Adoptar una cultura de manejo del fuego: la clave para combatir los incendios forestales

El biólogo Sidney Novoa, en entrevista con Infobae Perú, aboga por prácticas de manejo del fuego en lugar de prohibiciones, señalando la importancia de implementar quemas prescritas y cortafuegos para prevenir la propagación de siniestros futuros

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Los incendios forestales han afectado a varias regiones del país, como Loreto y  Áncash. Foto: Ministerio de Defensa
Los incendios forestales han afectado a varias regiones del país, como Loreto y Áncash. Foto: Ministerio de Defensa

La actual crisis de incendios forestales en Perú sigue generando preocupación tanto a nivel nacional como internacional. Para analizar más a fondo las diversas cuestiones sobre la magnitud de esta situación, sus causas y posibles soluciones, Infobae Perú conversó con Sidney Novoa, biólogo de la Universidad Nacional Agraria La Molina y director de SIG y Tecnologías para la Conservación de Conservación Amazónica-ACCA.

¿Es posible prever el fin de la crisis de incendios forestales? Según Novoa, la situación es incierta debido a varios factores, entre los que destacan las condiciones climáticas adversas que han persistido durante el año, incluyendo una temporada de sequía que podría extenderse más de lo habitual.

Esta prolongación podría provocar un aumento en la superficie quemada, convirtiendo potencialmente el 2024 en uno de los peores en términos de áreas afectadas por incendios. “La situación no comenzó en septiembre; los incendios han estado ocurriendo desde meses anteriores, en junio y julio, y han ido evolucionando de diferentes maneras”, detalla Novoa.

Fotografía aérea que muestra un área con incendios forestales en la amazonía. Foto: EFE/ Isaac Fontana
Fotografía aérea que muestra un área con incendios forestales en la amazonía. Foto: EFE/ Isaac Fontana

Adoptar una cultura de manejo del fuego: ¿qué significa?

En cuanto a las regiones más afectadas, el biólogo explicó que las estadísticas de incendios activos en Perú indican que, aunque hay numerosos incendios reportados, no todos se consideran igualmente amenazantes.

Por ejemplo, en regiones como Áncash, los incendios han sido devastadores, pero la magnitud varía en otras áreas, como Amazonas, donde las llamas han afectado tanto a áreas naturales como a terrenos agrícolas, enfatiza Novoa.

“Por ejemplo, en agosto, Áncash fue gravemente afectado, con incendios de gran magnitud que arrasaron el Parque Nacional Huascarán y otras áreas. Actualmente, se presta mucha atención a los incendios en la región amazónica, donde se están quemando tanto ecosistemas naturales como áreas agrícolas críticas. En general, las cifras oficiales del Gobierno son las más adecuadas para entender el alcance de la amenaza de estos incendios”, resalta.

La velocidad de propagación de los incendios forestales depende de varios factores, como el viento y la vegetación. Su impacto puede ser devastador si no se logra un control temprano. Foto: Andina
La velocidad de propagación de los incendios forestales depende de varios factores, como el viento y la vegetación. Su impacto puede ser devastador si no se logra un control temprano. Foto: Andina

En ese sentido, subraya que la necesidad urgente de adoptar una cultura de manejo del fuego. El experto sugiere que, en lugar de prohibir completamente el uso del fuego, se deben implementar prácticas de manejo controlado para prevenir la propagación de incendios.

“Eliminar el uso del fuego es absurdo; ni siquiera Brasil, con su agricultura significativa, ha logrado eliminarlo. Las campañas de prevención y concientización se hacen en diferentes escalas, dependiendo de las regiones y los presupuestos. Lo que se necesita es crear una cultura de manejo del fuego. Esto implica prácticas como las quemas prescritas, delimitación de áreas de alto riesgo, y la creación de cortafuegos. El problema es que las leyes actuales prohíben las quemas, y no hay un interlocutor válido o especialistas con visión para abordar estos temas. Hay una falta de regulación y apoyo para la implementación de programas de quema prescrita”, explica.

Acerca de este punto, cabe aclarar que las quemas prescritas son fuegos controlados que se encienden intencionalmente para quemar plantas secas y evitar que se acumulen, ayudando a prevenir incendios más grandes en el futuro.

Mientras que los cortafuegos son áreas sin vegetación, como caminos o franjas de tierra despejada, que se crean para detener el fuego si se desata. Específicamente, funcionan como barreras para proteger lugares importantes, como casas o cultivos, de los incendios.

Incendio forestal en comunidad nativa de la selva central en Perú. Fotos: CARE
Incendio forestal en comunidad nativa de la selva central en Perú. Fotos: CARE

¿Esto ya había ocurrido antes?

Entre 2016 y 2017, se produjo una intensa temporada de incendios en las mismas zonas, provocada por el fenómeno del Niño Costero. Este año, la situación es diferente, precisa el biólogo.

Pues, en 2023, las precipitaciones fueron bastante bajas, lo que ha afectado las condiciones en este periodo. El incremento en la temperatura y la acumulación de biomasa seca, que no se ha recuperado de las sequías anteriores, ha creado un entorno propicio para los incendios.

En ese contexto, el biólogo afirma que los incendios actuales no son más que quemas que se han salido de control, extendiéndose a áreas adyacentes, principalmente terrenos agrícolas. En algunos casos, los incendios han llegado a áreas de vegetación natural, aunque, en su mayoría, estarían vinculados a espacios ya degradados, indicó.

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