Un hallazgo reciente en las Pampas de Nasca, ubicado en Ica, reescribe una parte de la historia prehispánica del Perú. Especialistas del Ministerio de Cultura, en colaboración con la Universidad de Yamagata de Japón, identificaron 303 geoglifos adicionales en la zona, gracias al uso de inteligencia artificial (IA) y drones de alta precisión. Estas representaciones son más antiguas que las icónicas Líneas de Nazca y, según los expertos, fueron creadas en las laderas y colinas del lugar, con un enfoque distinto al de las ya conocidas líneas.
El trabajo de identificación y análisis de estos nuevos geoglifos se realizó a lo largo de más de una década. Johny Isla, director del Plan de Gestión para Palpa y Nasca, explicó a Infobae Perú que la incorporación de la IA fue fundamental para distinguir con mayor exactitud los contornos de estas figuras, las cuales, a diferencia de las Líneas de Nazca, son de un tamaño mucho menor y están ubicadas en puntos estratégicos, a menudo en áreas elevadas.
El uso de esta tecnología permitió que los investigadores pudieran escanear grandes extensiones de terreno y detectar figuras que, de otro modo, habrían sido invisibles desde el nivel del suelo o incluso desde el aire sin herramientas avanzadas. Las imágenes obtenidas con drones y procesadas con IA revelaron trazos que, en algunos casos, apenas se distinguían debido a la erosión natural y el paso del tiempo.
Motivos antropomorfos y animales locales
Las 303 figuras recién descubiertas representan una variedad de motivos, siendo los antropomorfos los más comunes. También se identificaron representaciones de animales locales, similares a las encontradas en otros sitios arqueológicos de la región.
“Son figuras que nos hablan más de la vida cotidiana de los antiguos habitantes de Nasca, con fines probablemente relacionados con rituales locales y no a ceremonias masivas como las que podrían estar asociadas con las líneas más grandes”, comentó Isla. Además, agregó que este descubrimiento aporta nueva información sobre la evolución de las técnicas de geoglifos en la región y plantea preguntas sobre las diferentes fases culturales que precedieron a la cultura Nazca.
El hallazgo despertó el interés de los investigadores, quienes están evaluando cómo integrar esta nueva información en el conocimiento existente sobre las culturas precolombinas de la región. Según el doctor Masato Sakai, uno de los líderes del proyecto de la Universidad de Yamagata, estas nuevas figuras parecen tener un propósito distinto al de las Líneas de Nazca. Mientras que estas últimas podrían haber servido para ceremonias religiosas de gran envergadura, los nuevos geoglifos estarían más relacionados con actividades sociales de menor escala.
Las hipótesis preliminares indican que estas figuras habrían funcionado como marcadores de caminos o indicadores de lugares de importancia para las comunidades que vivían en la zona. También se han encontrado indicios de que algunos de estos trazos formaban parte de rituales asociados a pequeñas comunidades, posiblemente con fines de parentesco o simbolización de linajes.
El impacto del descubrimiento
El impacto de este descubrimiento va más allá del ámbito académico. Aunque las figuras recién identificadas son de menor tamaño y no se ven desde una gran altura, su valor histórico es incalculable. El hecho de que estas figuras sean más antiguas que las Líneas de Nazca no solo abre nuevas líneas de investigación sobre la evolución cultural de la región, sino que también añade capas de complejidad a la comprensión del uso del territorio por parte de las culturas precolombinas.
Uno de los aspectos más significativos del hallazgo es la conservación del sitio. A pesar de la cercanía de actividades económicas como la minería, el área donde se encuentran las nuevas figuras permanece protegida. Según declaraciones del arqueólogo, no existe un riesgo inmediato para los geoglifos, ya que la zona cuenta con vigilancia constante.
Mientras que el Ministerio de Cultura es parte activa en la protección y valoración de este nuevo descubrimiento. A través de un Convenio Específico de Cooperación Interinstitucional con la Universidad de Yamagata, se realizó trabajos continuos desde el año 2010 para identificar, documentar y proteger las nuevas figuras. Aunque la zona es de difícil acceso para los turistas y el público en general, la institución estatal aseguró que la conservación del lugar es una prioridad.
“El acceso a estas figuras será extremadamente limitado, tanto por razones de conservación como por la geografía del terreno. Las figuras están ubicadas en laderas y colinas que no permiten un fácil acceso, ni siquiera para los arqueólogos”, señaló Isla. Asimismo, destacó que parte del trabajo futuro será reforzar la vigilancia y protección de estas áreas, garantizando que el sitio se mantenga en buenas condiciones para futuras investigaciones.
El simbolismo de la orca y el colibrí en la cultura Nazca
Las figuras de la orca y el colibrí en las Pampas de Nasca capturan la atención de arqueólogos y estudiosos debido a su simbolismo y relevancia en la antigua cultura Nazca. La orca, un cetáceo vinculado al mar, aparece representada en la iconografía nasquense como una deidad marina, plasmada tanto en cerámica como en los geoglifos de la región. Este dibujo monumental, localizado en una ladera cercana a Palpa, destaca por su tamaño y antigüedad, y era considerado una fuente de vida y sustento.
El colibrí, otra de las figuras más conocidas de las Líneas de Nazca, es igualmente enigmático, pero a diferencia de la orca, está vinculado a la fertilidad. La figura del colibrí, que mide 96 metros de largo y 66 metros de ancho, es una de las más grandes y visibles en la pampa, siendo un ejemplo destacado del dominio técnico de los Nazca en la creación de geoglifos. Al sobrevolar la región, la imagen se revela en toda su magnitud, reafirmando su importancia ritual y ceremonial en la cosmovisión de esta cultura.