Así se preparan los pilotos peruanos del mañana: tecnología de vanguardia y práctica intensiva

Centros de aviación civil peruanos destacan por su enfoque en innovación tecnológica y prácticas realistas, asegurando que los futuros pilotos estén completamente preparados para estos retos

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Desde 2011, la escuela ha formado a más de 600 pilotos, apostando por nuevas tecnologías y alianzas estratégicas para liderar en la educación aeronáutica en todo el país.

Ronald Soldevilla García, director de la Escuela Peruana de Aviación Civil (Espac), no podría estar más orgulloso del crecimiento de la institución. Desde sus humildes inicios en un aeródromo al sur de Lima, la escuela ha expandido su presencia hasta Pacasmayo, al norte del país, e inaugurará próximamente una sede en Tarapoto.

Lo que comenzó como una visión de formar a pilotos altamente capacitados ha evolucionado hasta abarcar diversas disciplinas dentro del sector aeronáutico. “Nosotros siempre hemos tenido la mira de no centralizar en la ciudad de Lima, sino comenzar a abrir nuevas sedes a nivel nacional”, afirmó Soldevilla a Infobae Perú.

Espac, con una flota de más de 10 aviones y una dotación destacada de mecánicos y simuladores, se posiciona como un referente en la educación aeronáutica en Perú. La institución va más allá de la formación de pilotos, ya que prepara también a despachadores de vuelo, mecánicos y otras carreras afines. La constante actualización tecnológica y la ética profesional son parte de los pilares que sustentan su educación.

Alumno de ESPAC durante una sesión práctica con uno de los mecánicos especializados de la escuela.
Foto: Paula Elizalde
Alumno de ESPAC durante una sesión práctica con uno de los mecánicos especializados de la escuela. Foto: Paula Elizalde

¿Cómo se convirtió este lugar en una institución de referencia?

Ronald Soldevilla García resume la evolución de Espac como una combinación de crecimiento sostenido y expansión territorial. “Desde hace dos años inauguramos un aeródromo al norte del país en la ciudad de Pacasmayo”, comentó. La estrategia es clara: no quedarse centralizados en Lima, sino abrir nuevas sedes a nivel nacional. Ya se está por certificar una nueva sede en Tarapoto.

La institución cuenta hoy con más de 10 aviones en su flota y una dotación de 10 mecánicos dedicados al mantenimiento y la especialización de las aeronaves. La tecnología también juega un papel crucial en esta expansión. “Nosotros somos la única escuela en contar con un simulador 320 nivel 5, que es uno de los más modernos del país”, añade Soldevilla.

Vista detallada del interior del simulador de vuelo, utilizado para entrenar a los pilotos de ESPAC.
Foto: Paula Elizalde
Vista detallada del interior del simulador de vuelo, utilizado para entrenar a los pilotos de ESPAC. Foto: Paula Elizalde

Herramientas tecnológicas y práctica intensiva

Soldevilla destacó la constante búsqueda por estar a la vanguardia tecnológica.

“Siempre hemos tratado de estar a la vanguardia en los temas tecnológicos, no solamente por la dotación y el mantenimiento de las aeronaves”. Este centro de formación aeronáutica cuenta con una cantidad significativa de simuladores altamente evolucionados, entre ellos, un Airbus 320 nivel 5.
Sesión de entrenamiento en el simulador de vuelo de ESPAC, preparando a los futuros pilotos para situaciones críticas.
Foto: Paula Elizalde
Sesión de entrenamiento en el simulador de vuelo de ESPAC, preparando a los futuros pilotos para situaciones críticas. Foto: Paula Elizalde

Además de los simuladores avanzados, la escuela posee otros del tipo “red”, utilizados para todo tipo de instrucciones. Esto no solo permite un entrenamiento más realista sino también una mayor eficiencia en el proceso educativo. “Tenemos más de 10 mecánicos específicamente dotados para realizar diferentes inspecciones en las aeronaves”, resaltó Soldevilla.

Por su parte, el capitán Carlos Abad explicó que la formación en Espac no se limita a la teoría, sino que también incluye una capacitación práctica intensiva. “El tiempo menor es 18 meses, el mayor puede ser hasta cinco años, dependiendo del gasto y otras circunstancias”. El curso de piloto privado incluye tres meses de clases teóricas y unos cuatro meses en vuelo.

Una vez completado el curso de piloto privado y obtenida la licencia, los estudiantes pasan al curso de piloto comercial. “Este curso dura más o menos cuatro meses en tierra y después unos 10 meses volando, acumulando 150 horas de vuelo”, comentó Abad. La formación es intensiva y está diseñada para cumplir con altos estándares de calidad.

