El autor del libro ‘Polvo en el viento’, Hugo Coya, cuenta más detalles de la amistad que tiene el narcotraficante peruano Demetrio Chávez Peñaherrera, conocido también como ‘Vaticano’, con Andrés Hurtado. El dominical Cuarto Poder reveló, el último fin de semana, que desde junio de 2019, el presentador de televisión es su representante jurídico.
Chávez Peñaherrera salió de prisión en 2016 tras cumplir 22 años de condena. El nombre del narcotraficante aparece en portadas tras confesar en audiencia que su gran protector era el asesor del exdictador Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos, a quien le debería pagar por sus actividades ilícitas.
Coya realizó series de entrevistas al condenado, quien no solo estaba ligado al tráfico de drogas, sino también al rango político, para conocer su perfil. Sin duda, en esta investigación, aparecería Andrés Hurtado.
“Tenía un vínculo muy estrecho”
En entrevista con Canal N, el también expresidente del Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú (IRTP) señaló que cada uno mostraba el vínculo cercano. ‘Chibolín’ cumplía el papel de organizador de eventos, por lo cual su amistad fue creciendo.
“Él sí tenía un vínculo muy estrecho y ahora se refleja con esta revelación de Cuarto Poder. [...] Sí, es evidente que él tenía una relación. Es más, en las entrevistas que les hago a ambos de manera separada, cada uno dice que tiene una relación muy cercana. Andrés Hurtado lleva artistas para algunos eventos en los lugares donde operaba en Campañilla y en otros lugares más”, indicó.
Además, recordó que Chávez Peñaherrera era socio de Pablo Escobar, líder del Cartel de Medellín, pero cuando se evidenció su caída, el peruano se unió a otra organización criminal para que le brindase protección.
“Realizaba una serie de eventos, porque él se presentaba como un importante empresario, muy exitoso, usaba varias identidades. Una de ellas era Camilo Ferrer. Según lo que Andrés Hurtado me dice, en las entrevistas, que él no conocía de sus actividades, que lo conocía como Camilo Ferrer y se presentaba como este empresario exitoso y le pedía que le llevase artistas para estos eventos que organizaba”, continuó.
Coya desconocía que el conductor de televisión cumplía el papel de representante jurídico, debido a que fue hace poco tiempo. Sin embargo, indicó que Hurtado manifestó que solo lo había conocido como Camilo Ferrer.
“Puedo dar fe que, por lo menos durante esos años, sí había una relación muy estrecha.”, agregó.
La vida del ‘Vaticano’ ha sido pública desde los 90. Chávez Peñaherrera, que operaba bajo el alias Camilo Ferrer Picasso, no solo estaba involucrado en el ilícito negocio de las drogas, sino que también tenía una vida social muy perfilada, construida sobre sus lucrativos ingresos.
Su estilo de vida reflejaba un gusto por el lujo, rodeándose de modelos, actrices y otras figuras del espectáculo, una situación que complicó a muchos de sus allegados cuando fue capturado. El alias de Camilo Ferrer Picasso no era casual. Chávez Peñaherrera eligió llamarse Camilo por su afición al cantautor español Camilo Sesto, Ferrer por la actriz venezolana Lupita Ferrer y Picasso en honor al pintor español Pablo Picasso.
Con este nombre, este narcotraficante se movía en un mundo de celebridades, adquiriendo fama y contactos con personalidades del entretenimiento. Es así como habría llegado a la vida de ‘Chibolín’.
Andrés Hurtado en la mira
El presentador de televisión se encuentra bajo la lupa de la Fiscalía de la Nación tras conocerse que habría utilizado sus influencias para beneficiar a sus amigos, pero a cambio de montos económicos. Una trama que involucra a la también fiscal Elizabeth Peralta.
Ana Siucho también confesó que Hurtado apoyó a su hermano para agilizar el trámite de perder la nacionalidad peruana y pudiera jugar en el extranjero. Además, al Ministerio Público le ha llamado la atención los ingresos del conductor y su ostentosa vida.