A pocos días de cumplirse un año del asesinato del comunicador Christian Enrique Tirado, el principal sospechoso fue extraditado al Perú. Abel Valdivia Montoya llegó desde Rusia tras huir de la justicia el mismo día que se realizó la fiesta donde asistió la congresista Roselli Amuruz en pleno duelo por la muerte de su colega Hernando Guerra.
Valdivia viajó a Colombia y luego a Rusia con la finalidad de no enfrentar las investigaciones, mientras su hermano Pedro estaba detenido. No obstante, las cámaras de seguridad y los familiares de Tirado acusaban directamente a Abel, pero estaba no habido.
El sospechoso llegó alrededor de la 1:30 a.m. al aeropuerto Jorge Chávez, donde la familia de Tirado lo esperó y pidió justicia para su hijo. Contra Valdivia pesa una prisión preventiva de 18 meses dada por el Poder Judicial, la cual deberá cumplir ante su extradición
La Corte Superior de Justicia ordenó la extradición del acusado. Ante la aprobación de las autoridades de Rusia, policías peruanos viajaron hasta Europa para traerlo.
La acción está enmarcada en la Resolución Ministerial N° 1115-2024-IN, que detalla la designación de los efectivos encargados. El comandante PNP Oscar Ludeña Hurtado y el suboficial de segunda PNP Piero Quesada Vega fueron seleccionados para viajar como parte de la comisión de servicio.
El presupuesto para esta operación incluye un monto total de 5.400 dólares para los viáticos de ambos policías, considerando una estadía de cinco días. Adicionalmente, los pasajes aéreos de ida se han calculado en 8.219,28 dólares. El costo para el pasaje de retorno del extraditado asciende a 3.168,96 dólares.
Según se indica en la Resolución Ministerial, la Oficina Central Nacional de Interpol en Perú recibió la notificación de que las autoridades rusas habían autorizado la entrega de Valdivia a las autoridades peruanas.
El padre de la víctima también estuvo presente y señaló que este 10 octubre tendrían una nueva audiencia. Asimismo, espera justicia para su hijo luego de un año.
Crimen en Lince
Simon Enrique, padre de la víctima, denunció que a Pedro Valdivia se le eximió de la responsabilidad de la muerte de su hijo. Es así como rechazó la acción del fiscal, debido a que mencionó que su hermano también fue cómplice del crimen de su hijo, porque estuvo en la escena y mantuvo comunicación con su pariente.
Para la familia, Pedro se presentó a la comisaría solo como una distracción para que su hermano deje el país sin ser intervenido.
El trágico suceso ocurrió en una fiesta de cumpleaños en Lince, organizada por Paul García, cercano colaborador de la congresista.
Punto Final presentó imágenes captadas por una cámara de seguridad ubicada cerca del lugar de los hechos. Las imágenes podrían ser claves para esclarecer los eventos ocurridos esa madrugada, ya que se observa la participación de Luis Giancarlo Cornejo Bozeta, amigo de la víctima, en el altercado con los hermanos Valdivia.
En el video divulgado se aprecia a Cornejo Bozeta parado frente al cuerpo de Tirado sin brindarle asistencia médica. En cambio, se le ve agacharse para recoger algo del suelo y luego levantarse rápidamente.