La residencial San Felipe, un icónico enclave en Jesús María, está en el centro de una controversia por un proyecto de construcción de un rascacielos de 21 pisos. Los residentes expresan preocupación al alegar falta de consulta adecuada previa a las aprobaciones de las autoridades.
La sorpresa inicial de los vecinos se convirtió en alarma cuando se enteraron de que la municipalidad del distrito estaba a punto de aprobar esta edificación sin una consulta social previa, según contó Julio Solano, uno de los voceros de la comunidad, en conversación con Panamericana Televisión.
“Al momento de enterarnos, hemos solicitado una reunión con el alcalde, quien amablemente nos escuchó y está solicitando la nulidad tanto del preproyecto como del proyecto”, señaló.
La preocupación de los residentes se basa en el hecho de que no se realizó una aprobación social antes de avanzar con esta construcción, lo que podría impactar a cerca de 12 mil personas que viven en la residencial San Felipe.
“En ningún momento nos enteramos de los detalles, solamente cuando ya estaba a punto de ser aprobado. La Asociación Peruano Japonesa (APJ) no nos consultó ni explicó lo que se pretendía hacer en este espacio,” agregó el señor.
La comunidad está preocupada no solo por el impacto visual del rascacielos, sino también por sus consecuencias prácticas. Los residentes temen que el nuevo edificio afecte negativamente el tránsito y el uso de los espacios de estacionamiento, ya que estos espacios, que actualmente pertenecen a la residencial, podrían quedar completamente saturados.
Solano también resaltó la importancia de mantener el diseño urbanístico original del área, y cómo esta obra podría romper con esa estructura cuidadosa que permite una convivencia armónica y facilita el acceso a la luz natural para los edificios adyacentes.
“Aquí lo que sucede es que realmente la Residencial San Felipe es un espacio reconocido internacionalmente por su diseño arquitectónico, y esta construcción rompería totalmente esta categoría y es un atentado contra nuestros espacios”, afirmó.
Según se observa en las imágenes del citado medio de comunicación, la situación ha llevado a los vecinos a organizar protestas y cacerolazos diarios. Además, han colocado carteles en los edificios para expresar su preocupación y exigir una revisión del proyecto.
Historia breve de la residencial San Felipe
La residencial es un destacado complejo de edificios multifamiliares que fue construida sobre parte de los terrenos del antiguo Hipódromo de San Felipe, el conjunto toma su nombre de esta histórica ubicación.
Diseñada por el equipo de arquitectos de la Junta Nacional de la Vivienda durante el primer gobierno de Fernando Belaúnde Terry, esta obra representa una de las iniciativas más emblemáticas del Estado peruano para enfrentar la demanda de vivienda de clase media.
La edificación comenzó en 1962 y se completó en 1966. El proyecto incluye 33 edificios de diferentes alturas y diseños, distribuidos en un terreno de 27 hectáreas. La residencial cuenta con 25 mil m² de jardines y plazas, y ofrece alrededor de 1.599 viviendas multifamiliares.
Además, la residencial San Felipe se encuentra en una ubicación estratégica cercana al Real Plaza Salvarry, a instituciones educativas superiores como la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, Universidad Jaime Bausate y Meza y la Universidad del Pacífico, así como a parques, bancos y supermercados. Esta estratégica localización es uno de los aspectos más valorados por los residentes, quienes consideran que el proyecto de construcción podría alterar la dinámica y accesibilidad de la zona.