En el Hospital Nacional Adolfo Guevara de Essalud Cusco, un equipo médico protagonizó una intervención quirúrgica pionera que mejoró la calidad de vida de una bebé de un año y medio diagnosticada con craneosinostosis, un defecto congénito que afecta el desarrollo del cráneo y el cerebro.
La operación, que duró cuatro horas, fue posible gracias al uso de tecnología avanzada, incluyendo una maqueta tridimensional del cráneo de la paciente, según informó el neurólogo Dr. Edwin Maywa Concha.
La craneoplastía, procedimiento realizado por primera vez en este hospital con el apoyo de imágenes tridimensionales, permitió modificar la forma del cráneo de la menor. De esa manera, aseguró un volumen adecuado para evitar problemas futuros en su desarrollo motriz e intelectual.
Las imágenes obtenidas fueron enviadas a un laboratorio para la fabricación de un implante personalizado. “Gracias a esta tecnología, logramos resultados óptimos”, explicó el doctor Maywa.
Este avance médico se enmarca en el uso de tecnología de punta en el Hospital Adolfo Guevara, parte de la Red Asistencial Cusco, lo que permite realizar intervenciones complejas con rapidez y eficacia. La exitosa cirugía abre la puerta a futuras operaciones similares en otros niños con la misma condición, destacó el especialista.
Gabriela Sisa Martínez, la madre de la menor, expresó su agradecimiento al equipo médico por la intervención que transformará la vida de su hija. “Dios bendiga a las manos maravillosas que me devolvieron a mi bebé sana y salva”, expresó.
Reconstrucción facial
En mayo de esta año, en el Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) de Breña, un equipo médico realizó una cirugía pionera en el mundo al reconstruir el rostro de una niña de 14 años utilizando hueso de su propio omóplato.
La paciente, llamada Nicol, había sido diagnosticada con un tumor benigno en la hemicara izquierda, que fue extirpado en una operación que duró 22 horas y se llevó a cabo en tres etapas quirúrgicas.
El tumor, que medía 12 cm de largo, 10 cm de ancho y 10 cm de espesor, pesaba 330 gramos y afectaba varias estructuras faciales, incluyendo la base de la órbita del ojo, la fosa nasal, el maxilar superior y el paladar.
La intervención fue dirigida por Carlos Salazar Banda, jefe del Servicio de Cabeza, Cuello y Maxilofacial, y el cirujano Óscar Broggi Ángulo, con la participación de 25 profesionales de 11 servicios distintos.
El procedimiento comenzó con la disección del hueso del omóplato, que tomó aproximadamente 9 horas. Al día siguiente, se realizó la extirpación del tumor, una operación que duró cerca de 8 horas. Finalmente, la reconstrucción facial se completó en el tercer tiempo quirúrgico. Para minimizar las cicatrices visibles, se utilizó una incisión estética-plástica de Weber Ferguson.
El Dr. Alfredo Broggi Ángulo explicó que la cirugía incluyó la creación de un Bio Modelo en 3D para planificar con precisión la intervención. Además, se empleó un colgajo libre microvascularizado del omóplato, con anastomosis de la arteria escapular a la arteria maxilar interna y la arteria facial, y una malla de titanio para sostén estructural.
Nicol, originaria de la comunidad de Ccorao en Cusco, comenzó a experimentar síntomas a los 9 años, incluyendo dolores de cabeza y una hinchazón en el lado izquierdo de su rostro. A pesar de que el tumor fue extirpado en varias ocasiones, volvió a crecer, lo que dificultaba su capacidad para masticar. En marzo, regresó al INSN para una nueva evaluación.
El padre de la niña relató que el tumor había sido extirpado en tres oportunidades, pero debido a su naturaleza agresiva, volvió a aparecer. Esta situación llevó a los médicos a optar por una cirugía de resección y reconstrucción más compleja.