En el Perú, el desarrollo del sector eléctrico está estrechamente vinculado al avance de la industria minera, según información reciente. La construcción de una mina puede tardar entre cinco y seis años, mientras que una central hidroeléctrica puede requerir casi una década.
Este proceso progresivo es crucial para el país, ya que no se trata de iniciar un proyecto minero cada año, sino de un esfuerzo a largo plazo que impacta directamente en la demanda eléctrica.
En la antesala de la primera EXPO Internacional del Sector Eléctrico PECIER-FISE, el presidente del Consejo Directivo de PECIER, Javier Muro, explicó para Infobae Perú que la relación entre el crecimiento económico y la demanda de electricidad es directa en Perú. Un aumento del 1% en el Producto Bruto Interno (PBI) se traduce en un incremento similar de 1% en la demanda de energía eléctrica.
Se espera que, si los grandes proyectos mineros logran destrabarse o ejecutarse, el crecimiento económico podría alcanzar entre 3 y 4 puntos porcentuales, lo que a su vez impulsaría la demanda eléctrica en igual proporción.
El momento actual es clave, ya que el desarrollo del sector eléctrico va de la mano con el sector minero. La oportunidad para aprovechar este impulso no es eterna, lo que subraya la importancia de avanzar en estos proyectos estratégicos para asegurar un crecimiento sostenido.
“Esto se dará en un proceso progresivo, tampoco es que tengamos un proyecto minero cada año. La construcción de una mina puede durar entre 5 y 6 años, y la construcción de una central hidroeléctrica casi 10 años. Hay que ver que tampoco hay una ventana de tiempo muy amplia, estamos en un momento clave para el país y el desarrollo del sector eléctrico, de la mano con el sector minero”, relató el especialista.
La planificación y ejecución de estos proyectos son fundamentales para el futuro energético del Perú. La sincronización entre el desarrollo minero y la infraestructura eléctrica es esencial para maximizar los beneficios económicos y asegurar un suministro energético adecuado para el crecimiento proyectado.
Electricidad en el Perú: garantizar un suministro eficiente
Perú enfrenta un verdadero reto en su transición hacia un sistema eléctrico más sostenible y eficiente. Según declaraciones de Ana Cristina Rendón, gerente general de FISE Colombia, el país debe crear condiciones que permitan el crecimiento del sistema eléctrico para satisfacer la demanda de energía de manera confiable, segura y económica. Este proceso de transición requiere un enfoque ordenado que incorpore tecnologías de bajas emisiones, asegurando siempre la confiabilidad del sistema.
En el contexto regional, el sector eléctrico en América Latina está experimentando un crecimiento notable, impulsado por inversiones gubernamentales y nuevos proyectos en desarrollo. La visión integral busca mejorar la confiabilidad, flexibilidad y competitividad de los sistemas eléctricos, además de valorar las fuentes de generación con bajas emisiones de carbono.
En Perú, se están promoviendo diversos proyectos de expansión del sistema eléctrico, impulsados por dos factores clave: la creciente penetración de energías renovables y la integración tecnológica para desarrollar un sistema eléctrico inteligente. En esta línea, Muro destacó que existen más de 20.000 MW en estudios de preoperatividad aprobados y en revisión de proyectos renovables a corto y mediano plazo.
Los principales agentes que ya operan en el país concentran alrededor del 48% de estos MW, lo que anticipa un crecimiento significativo de las energías renovables como parte del sistema en transición.
El reto para Perú y la región es considerable. La transición energética requiere no solo de inversiones y proyectos, sino también de un marco regulatorio y de políticas que faciliten la incorporación de tecnologías limpias y aseguren la estabilidad del suministro eléctrico.
Una matriz eléctrica con más energías renovables
En el contexto actual, la producción energética de Perú se basa principalmente en tres fuentes: las termoeléctricas, que generan electricidad a partir del gas natural y representan el 49,2% de la producción nacional; las hidroeléctricas, que convierten la energía hidráulica en electricidad y constituyen el 43,4% de la producción; y las renovables no convencionales, como la eólica y la solar.
Según declaraciones de Muro, el sector eléctrico peruano enfrenta retos significativos, como la necesidad de modernizar la infraestructura y la urgencia de integrar fuentes de energía con bajas emisiones.
Uno de los principales desafíos es la actualización y expansión de la infraestructura de transmisión para satisfacer el aumento de la demanda y facilitar la integración de fuentes renovables. La modernización de la red eléctrica es crucial para mejorar la eficiencia, reducir las pérdidas de energía y permitir una mejor gestión en la distribución de la electricidad.
La inversión en nuevas tecnologías y la mejora de la eficiencia de la red eléctrica son pasos fundamentales para garantizar un suministro de energía confiable y accesible para todos los peruanos, afirmó Muro.
Es así que PECIER y la Feria Internacional del Sector Eléctrico de Colombia se preparan para inaugurar la primera EXPO Internacional del Sector Eléctrico PECIER-FISE, un evento que se llevará a cabo del 16 al 18 de octubre.
Este encuentro busca ser un espacio clave para el debate sobre los desafíos actuales del sector eléctrico en Perú, así como para fomentar el networking y los negocios en la región. Los asistentes tendrán la oportunidad de participar en discusiones académicas y conocer las innovaciones que están transformando el sector eléctrico peruano y regional.