueblo instó al gobierno de Dina Boluarte a tomar acciones ante el incremento de crímenes en el Callao.
Crisis de inseguridad en Lima y Callao
El pasado 27 de septiembre, el Gobierno declaró el estado de emergencia y autorizó la intervención militar en 14 distritos de Lima y Callao para combatir la creciente ola de delincuencia. Esta medida fue tomada luego del paro realizado por transportistas formales e informales, quienes protestaban ante las extorsiones que sufren.
La estrategia del Ejecutivo para enfrentar la inseguridad ciudadana incluye también el fortalecimiento de la Central 111 de Extorsiones, una línea dedicada a recibir denuncias de estos actos ilícitos. Según la División de Investigación de Secuestro y Extorsión, desde enero se han registrado 2.876 denuncias, de las cuales 1.871 han sido resueltas.
Como parte de esta lucha contra el crimen, se inauguró la nueva central telefónica gratuita 111, diseñada para combatir las extorsiones, que hasta ahora ha recibido 188 llamadas. De ellas, 81 corresponden a amenazas directas, mientras que 107 han sido consultas sobre temas relacionados, informó la autoridad.
“A través de esta central 111, el ciudadano puede llamar sin identificarse y brindar información que nos servirá de insumo para operativizar y lograr dar con los extorsionadores”, explicó el general PNP Marco Conde Cuellar, director de la Dirección de Investigación Criminal de la Policía Nacional.