El periodista César Hildebrandt, en su última columna publicada en el semanario Hildebrandt en sus Trece, afirma que el ahora fallecido exmandatario, Alberto Fujimori, “abatió la inflación y arrinconó al terrorismo, pero el costo fue la masacre de la democracia y la pudrición del país”.
Asegura, además, que el exdictador “convenció a muchos de que el Perú no estaba apto para la búsqueda, siempre elusiva, de consensos y que la receta era ser Leguía y Odría, Benavides y Sánchez Cerro, todos al mismo tiempo”.
Como se recuerda, durante los 10 años que duró el ‘Fujimorato’ se logró estabilizar la economía del Perú y se capturó al Abimael Guzmán, cabecilla de la organización terrorista Sendero Luminoso. Sin embargo, en este tipo también se perpetró un autogolpe de Estado en 1992 y se cometieron secuestros y asesinatos por parte del Grupo Colina.
El shock económico
En abril de 1990, durante el debate entre Fujimori, de Cambio 90, y su contrincante, Mario Vargas Llosa, de Fredemo, el exmandatario aseguró que no iba a implementar medidas económicas agresivas para arreglar la hiperinflación que azotaba al país, dejada por el primer Gobierno de Alan García.
“Estamos a una semana de la gran decisión y el país debe recordar nuevamente que el Fredemo es el shock, Cambio 90 es el No Shock. Cambio 90 es la estabilización con creación de empleos, que el Fredemo no puede concertar porque se ha quedado solo, se ha peleado con todos”, dijo el entonces candidato Fujimori.
Sin embargo, el 8 de agosto de 1990, una vez en el poder, el entonces ministro de Economía del régimen, Juan Carlos Hurtado Miller, anunció a todo el país, en señal abierta, las medidas que iban a significar lo que se conocería más adelante como el ‘Fujishock’.
“Es así, que la lata de leche evaporada, que hoy costaba en la calle 12 mil Intis, costará a partir de mañana 330 mil intis, El kilo de azúcar blanca, que solo se conseguía a 150 mil intis, costará partir de mañana 300 mil Intis. El pan francés, que esta tarde costaba 9.000 intis, costará a partir de mañana 25 mil intis. Que Dios nos ayude”, dijo.
Más de 30 años después, y luego de haber purgado condena en el penal de Barbadillo, Alberto Fujimori se pronunció este 2024 sobre su cambio de postura.
“Yo había confrontado a Vargas Llosa con la propuesta de no hacerlo, pero estando en el mando‚ en esos momentos ya no había otra alternativa. El equipo de los ‘siete samuráis’ que me acompañaron en la campaña se oponían a esta medida, pero el equipo técnico de Gustavo Miller tenía toda la razón. Esa fue mi primera gran decisión, que marcaría el rumbo de todo mi Gobierno”, manifestó.
Siguiendo la cronología de los hechos, el 3 de noviembre de 1991 se produjo la masacre de Barrios Altos, donde el Grupo Colina asesinó a 15 personas, incluido un niño de ocho años. El objetivo era eliminar extrajudicialmente a personas supuestamente vinculadas a Sendero Luminoso.
Después, El 4 de abril de 1992, el propio presidente decide disolver el Congreso de la República, convirtiéndose en un dictador, bajo la excusa de que el Parlamento no le permitía implantar las reformas que el país necesitaba.
En ese mismo año, en junio, sucedió la masacre de La Cantuta. Un profesor universitario y nueve estudiantes de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, fueron secuestrados y asesinados.
Meses después, el 12 de septiembre de 1992, el Grupo Especial de Inteligencia (GEIN) de la Policía Nacional del Perú (PNP) logra la captura del terrorista Abimael Guzmán. Estos fueron algunos hechos que marcaron el régimen fujimorista de la década de 1990, con aciertos alabados por la ciudadanía, pero también con graves delitos cometidos desde la cúpula más alta.
¿Se pudo haber evitado el autogolpe?
De acuerdo con César Hildebrandt, Fujimori “pudo haber sido un gran presidente”, ya que, “si hubiese respetado la convivencia con el Congreso, la economía se habría arreglado y el terrorismo habría sido igualmente derrotado”.
“El Congreso le habría dado facultades extraordinarias en materia económica y la renovada inteligencia policial, creada en marzo de 1990, ya estaba tras los pasos de Guzmán”.
En ese sentido, el periodista sostiene que el cierre del Parlamento en 1992, y la consiguiente formación de una dictadura, fueron “la creación del carácter de Fujimori”.