Como parte de las generales de ley, en una detención preliminar se prevé un control de identidad. Fue el proceso por el que Andrés Hurtado ‘Chibolín’ pasó este viernes 20 de setiembre en la Prefectura de Lima.
Luego de un mediático arresto en la víspera, el conductor de televisión tuvo que responder algunas preguntas sobre su identidad. En un momento, cuando fue consultado sobre sus estudios, respondió que cursó hasta quinto de primaria, debido a que tenía Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Asimismo, pidió la asistencia de un neurólogo.
Al respecto, la periodista y activista Carolina Díaz, explicó en su cuenta de X que la atención divergente (TDAH) genera problemas con las funciones ejecutivas y sí es posible que una persona con ese diagnóstico tenga problemas para estudiar y terminar una carrera.
No obstante, agrega que la mención al TDAH, en este caso, no tiene coherencia. “Es evidente que lo quiere usar de justificación o para generar empatía. Sin embargo, la forma en cómo se está hablando del tema demuestra la enorme ignorancia que existe al respecto en nuestro país”.
¿De qué se trata esta condición?
El TDAH es una condición neurobiológica que afecta a personas de diferentes edades y géneros. Pamela Muñoz, neuróloga pediatra de la Clínica Ricardo Palma, destaca que las personas que lo tienen, enfrentan “dificultades para organizar, concentrarse y presentan inatención, rasgos impulsivos y rasgos hiperactivos, o necesidad de movimiento”.
Los síntomas del TDAH varían en intensidad y pueden manifestarse de distintas maneras en individuos diferentes. En niños y adultos, la inatención es una constante, lo que se traduce en problemas para prestar atención a los detalles, olvidos frecuentes y dificultad para seguir indicaciones. Muñoz indicó: “Se distraen fácilmente, pierden la motivación en el tema que se les está explicando. Podrían ser confundidos con despistados u olvidadizos”. Esta situación puede llevar a olvidos de tareas, citas y compromisos pendientes, complicando la capacidad de organización de la persona.
Una característica común es la inquietud motora, que se manifiesta en la necesidad constante de movimiento. “Toquetear en la silla, mecerse, o algo que pudiera mantenerlos más enfocados”, explica la especialista. Los rasgos impulsivos también son frecuentes, llevando a la persona a decir cosas sin filtro y a interrumpir conversaciones sin pensar en las consecuencias emocionales de sus palabras.
La causa del TDAH es multifactorial, según observa Muñoz. “Intervienen factores genéticos, ambientales y también interrelacionales en cuanto al ambiente en el cual se desarrolla la persona”, subraya. Existen estudios que señalan un componente hereditario: “No es poco común que un niño con diagnóstico de TDAH tenga un padre con la misma condición”, señala.
La detección inicial del TDAH frecuentemente ocurre en consulta pediátrica. Si un pediatra sospecha la presencia de inatención, impulsividad e hiperactividad en un niño, debe referir al paciente a un especialista, como un neurólogo pediatra o un psiquiatra infantil. En adultos, los neurólogos o psiquiatras son los profesionales indicados. Muñoz subraya la importancia de una derivación oportuna: “La primera persona que ve al niño es el pediatra, por lo tanto, si el pediatra identifica los síntomas puede derivarlo al especialista”.
Manejo de la condición
El manejo del TDAH requiere un enfoque multidisciplinario para ayudar a los pacientes a mejorar su organización, control de impulsos y capacidad de concentración a lo largo de su vida. Las estrategias incluyen enfoques psicoterapéuticos y educativos, adaptados a la edad del paciente. Pamela Muñoz explica: “El enfoque psicoterapéutico puede centrarse en la conducta y habilidades sociales, mientras que el enfoque educativo se dirige más a niños y adolescentes”. Además, el tratamiento farmacológico, como los medicamentos psicoestimulantes y ansiolíticos, puede ser esencial para mantener la atención sostenida en tareas que demandan alta concentración.
En el ámbito laboral, el TDAH puede presentar desafíos significativos. Las personas pueden tener problemas con la puntualidad y la motivación en el trabajo. “Pueden pensar que ante una corrección en el trabajo lo están haciendo mal y esto desmotivarlos y querer abandonar el trabajo”, señala Muñoz a Infobae. Por ello, el desarrollo de habilidades sociales es crucial para trabajar en equipo.
Un mito común es creer que el TDAH puede ser curado. “Esta condición no necesita cura, sino estrategias para ayudar a las personas a organizarse y concentrarse mejor”, afirma Muñoz. Además, el TDAH suele estar asociado a otras condiciones, como el trastorno de ansiedad, que afecta aproximadamente al 50% de las personas con este trastorno en algún momento de sus vidas. También son frecuentes la depresión, trastornos del sueño y dificultades en el aprendizaje.