Alumno de ESPAC ajustando controles durante una lección en el simulador de vuelo.
Foto: Paula Elizalde
Alumno de ESPAC ajustando controles durante una lección en el simulador de vuelo. Foto: Paula Elizalde
Para ser piloto, no hay un perfil estricto, sino más bien un conjunto de cualidades que pueden desarrollarse durante la formación. “No tenemos un perfil definido para ser piloto”, aclaró Abad. La edad mínima para comenzar es 16 años, y no es necesario haber terminado la secundaria para obtener la licencia de piloto privado.

El dominio del inglés es primordial. “La Dirección General de Aviación Civil te va a tomar un examen de competencia lingüística”, destacó Abad. La capacidad de manejar el estrés y la presión también es crucial. La psicología juega un papel importante, y todos los alumnos deben pasar un examen médico riguroso que incluye evaluaciones físicas y psicológicas.

¿Cómo se enfrenta la academia de pilotos a situaciones de emergencia?

Maycol Montoya Cáceres, instructor del área de simuladores, subrayó la importancia del estudio y la práctica en los simuladores para manejar emergencias. “Parte del día a día es estudiar; eso te da mayor seguridad y mejor control de la aeronave”. Espac cuenta con simuladores básicos y avanzados que permiten a los estudiantes practicar distintas emergencias sin riesgo.

Sesión de entrenamiento en el simulador de vuelo de ESPAC, preparando a los futuros pilotos para situaciones críticas.
Foto: Paula Elizalde
Sesión de entrenamiento en el simulador de vuelo de ESPAC, preparando a los futuros pilotos para situaciones críticas. Foto: Paula Elizalde
“En los simuladores podemos experimentar todas las fallas posibles; es una práctica esencial antes de volar un avión real”, añadió Montoya. Los simuladores permiten a los estudiantes acostumbrarse a los procedimientos y maniobras necesarias, preparando su transición al vuelo real de manera segura y eficiente.

Zabaski Gómez Bejarano, alumno de la institución, destacó la importancia de los simuladores en su formación. “Para eso tenemos los simuladores de entrenamiento, en caso de falla de cualquier tipo”. La práctica constante en simuladores asegura que los estudiantes estén preparados para cualquier situación de emergencia que pueda surgir en el aire.

La formación no solo se centra en el manejo técnico del avión, sino también en la gestión del estrés. “La vida de un piloto no es tarea fácil; requiere mucha responsabilidad, dedicación y estudios de forma constante”, mencionó Bejarano. La seguridad de los pasajeros es una prioridad absoluta, y la formación en el centro aeronáutico está diseñada para enfrentar y manejar esa presión.

¿Qué depara el futuro para Espac y sus estudiantes?

El Centro Aeronáutico mantiene relaciones estrechas con las aerolíneas, facilitando la transición de sus alumnos al mundo laboral. “Tuvimos un convenio con una aerolínea que antes de la pandemia culminó, y estamos trabajando para retomar esos convenios”, mencionó Carlos Abad. Las aerolíneas envían anuncios de procesos de admisión, y Espac prepara a sus alumnos para enfrentar esos desafíos.

"Los pilotos, cualquier piloto, es un buen piloto; no hay un piloto malo. La exigencia es esa: nos hemos dedicado siempre a que la institución sea la mejor, tener los mejores instructores tanto en tierra como en vuelo". — Carlos Abad, Capitán e Instructor de ESPAC.
Foto: Paula Elizalde
"Los pilotos, cualquier piloto, es un buen piloto; no hay un piloto malo. La exigencia es esa: nos hemos dedicado siempre a que la institución sea la mejor, tener los mejores instructores tanto en tierra como en vuelo". — Carlos Abad, Capitán e Instructor de ESPAC. Foto: Paula Elizalde
El proceso de selección incluye exámenes de conocimientos, pruebas psicotécnicas y simuladores. “Nos envían el anuncio y nosotros mandamos la relación de los pilotos graduados con sus licencias”, aclaró Abad. La formación integral que reciben los estudiantes asegura que estén bien preparados para ingresar al mercado laboral.

Desde sus inicios hasta su posición actual como líder en la educación aeronáutica continúa ampliando sus horizontes. “Somos los pioneros en el impulso del desarrollo aeronáutico no solo en Lima sino en provincias”, comentó Ronald Soldevilla García. El objetivo a futuro es crecer en cinco ciudades adicionales a nivel nacional para el próximo año.

Espac no solo se posiciona como una escuela de pilotos, sino como una institución educativa completa dentro del sector aeronáutico. La combinación de tecnología avanzada, expansión territorial y una sólida red de relaciones con aerolíneas asegura un futuro prometedor para sus estudiantes y la aviación civil en Perú.

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