El sonado caso del ‘cambiazo’ del lingote de oro, que involucra a varios oficiales de la Policía Nacional del Perú (PNP) que pertenecían a la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), va llegando a su fin.
Las fuertes sospechas, sobre un grupo de policías peruanos que orquestó un bien elaborado plan, en julio del año pasado, para apoderarse ilícitamente de un barra de oro de un millón de soles, empezaron a confirmarse.
La declaración del suboficial de segunda PNP, Hervert Terreros, que expuso en exclusiva el dominical Panorama, dio detalles certeros de lo ocurrido ese día en el piso 14 de la sede de la Dirincri (Cercado de Lima), donde el lingote de oro terminó conviertiéndose en una barra de cobre de 170 soles.
“El capitán Benítez llevaba consigo una mochila negra donde llevaba las barra metálicas con las que se realizó el cambio... Sí, asumo mi participación en el cambio y la imputación donde se indica que he facilitado el cambio de la barra (sic)”, dijo el suboficial Terreros ante la Fiscalía peruana.
Su declaración confirma que el grupo de policías elaboró toda una forma para hacerse con el preciado lingote que le fue incautado al joven empresario colombiano, identificado como Kevin Valencia Muñoz.
El testimonio de Terreros no fue el único que reveló el dominical. La suboficial de tercera PNP Emily Ortega Veliz, quien participó del operativo para incautar la barra de oro supuestamente por pertenecer a la minería ilegal, también confesó que uno de sus jefes ordenó que bote su celular al mar.
“El superio Morales llegó mareado y me hala para un costado de la mesa donde estaba y comenzó a decirme todas esas cosas. Me decía que bote mi celular a la playa que Terreros y Ventura se pueden ir a la cárcel, y le dije que no”, declaró Ortega ante el Ministerio Público.
La capitana Zarela Navarro, además, contó que tras el inicio de las investigaciones fiscales fue interceptada por el también capitán Jorge Mauricio Benítez. “Atreviéndose a indicar que lo más importante debería ser desaparecer el teléfono celular de la suboficial de tercera Ortega Veliz”, indicó a los fiscales.
De acuerdo a la manifestación de la capitana, se debía eliminar el equipo móvil de la suboficial porque desde este se grabó todo el operativo y la idea era no dejar rastros para que el Ministerio Público compare el lingote original con el que usaron para reemplazarlo.
En medio de esas revelaciones también se expuso que algunos de los policías investigados en este sonado caso habrían ‘reglado’ a los periodistas de dicho dominical al sospechar que harían público todo a inicios de este año.
¿Cómo incautaron el oro?
Valencia narró que los agentes lo detuvieron con la ‘excusa’ de que trasladaba oro proveniente de la minería ilegal. Como parte de la sospechosa intervención, fue trasladado a la sede de la Dirincri, ubicada en el avenida España, donde pasó por diversas diligencias hasta que develaron la caja en la que se encontraba el lingote.
“Lo único que esperaron era que el oro llegue aquí, a la Dirincri, y en esta misma sede hacer el cambio”, dijo Carlos Condori, abogado del joven empresario, al dominical.
A su turno, Valencia señaló: “El oro desaparece, el oro lo cambian. En pocas palabras se roban el oro y lo reemplazan por una barra de cobre que no vale nada”.
En un informe, se develaron fotos de ambos lingotes para hacer una comparación y la diferencia es notoria. Para el empresario, los policías involucrados en este aparente robo se tomaron la molestia de imitar los números marcados con plumón que aparecían en el original para no levantar sospechas. Sin embargo, el color y la textura entre ambas barras revelaba que algo extraño habría ocurrido.