Carlos Castillo, arzobispo de Lima, es nombrado por el papa Francisco como nuevo cardenal de la Iglesia

La Iglesia católica oficialmente escogió al arzobispo de Lima, Carlos Castillo, para ser el nuevo cardenal del Perú. Esto luego de una lectura de los 21 nombres de los seleccionados en todo el mundo por el propio Papa Fracisco, Jorge Bergoglio.

Según informó la organización de la Iglesia, los nombres escogidas por Francisco serán concedidos con esta orden a partir del 8 de diciembre, lo que coincide con el día de la Inmaculada Concepción.

Según la lista de los nuevos cardenales, en América Latina se escogió para ser cardenal al Monseñor Carlos Gustavo Castillo, arzobispo de Lima; el Monseñor Vicente Bokalic, arzobispo de Santiago del Estero y primado de la Argentina; al Monseñor Luis Gerardo Cabrera Herrera, arzobispo de Guayaquil, Ecuador; Monseñor Fernando Chomali, arzobispo de Santiago de Chile; y Monseñor Jaime Spengler, arzobispo de Porto Alegre, Brasil.

Por otro lado, entre los futuros cardenales seleccionados se encontraba el arzobispo Angelo Acerbi, de 99 años, que además representa la creación cardenalicia y que, por motivos de edad, no podría formar parte de un nuevo cónclave en caso de que el Papa Francisco no pueda continuar con sus labores como Santo Padre.

Los peruanos Giuliana Caccia y Sebastián Blanco podrían ser excomulgados de la Iglesia Católica si no cumplen una serie de requerimientos planteados por la misma Santa Sede.

Según una misiva enviada por el Papa Francisco, el pasado 25 de septiembre, sumo pontífice cuenta de que los dos involucrados acudieron a la Nunciatura Apostólica en el Perú, es decir, la Embajada de la Santa Sede en el país, para apersonarte ante su enviado especial, Jordi Bertomeu.

Como se recuerda, los monseñores Charles Scicluna y Bertomeu llegaron al país en julio del año pasado para esclarecer las denuncias de abuso sexual contra menores de edad que pesa contra exmiembros del Sodalicio de Vida Cristiana, una comunidad perteneciente a la Iglesia católica, ubicada en el Perú.

El Sumo Pontificie continúa narrando los hechos que lo llevaron a tomar esta decisión y señala que Caccia solicitó una reunión, presentándose como víctima de dos exsodálites, siendo uno de ellos sobreviviente de los casos de abuso.

“Los cuales han sido constantemente revictimizados por aquellos que, como la Sra. Giuliana Caccia Arana, a lo largo de los últimos 24 años les han negado la condición de víctimas”, se lee en la misiva.

Según la Santa Sede impone y ordena las siguientes medidas contra Giuliana Caccia y Sebastián Blanco:

• La obligación de retirar la denuncia ante la Fiscalía
• La obligación de ofrecer, de manera inmediata, disculpas a la misión especial del Papa
• La obligación de ofrecer la verdad de los hechos a los medios de comunicación con los que hayan contactado
• La obligación de acreditar documentalmente ante el Nuncio Apostólico del Perú, en un término de 48 horas a partir de la notificación, el efectivo cumplimiento de estas disposiciones.
• Se prohíbe realizar en el futuro otra manifestación pública o denuncia sobre el objeto de la misión especial del Papa, en los medios de comunicación.