Este miércoles 25 de septiembre, luego del Consejo de Ministros, el premier Gustavo Adrianzén anunció la declaratoria de emergencia en Lambayeque, Cajamarca y Huánuco por incendios forestales. Además, indicó que se continúan evaluando otras regiones a fin de extender el estado de excepción. Todo ello, pese a que días antes aseguraba que los siniestros reportados a nivel nacional no son “tremendos ni terribles”.
En declaraciones a RPP, el primer ministro mencionó que “tremendos y terribles fueron los incendios de años anteriores, mucho más numerosos y perversos”. Incluso, intentó minimizar la situación al decir que es “un fenómeno que todos los años ocurre en el Perú”, sin mencionar que los picos reportados en la actualidad son alarmantes.
De acuerdo al director de la Dirección de Respuesta del Indeci, César Augusto Sierra, se están alcanzando cifras preocupantes, con un total de 268 eventos registrados hasta septiembre, en comparación con 173 en 2022 y 341 en 2023.
El especialista recordó que el 2022 se marcó “un pico significativo en la ocurrencia de incendios”, pero, dado que aún es septiembre, anticipó que la cifra total va a aumentar con la llegada de los meses de octubre y noviembre, por lo que advirtió de “un período crítico para la actividad agrícola y el manejo de tierras”.
A todo ello se suma la resistencia a declarar los estados de emergencia al momento de ser solicitados por los gobiernos regionales de Amazonas, Cusco, Huánuco, Loreto, Madre de Dios, San Martin y Ucayali, y varios congresistas, asegurando que “no hay motivos graves”.
“En opinión del que habla, hasta este momento, y es una opinión compartida por Indeci, aún no tenemos razones tan críticas que justifiquen una declaratoria de estado de emergencia. No descarto esa posibilidad, pero de momento no se está evaluando”, sostuvo e invocó a las personas a cesar con la práctica de quema de pastos, destacando que la mayoría de los siniestros tienen origen humano.
Cabe mencionar que no fue el único miembro que aseguraba que la mayoría de siniestros estaban controlados. El ministro de Defensa, Walter Astudillo, informó el pasado 18 de setiembre que casi el 90% de los incendios forestales se encuentran extinguidos o controlados.
Aunque dichas declaraciones fueron un intento de transmitir calma, la presidenta Dina Boluarte aprobó el mismo día un Decreto Supremo que declaraba en estado de emergencia a Ucayali, Amazonas y San Martín.
Pese a que integrantes de su gabinete ministerial aseguraban que la situación no era tan preocupante, Boluarte afirmó que “es necesario el estado de emergencia para seguir combatiendo los incendios forestales”, y que, tan solo en Ucayali, el fuego ha consumido más de 17 000 hectáreas de plantaciones y viviendas.
“Hace unos días sobrevolé Amazonas, que por la misma zona geográfica y accidentada, es difícil que entren los helicópteros para poder apagar a través 3 000 litros de agua en cada envío, igual la región San Martín y Ucayali. Por eso es que hoy, en el Consejo de Ministros, estamos acordando declarar en estado de emergencia”, indicó la presidenta.
Asimismo, respondió a las críticas que recibió su gestión ante la negativa de la PCM de declarar el estado de emergencia, pese al pedido constante de las autoridades locales y dijo que en 2023, a la fecha, se registraron 1 000 incendios forestales, mientras que este año solo hay 238.
“A la fecha, en este mismo periodo en el Perú, había más de 1 000 incendios, no estoy buscando una justificación, solo estoy haciendo un cuadro comparativo. Este año, yo quiero felicitar a aquellas personas que no han provocado incendios, este año, hasta la fecha solo hay 238 incendios, de los cuales reitero, ya se han controlado y extinguido más del 80 %.”, remarcó entonces.
Cabe mencionar que los cuestionamientos hacia la jefa de Estado también viraron hacia temas políticos, pues la declaratoria se realizó un día después de que el Congreso rechazara su solicitud de viaje al exterior.