¿Cuándo se regalan flores amarillas y cuál es el origen de este ritual de septiembre?

A medida que los peruanos se alistan para recibir la primavera y escapar del gris invierno, el clima parece tener otros planes. Abraham Levy, conocido como el ‘hombre del tiempo’, ha estimado que el frío se instalará con terquedad hasta octubre. Así que, por ahora, los abrigos seguirán siendo nuestros compañeros inseparables mientras la ansiada estación parece haberse tomado unas vacaciones prolongadas.

Aunque el inicio de la primavera no traiga brillo solar tan ansiado, el entusiasmo de la gente será innegable, como ocurre cada año al acercarse el final del invierno. Y es que, más allá de las nubes persistentes y el aire aún frío, las personas parecen aferrarse a la ilusión de un cambio de estación como si esta pudiera barrer, de un solo golpe, la monotonía invernal. ¿Es el clima lo que esperan con tanta emoción?

No hay consenso sobre lo que los peruanos esperan para el 22 de septiembre, fecha en que comienza la primavera en el hemisferio sur, donde se halla el Perú. Aunque es poco probable que el Sol ilumine los techos de los hogares, es seguro que en muchas mesas habrá un florero con flores amarillas frescas, recibidas como obsequio.

Un día antes del inicio de la primavera, más de uno recibirá como obsequio flores amarillas, esos capullos dorados que simbolizan el renacimiento de la naturaleza tras el invierno, augurando prosperidad y tiempos favorables. El 21 de septiembre en el Perú, las flores amarillas se transforman en la moneda emocional del día. Como si fuera una obligación social no escrita, todos se apresuran a comprar estos ramos para repartirlos entre amigos, familiares, parejas y cualquier persona por la que sientan aprecio.

Ese día, los mercados del Perú se visten de amarillo, un color que augura prosperidad para los comerciantes. Como cada año, el 21 de septiembre trae consigo ingresos considerables. Prueba de ello es la cantidad de ciudadanos que acuden a las tiendas en busca de un ramo, destinado a esa persona especial.

En el mercado de flores de Santa Rosa, en el distrito del Rímac, los hombres y mujeres de negocio se preparan desde las primeras horas del día para vender girasoles, rosas amarillas y otras flores del mismo tono, muy solicitadas en esta fecha. Lo mismo sucede en el mercado de Piedra Liza, un lugar que también es frecuentado por periodistas que realizan transmisiones en vivo para captar el ambiente del día.

TikTok se ha convertido en un escenario donde la nostalgia y las tendencias actuales colisionan de maneras inesperadas. Una de estas colisiones se evidencia con la resurrección del cariño por la serie argentina ‘Floricienta’, lanzada en 2004, especialmente por medio de la canción ‘Flores amarillas’, un tema icónico dentro de la producción. Esto ha detonado una particular costumbre entre los seguidores de la novela, quienes reviven anualmente uno de los momentos más recordados.

El 21 de septiembre, día que marca el inicio de la primavera en Argentina, se ha convertido en una fecha cargada de simbolismo para los fanáticos de ‘Floricienta’. En respuesta a la trama donde la protagonista sueña con recibir flores amarillas de su amado, seguidores de la serie suben videos esperando recibir estas flores de sus parejas o amistades, transformando esa ilusión ficticia en una tradición real.

La serie narra la historia de una joven niñera que trabaja en la casa de Federico, el joven dueño del predio. A lo largo de la novela, él sorprende en varias ocasiones a Floricienta con arreglos de flores amarillas. Esta historia de amor y las escenas acompañadas por el tema ‘Flores amarillas’ han calado en la conciencia de sus seguidores.

La tendencia de TikTok mostró cómo los usuarios no solo participan en desafíos virales, sino que también rememoran momentos del pasado que los marcaron. Los videos compartidos cada 21 de septiembre donde las personas esperan recibir flores, reflejan esta fusión de nostalgia y modernidad en las redes sociales.

Con el paso del tiempo, este gesto simbólico ha sido adoptado especialmente por el público femenino, que incentiva a sus parejas y amigos a participar en esta tradición reinventada. Estos actos rinden un homenaje a la alegría y el romanticismo que ‘Floricienta’ inspiró en sus espectadores.