Alrededor de 20 mil cetáceos mueren cada año en las pesquerías peruanas debido a la captura accidental. Las especies más afectadas son la marsopa espinosa y el delfín oscuro.
De acuerdo con WWF Perú, el país tiene la obligación de mitigar y monitorear este tipo de incidentes para cumplir con los requerimientos de exportación de productos pesqueros a Estados Unidos, teniendo en cuenta lo estipulado en la Ley de Protección de Mamíferos Marinos, de la nación norteamericana.
Sostienen, además, que el llamado ‘enmallamiento en redes de pesca’ que sucede en las costas del país es un problema cada vez más grave que está poniendo en peligro la supervivencia de muchas especies.
Por ejemplo, a mediados de septiembre se reportó un accidente de una ballena franca austral, que vive entre Chile y Perú, que incluso está catalogada como en peligro de extinción por parte de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Tiempo después, este mismo ejemplar fue visto nuevamente con una cría el sábado 21 de septiembre en Máncora, región de Piura. La organización denuncia que a pesar de que se reportó el incidente al personal del Instituto del Mar del Perú (Imarpe), entidad adscrita al Ministerio de la Producción del Perú, no hubo un rescate disponible.
En abril de este año, Imarpe enterró una ballena que varó en la zona de Oquendo, en el Callao, pero, debido al avanzado estado de descomposición en el que se encontraba, no se pudo hacer la necropsia correspondiente.
El cetáceo, que fue encontrado recostado sobre su dorso, fue identificado como un macho, con un tamaño estimado de 15.2 m. Los especialistas observaron una lesión, en este caso una fractura, en su aleta pectoral izquierda. Se especula que podría haber sido causada por una colisión con una embarcación.
Reunión de la Comisión Ballenera Internacional en el Perú
Este es uno de los temas más urgentes que se vienen discutiendo durante la 69° Reunión Bienal de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) que se viene desarrollando en el Perú, desde el 23 al 27 de septiembre, en el hotel Los Delfines de San Isidro.
Esta reunión juntará a expertos y representantes de gobiernos de todo el mundo con el objetivo de reducir este tipo de incidencias. La retención accidental en redes de ballenas y delfines es considerada una amenaza para el océano y las aguas continentales.
WWF Perú registró más de 100 de estos casos en aguas peruanas. “Históricamente, se han registrado más de 102 enredos de ballenas a lo largo de la costa peruana. En lo que va del 2024, ya se han reportado 9 incidentes y eso solo es la punta del iceberg, porque la mayoría de los enredos de ballenas y delfines no se reportan,” indicó Piero Uceda, oficial asociado de la organización.
Antecedentes del evento
En abril de este año, el Pleno del Congreso de la República aprobó con 66 votos a favor, 20 en contra y 12 abstenciones la Resolución Legislativa 7373. De esta manera, se apoyó un intercambio de comunicaciones entre Perú y la Comisión Ballenera Internacional en el marco de la 69° Reunión Bienal de este organismo.
“El hecho de que el Perú sea el anfitrión del mencionado evento, contribuirá al fortalecimiento de la imagen del Perú como un país comprometido con la protección y conservación de los recursos marinos en peligro de extinción, como es el caso de varias especies de cetáceos, pues las deliberaciones y decisiones que se llevarán a cabo en esta reunión, tendrán una importante repercusión en la conservación de dichas especies”, dijo en ese entonces el fujimorista Alejandro Aguinaga, expresidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento.