Amazonas y Áncash claman por emergencia: Incendios forestales devoran sitios arqueológicos, patrimonio natural y causan 4 muertes

Los incendios forestales continúan devastando el Perú, afectando gravemente a regiones como Amazonas y Áncash, que han solicitado la declaración de estado de emergencia debido a la magnitud del desastre. Estos siniestros están arrasando extensas áreas de cultivos y vegetación natural, mientras se reportan varias muertes causadas tanto por las llamas como por el denso humo.

En medio de lágrimas, un corresponsal de Panamericana Noticias pidió al Gobierno de Dina Boluarte que envíe la ayude necesaria para combatir el fuego en las comunidades de Luya y Lámud, en la provincia de Luya, en la región amazónica.

Según dijo el periodista, en las localidades más afectadas, como Quilailón, El Mito, Tozán y Léngate, los siniestros no cesan desde hace una semana y han llegado incluso a destruir importantes sitios arqueológicos: los Sarcófagos de la Ciudad de los Muertos y Léngate. El fuego avanza a las zonas de las carreteras.

El pasado 11 de septiembre un poblador de la zona también se comunicó con RPP Noticias: “Tenemos un incendio muy grande que se desarrolla en la provincia de Luya, en una zona muy crítica donde hay muchos pueblos, restos arqueológicos. Son dos cerros que se están quemando”, indicó.

Según la prensa local, el 12 de septiembre, un helicóptero MI-17 de la Fuerza Aérea realizó un vuelo de reconocimiento en el sector de Lamud, pero tuvo que regresar a la base debido a la densa neblina que cubría la zona. La situación fue la misma este 13 de septiembre.

Lamentablemente, la emergencia sigue fuera de control, devastando miles de hectáreas de cultivos y áreas naturales. Los animales, atrapados en el avance de las llamas, sufren muertes agonizantes, mientras que otros pierden su hábitat, viéndose obligados a huir en busca de refugio.

La crisis se agrava con el reciente comunicado de las compañías de Bomberos, que han informado que ya no podrán atender nuevas emergencias relacionadas con los incendios forestales. Esta decisión se debe a que su personal ha estado en constante actividad durante varios días, enfrentando un ritmo de trabajo exigente y causando un agotamiento severo entre los voluntarios. El cansancio ha tenido un impacto en la salud de los bomberos y la situación es igual para los brigadistas voluntarios.

La situación en Áncash es crítica. Según el Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) de Áncash, hasta el 12 de septiembre, se han reportado 230 incendios forestales que han devastado cerca de cinco mil hectáreas de cobertura natural, incluyendo pastizales, arbustos y tres hectáreas de bosques. Además, se han perdido 30 hectáreas de cultivos, afectando gravemente a las comunidades locales.

Las provincias más impactadas por estos siniestros son Huaraz, con 46 incendios; Huari, con 34; Yungay, con 17; y Huaylas, con 16. A nivel distrital, Independencia encabeza la lista con 24 incendios, seguido por San Marcos con 9, mientras que Huaraz y Chimbote registran 8 casos cada uno.

El Parque Nacional Huascarán, hogar de 20 picos nevados, está en peligro inminente. El fuego ha arrasado más de 1,000 hectáreas de su vegetación, y se teme que esta cifra podría elevarse a 5,000 para fin de año.

La magnitud del desastre en Áncash también se refleja en la pérdida de vidas humanas: cuatro personas han muerto hasta la fecha, residentes de Huaraz, Huari, Bolognesi y Pallasca. Además, 13 animales han perecido y 128 personas han perdido su fuente de sustento. Entre los daños materiales, se contabilizan 14 personas damnificadas, 11 viviendas afectadas y 15 chozas completamente destruidas.

Ante esta situación de emergencia, el Gobierno Regional de Áncash, a través de la Oficina de Gestión del Riesgo de Desastres, está elaborando un informe técnico para solicitar la declaratoria de Estado de Emergencia al gobierno nacional.