El paro de transportistas en Lima y Callao se extenderá solo hasta la medianoche de hoy, jueves 26 de septiembre, pero luego se evaluará durante el transcurso de la otra semana la voluntad y acciones del gobierno y otras instituciones competentes para frenar las extorsiones. De no colmar con las expectativas del gremio, se acatará la misma medida, pero esta vez a nivel nacional.
Así lo advirtió Marco Antonio Aguirre Valencia, uno de los voceros principales del grupo de transportistas, desde las afueras del Congreso de la República, a donde llegaron numerosos dueños de flotas, conductores y cobradores para hacer sentir su voz de protesta.
“Si no hubiese una respuesta en esta semana que viene de manera concreta, nos vamos al paro nacional. Esperamos máximo en una semana respuestas concretas... El paro hoy es de 24 horas. A las 12 (de la noche) acaba y de ahí todos a trabajar, pero vamos a esperar que el gobierno nos escuche”, dijo el dirigente.
En la víspera, Martín Valeriano, presidente de la Asociación Nacional de Integración de Transportistas, ya había anunciado que el paro se radicalizaría si no veían la voluntad necesaria de las autoridades competentes para ponerle alto a la criminalidad organizada.
“Nosotros pedimos un cese de la violencia de lo contrario vamos a anunciar un paro indefinido por todo este tema de la inseguridad que atravesamos los transportistas”, señaló a RPP Noticias.
Agregó que urge la ‘intervención tangible’ del Poder Ejecutivo para frenar los asesinatos a sangre fría contra choferes y cobradores, a los que la criminalidad organizada quiere cobrar cupo.
“No sabemos en qué momento puede caer una bala. Los transportistas estamos expuestos a la muerte, a los cobros de cupos y, de igual forma, esto también atenta contra el público usuario, que es nuestra clientela en el servicio de transporte público”, manifestó.
Valeriano, además, pidió a la gestión de la presidenta Dina Boluarte que plantee soluciones para las amenazas y los casos de extorsión que sufren los transportistas.
Según el presidente de Asitran, a inicios de esta semana tuvieron una mesa de trabajo con la Autoridad Nacional de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU) y otros representantes del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), pero que “no hubo una solución concreta”.
“Exhortamos a todos los sectores de transporte público, asimismo a la ciudadanía a pegarse a esta medida de fuerza por la vida, porque lo que hoy está sucediendo es que vemos a diario, muertes, sicariato, cobro de cupos”, comentó.
“Entonces tenemos que entender que Perú es más grande que sus problemas, las autoridades de turno no solucionan el problema y esta muerte a diario”, añadió.
Para el dirigente, una posible solución a esta ola de extorsión en la capital y otros puntos del país es la declaratoria del estado de emergencia y que las Fuerzas Armadas salgan a las calles y paraderos a controlar la situación.
“Tenemos catorce atentados, tres muertes de transportistas y hasta el momento no hay respuesta alguna por parte del gobierno. Es el Servicio Nacional de Inteligencia que tenía a cargo esa función, a través del Ministerio Público, Poder Judicial y el Poder Legislativo que tendría que sacar leyes más drásticas”, sostuvo.
Asismo, remarcó: “Pedimos que si la Policía no tiene la capacidad de resolver acuérdense que lo que estamos viviendo es un terrorismo urbano, que se declare en emergencia y que salgan las Fuerzas Armadas”.
Caótica situación en paraderos
Javier Vela, jefe de tránsito de la PNP, señaló en Latina Noticias que se han reportado ataques contra buses que sí salieron a trabajar en Puente Piedra. En otros puntos de la ciudad también se registraron actos violentos.
La PNP dispuso 14 buses de esa institución para trasladar a personas que se hayan visto afectadas por la ausencia de buses, debido paro de transportistas. La mayoría de ellos transita por la Panamericana Norte.
En el sur de Lima también se acata el paro de transportistas. Choferes y cobradores de Villa El Salvador marchan hacia el centro de Lima y queman llantas. Por otro lado, en otros puntos del norte de la ciudad también se han reportado actos violentos contra vehículos formales e informales que sí transitan llevando pasajeros.
En varios paraderos de la zona norte de Lima son pocos los buses formales los que han salido a trabajar como de costumbre. Los colectivos informales duplicaron sus precios y cobran entre 10 y 15 soles.