Economía circular y residuos sólidos: ¿Está el Perú en la ruta correcta hacia la sostenibilidad?

¿Podrán las pymes, muchas veces limitadas por recursos y acceso a información especializada, adaptarse a estos cambios? Confío en que sí, siempre y cuando reciban el apoyo necesario

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(Imagen Ilustrativa Infobae)
(Imagen Ilustrativa Infobae)

El Perú ha dado un paso crucial hacia la sostenibilidad con la reciente aprobación de las guías para la economía circular y la gestión de residuos sólidos en la industria textil, un sector vital que agrupa a cerca de 46,000 mypes en regiones como Arequipa, Junín, Puno y Lima. Estas guías -aprobadas por el Ministerio de la Producción-, además de brindar un marco conceptual, ofrecen ejemplos prácticos que muestran cómo es posible transformar los residuos en recursos, optimizar procesos y reducir las emisiones. En otras palabras, estamos hablando de un cambio de paradigma que puede convertir a las empresas textiles en pioneras de una economía más verde y eficiente para el país.

Un ejemplo notable de esta transición es el esfuerzo de los empresarios del emporio comercial de Gamarra, quienes participaron en el taller “Gamarra Circular”. Esta iniciativa —organizada por el ministerio antes mencionado con el apoyo de la Municipalidad de La Victoria, la Cooperación Alemana y la Sociedad Nacional de Industrias— busca capacitar a los emprendedores en la implementación de la economía circular, fortaleciendo sus habilidades para optimizar recursos y reducir costos.

Personalmente, veo estas iniciativas como un gran primer paso, pero también soy consciente de que aún queda un largo camino por recorrer. Si bien las guías son un excelente punto de partida, la verdadera prueba de fuego será su implementación efectiva a nivel nacional. ¿Podrán las pymes, muchas veces limitadas por recursos y acceso a información especializada, adaptarse a estos cambios? Confío en que sí, siempre y cuando reciban el apoyo necesario, no solo en capacitación, también en incentivos y políticas que faciliten esta transición. El ejemplo de Gamarra es inspirador, pero también es un recordatorio, de que el compromiso de las autoridades y del sector privado es clave para que la economía circular deje de ser solo un concepto y se convierta en una realidad tangible.

Una estrategia que se puede aplicar para que este enfoque funcione de manera efectiva en cualquier empresa, grande o pequeña, es la metodología del Diagrama de la Mariposa, un esquema propuesto por la Ellen MacArthur Foundation que organiza el flujo continuo de materiales en dos ciclos: el técnico y el biológico. En el ciclo técnico, se prioriza que los productos se mantengan en circulación con la reutilización y la reparación de productos para maximizar su vida útil; mientras que, en el biológico, los materiales biodegradables regresan a la tierra a través de la descomposición aeróbica y anaeróbica. Este modelo es una hoja de ruta para todas las empresas que deseen sumarse al cambio hacia una economía más sostenible, donde nada se desperdicia y todo se transforma.

Además, la metodología del Diagrama de la Mariposa ofrece una estructura clara y accesible que puede ser adaptada a cualquier tipo de empresa, sin importar su tamaño o sector. Es muy importante que las empresas comprendan que la economía circular prioriza el diseño circular y la sostenibilidad del producto desde su concepción. Cada etapa del ciclo técnico y biológico presenta oportunidades para innovar, reducir costos y, lo más importante, minimizar el impacto ambiental. Desde la reutilización de materiales hasta la regeneración de suelos mediante compostaje, todas estas prácticas son viables y necesarias para construir un futuro más sostenible.

En última instancia, el verdadero desafío será cambiar la mentalidad tradicional de “usar y desechar” por una que valore la durabilidad, la eficiencia y el respeto por los recursos naturales. Esto requiere un esfuerzo conjunto; por un lado, el gobierno debe continuar creando marcos regulatorios sólidos para que las empresas puedan adaptarse e innovar, y, por otro lado, los consumidores, debemos apoyarlas con nuestras decisiones de compra. Creo que el Perú está en la ruta correcta, pero debemos mantener el impulso y estar dispuestos a enfrentar los desafíos que surjan en el camino. Solo así podremos asegurar que la economía circular no sea una moda pasajera, sino una transformación profunda y duradera hacia la sostenibilidad.

Sandra Verona
Sandra Verona
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