Kimberlit Tapia: pareja de la enfermera confesó feminicidio y dio detalles del macabro crimen en Cieneguilla

Joshua Huamán narró para los agentes de la Dirección de Investigación Criminal paso a paso cómo planeó y acabó con la vida de su enamorada en un hospedaje en Cieneguilla

Joshua Huamán confesó haber asesinado a Kimberlit Tapia Ortiz el mismo día que cumplían un mes de relación. Los restos de la enfermera fueron encontrados cerca de una casa de campo en Cieneguilla el martes 17 de septiembre, tras haber estado desaparecida durante 10 días.

Según informó el general PNP Marco Conde, jefe de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), Huamán se vio acorralado por las pruebas contundentes y la presión de los efectivos de investigación de homicidios, lo que lo llevó a admitir su crimen.

El oficial precisó que “se trató de un feminicidio puro”. Huamán, apodado el ‘Monstruo de Cieneguilla’, reveló a los agentes que había planeado meticulosamente el asesinato y proporcionó detalles sobre cómo acabó con la vida de la enfermera de 28 años.

Actuó solo

Para el jefe de la Dirincri, Joshua Huamán (28) actuó solo, según las pruebas de luminol tomadas en el inmueble alquilado en el condominio Las Bahías, en Cieneguilla, donde la víctima y el feminicida ingresaron el pasado 7 de septiembre. El agente detalló que se encontraron rastros de sangre en el dormitorio, el baño y la escalera.

“El crimen lo cometió él solo. Se analizaron las cámaras de videovigilancia y se evidenció que la pareja ingresó al hospedaje el día 8 de septiembre y que al día siguiente, el 9 de septiembre, se retira el sospechoso. El ya había planificado cometer este hecho de sangre. En su mochila llevó un arma blanca, lejía, esponjas para limpiar todo el rastro de sangre que iba a dejar al momento que degolló a la víctima”, comentó el oficial de la PNP.

Según las amigas de la víctima, Kimberlit habría conocido a Joshua a través de la aplicación de citas Tinder. El día del cruel asesinato la pareja cumplía un mes de relación.

Planeó cada detalle

Joshua Huamán detalló cómo llevó a cabo el asesinato de Kimberlit Tapia. “Noté en ella su fragilidad, y, por eso, la convencí de pasar un fin de semana en una casa de campo (en Cieneguilla) y, como ella notaba que yo estaba enamorado, aceptó rápido”, relató.

Los exámenes de los médicos forenses precisaron que la causa de muerte ocurrió por herida punzocortante con arma blanca en el cuello de la víctima y se encontraron numerosas laceraciones en diferentes partes del cuerpo de la joven enfermera. Además, el ‘Monstruo de Cieniguilla’ contó que Kimberlit “trató de defenderse”, y en el forcejeo, el asesino terminó cubriéndose de ‘evidencia’ que ayudó a identificarlo como autor del crimen.

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El confeso feminicida descuartizó el cuerpo y trató de deshacerse de los restos detrás de la casa quemándolos. El martes 17 de septiembre, un vecino de la zona encontró el cadáver de la joven enterrado y alertó a las autoridades.

Según las declaraciones de Huamán que fueron difundidas por Perú 21, el sujeto intentó justificarse y aseguró que un ‘demonio’ le daba órdenes.

“Juro que el diablo se me metía en la cabeza, se me aparecía dando órdenes. No pude controlarme y tuve que hacerlo. Me daba órdenes, que yo no quería cumplir, pero insistía”, expresó.

Restos de Kimberlit fueron enterrados en Barranca

El cadáver de la joven enfermera Kimberlit fue velado en la iglesia evangélica Redentor de la ciudad de Barranca, a la que asistía desde pequeña junto a sus padres. El entierro tuvo lugar el jueves 19 de septiembre en el cementerio general San Idelfonso de Barranca.

Matilde Ortiz, madre de Kimberlit, exigió justicia con lágrimas en los ojos. “Me quitaron lo más lindo que tenía. ¿Quién me va a devolver a mi hija? Hemos tocado todas las puertas en Chancay y en Huaral”, expresó en una entrevista para Latina Noticias.

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Durante la desaparición de su hija, la familia recibió mensajes que supuestamente eran de ella, en los que se mencionaba un viaje a Brasil y alegaciones de abuso por parte de su padre. La madre de la joven denunció que estos mensajes eran perturbadores: “Escribían cosas horribles y trataban de desviar la atención hacia otros temas”, contó.