En agosto, el crédito hipotecario en Perú mostró un notable incremento del 5,3% en comparación con el mismo mes del año anterior, alcanzando un saldo total de S/68.801 millones, informó el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP).
Este crecimiento fue impulsado principalmente por los préstamos en moneda nacional, que se expandieron un 6,3% interanual, según datos recientes.
En términos mensuales, el crédito hipotecario también registró un aumento, aunque más modesto, del 0,4% en comparación con julio. Este incremento mensual se vio favorecido por un aumento del 0,5% en los préstamos otorgados en soles.
La preferencia por tomar deudas en moneda local para la adquisición de inmuebles se mantiene firme. En agosto, solo 7 de cada 100 créditos hipotecarios fueron concedidos en dólares, mientras que el resto se otorgó en soles.
Esta tendencia ayuda a reducir el riesgo de que las fluctuaciones en el tipo de cambio afecten negativamente a las familias que toman este tipo de préstamos.
El dinamismo del crédito hipotecario en moneda nacional refleja una confianza creciente en la economía local y una preferencia por evitar los riesgos asociados a la volatilidad del tipo de cambio.
Además, precisa el máximo ente emisor, este comportamiento de los créditos hipotecarios es crucial para entender las dinámicas del mercado inmobiliario y financiero en el país.
Subsidios estatales para vivienda caerían a su peor nivel desde 2009
El precio promedio de alquiler en Perú se ha mantenido estable en los últimos siete años, con un promedio mensual de US$15,8 por metro cuadrado hasta el segundo trimestre de 2024, según la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco).
Sin embargo, los créditos hipotecarios otorgados con recursos del Fondo MiVivienda podrían caer a su nivel más bajo desde 2009, informó la misma entidad.
Un análisis reciente de Capeco indica que, si se mantiene la tendencia de los últimos seis meses, el número de créditos desembolsados con recursos del Fondo MiVivienda podría situarse en 6.948 en 2024.
Si se toma como referencia el promedio de los últimos cinco años, la cifra podría alcanzar los 8.179. En cualquiera de los dos escenarios, los créditos de vivienda que otorgue el Estado este año no superarían los 8.456 otorgados en 2010, lo que representaría el peor retroceso en quince años.
En 2009, se colocaron solo 4.810 créditos, un escenario base bastante bajo. Este descenso en los créditos hipotecarios refleja una tendencia preocupante para la población que enfrenta dificultades para encontrar un hogar adecuado.
El Fondo MiVivienda, administrado por el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS), ha sido una herramienta crucial para facilitar el acceso a la vivienda para muchos peruanos. Sin embargo, la disminución en el número de créditos otorgados podría tener un impacto significativo en el sector de la construcción y en la economía en general.
Desde la perspectiva del gremio constructor, la estabilidad en el precio de los alquileres no compensa la caída en los créditos hipotecarios. La falta de acceso a financiamiento para la compra de viviendas podría llevar a un aumento en la demanda de alquileres, lo que eventualmente podría presionar al alza los precios de renta.
Obra pública sigue levantado al sector Construcción
Capeco ha informado que el PBI del sector construcción ha mostrado señales de recuperación, registrando un crecimiento del 4,8% hasta agosto de 2024. Este incremento se debe, principalmente, al aumento de la obra pública en un 20,1%.
El BCR estima que el sector construcción cerrará el año con un crecimiento del 3,2%. Esta cifra es considerada factible por el gremio constructor, dado el comportamiento del sector hasta agosto.
Sin embargo, estimaciones privadas apuntan a un crecimiento ligeramente mayor, del 3,7%, basado en el desempeño de las asociaciones público-privadas (APP), las obras por impuestos, la inversión minera y la venta de vivienda no social.
El aumento en la obra pública ha sido un factor determinante en la recuperación del sector para revertir la tendencia negativa que se había observado. Además, la venta de vivienda no social ha contribuido a esta perspectiva más optimista.