La exprimera dama Lilia Paredes, esposa del expresidente Pedro Castillo (2021-2022) e investigada por presunta organización criminal, asistió este martes a la ceremonia de toma de posesión de Claudia Sheinbaum como la primera presidenta de México. El acto, realizado en la Cámara de Diputados, contó con la presencia de casi una veintena de mandatarios internacionales, cientos de representantes de países —menos Perú— y organismos multilaterales.
Las imágenes de Paredes en el evento fueron compartidas por Franco Pomalaya, exasistente de comunicaciones del despacho presidencial de Castillo. La exprimera dama, asilada en ese país junto a sus dos hijos desde diciembre de 2022, cuando su esposo fue encarcelado por orquestar un golpe de Estado, se ubicó en una zona para invitados especiales.
Sheinbaum explicó la pasada semana que no invitó al rey de España, Felipe VI, a su ceremonia de investidura porque el monarca no respondió a la carta enviada en 2019 por el expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para pedir perdón por la invasión española en el país del siglo XVI al siglo XIX.
En julio pasado, anunció que los gobiernos de Ecuador y Perú tampoco serían invitados porque “estamos de acuerdo con la política que se ha tenido”. López Obrador, del mismo partido que Sheinbaum, impuso en abril la exigencia de visa para los ciudadanos peruanos que deseen visitar México, en un contexto de conflicto con la presidenta de Dina Boluarte, a quien tildó de “espuria”.
Durante su discurso, Sheinbaum omitió mencionar a Boluarte en sus agradecimientos oficiales, pero aseguró que la protesta está garantizada y que no reprimirá a su pueblo en una eventual indirecta a su homóloga peruana, investigada por las muertes en protestas antigubernamentales. “Nosotros somos demócratas. Se respetarán los derechos humanos y nunca usaremos la fuerza del Estado para reprimir al pueblo”, dijo.
En junio pasado, el excanciller Javier González Olaechea declaró que Boluarte no recibió respuesta ni a la carta personal ni a la felicitación oficial enviada a través de la Cancillería. “La presidenta le ha extendido una congratulación muy cordial, respetuosa y casi personal a la presidenta electa de México. La comunicación ya fue cursada. Además, públicamente la Cancillería felicitó las elecciones y el triunfo, de manera que estamos a la espera de las primeras reacciones”, comentó en entrevista con RPP.
González Olaechea consideró que Perú “nunca” debió enfrascarse en “una sucesión de impasses” con México, situación que desencadenó la actual “baja relación” diplomática. Expresó la esperanza de que la nueva administración mexicana recuerde la hermandad histórica entre los pueblos mexicano y peruano, la vigencia de la Alianza del Pacífico que establece el libre tránsito de personas y la necesidad de mirar hacia el futuro.
Añadió que el Ejecutivo peruano aguardará a que Sheinbaum asumiera el poder para evaluar la posibilidad de restablecer la comunicación: “Perú hará un diplomático y silencioso llamado a las autoridades mexicanas para retomar el diálogo”, dijo entonces el excanciller, aunque todo indica que las tensiones bilaterales no se han disipado.
Asilo
Tras su llegada a la Ciudad de México, acogida por el gobierno de AMLO, Lilia Paredes ha proclamado ser una perseguida política en Perú. En estos meses, ha participado en foros y brindado entrevistas de forma virtual, donde ha defendido la inocencia de su esposo.
México declaró reservado por hasta cinco años el expediente de asilo político otorgado a la exprimera dama, acusada de viabilizar y financiar proyectos de inversión pública con la influencia de su posición. Se ha conocido que recibe seguridad personal y US$10,000 mensuales, aunque ella lo ha negado.
“En México es el peso mexicano, ni siquiera es en dólares. Imagínense desde qué punto están mintiendo”, dijo en junio pasado.