El bonito entra en veda: Ministerio de la Producción finaliza la pesca exploratoria del recurso

El Ministerio de la Producción ha tomado la determinación de finalizar las actividades extractivas del recurso bonito (Sarda chiliensis chiliensis) en el marco de la pesca exploratoria. Esta decisión se oficializó a través de la Resolución Directoral N° 00084-2024-PRODUCE/DGSFS-PA, que establece el cese de las operaciones a partir de las 00:00 horas del 17 de septiembre de 2024.

Esto se debe a que el bonito ha alcanzado el límite del máximo rendimiento sostenible (MRS), una referencia técnica clave en la regulación pesquera. Según Ángel Perea, biólogo especialista en reproducción de animales acuáticos y coordinador de Imarpe, difundió en redes, en los últimos años los desembarques de este recurso han mostrado un notable crecimiento, llegando a unas 120 mil toneladas anuales en 2019.

Actualmente, estas cifras superan las 80 mil toneladas, una disponibilidad que se correlaciona con la abundancia de la anchoveta, principal alimento del bonito. Desde 2015, esta especie ha registrado incrementos significativos en sus capturas, impulsando su demanda no sólo por su sabor, sino también por sus beneficios nutricionales, ricos en omega-3, detalló Perea

La pesca exploratoria había sido autorizada mediante la Resolución Ministerial N° 363-2024-PRODUCE, la cual habilitaba al Instituto del Mar del Perú (IMARPE) a ejecutar dichas actividades desde el 9 de septiembre de 2024, por un periodo de 30 días calendarios o hasta alcanzar las 750 toneladas de captura máxima permitida.

La Dirección de Supervisión y Fiscalización de la Dirección General de Supervisión, Fiscalización y Sanción del Ministerio de la Producción, mediante el Informe N° 00000073-2024-PRODUCE/DSF-PA, señaló que las embarcaciones pesqueras artesanales, con una capacidad de bodega de hasta 10 m³ y uso de redes de cerco o cortina, han alcanzado la cuota establecida. Por esta razón, atendiendo a las disposiciones del numeral 1.3 del artículo 1 de la resolución ministerial mencionada, la Dirección General de Supervisión, Fiscalización y Sanción dispuso finalizar la pesca exploratoria para el recurso bonito.

“El Decreto Ley N° 25977, Ley General de Pesca, en su artículo 2 establece que los recursos hidrobiológicos contenidos en las aguas jurisdiccionales del Perú son patrimonio de la Nación”, se lee en la resolución. Esta normativa imputa al Estado la responsabilidad de “regular el manejo integral y la explotación racional de dichos recursos”, considerando la actividad pesquera como de interés nacional.

Además, la Ley General de Pesca, en su artículo 9, confiere al Ministerio de la Producción la autoridad para determinar los “sistemas de ordenamiento pesquero, las cuotas de captura permisible, las temporadas y zonas de pesca, la regulación del esfuerzo pesquero, los métodos de pesca y las tallas mínimas de captura”. Todo esto, “sobre la base de evidencias científicas disponibles y de factores socioeconómicos”, visualiza la preservación y explotación racional de los recursos hidrobiológicos.

En términos de distribución geográfica, Arequipa encabeza la lista de regiones con el mayor porcentaje de desembarques nacionales de bonito, con más del 42% del total. Esta región es seguida por Ica y Áncash, que aportan alrededor del 12% cada una, detalló Perea.

Esta elevada demanda se debe, en parte, a los numerosos usos gastronómicos del bonito en la cocina peruana, que se presenta en diversas formas como cebiches, sudados, jugosos, muchames y crocantes, además de propuestas innovadoras en la cocina nikkei.

La captura máxima establecida busca evitar la sobreexplotación de una especie que, durante los últimos años, ha mostrado una gran abundancia en aguas peruanas. Sin la implementación de esta medida, se corre el riesgo de poner en peligro no sólo la población de bonito, sino también el delicado equilibrio del ecosistema marino en el que se encuentra.

Para garantizar el cumplimiento de esta regulación, las autoridades han suspendido toda actividad de pesca y comercialización del bonito, una medida que ha de observarse rigurosamente hasta nuevo aviso, con la finalidad de salvaguardar la sostenibilidad del recurso y asegurar su disponibilidad futura para generaciones venideras.